✰𝕋𝕙𝕖 𝕊𝕥𝕒𝕣𝕤 𝔻𝕠𝕟'𝕥 𝕊𝕙𝕚𝕟𝕖✰ || ℙ𝕒𝕦𝕝 𝕃𝕒𝕙𝕠𝕥𝕖||

4. Los Cullen

Me quede helada ante la confesión de mi hermana, aunque no creía del todo en lo que había dicho, pero es confirmaba muchas de mis sospechas sobre ellos.

—No bromees con eso Bella, no puedes hacer eso, es como... difamación— la mencionada me miro un momento hasta que hablo.

—No lo invente Nix, Edward mismo me lo confesó, y nos invitaron a su casa, quieren que vayamos a conocerlos— podía jurar que mis ojos se saldrían de sus cuencas, comencé a negar frenéticamente con la cabeza.

—No, yo no iré, yo ni siquiera quería saber que eran, no me importaba Bella, olvídalo, tú puedes ir bajo tus propios riesgos, yo no iré.— dije firmemente comenzando a sentir un terrible dolor de cabeza.

—Vamos Nix, no seas así, tenemos que ir nosot— sus palabras se vieron interrumpidas cuando un tercero entró a mi habitación.

—Mi familia te quiere conocer Nix, ahora las dos saben nuestro secreto, tenemos que hablar de esto— lo mire nerviosa, ¿Como había entrado sin ser escuchado?.

—No no, Isabella me lo contó, yo hubiera estado perfectamente bien si no me lo hubiese contado, esto me supera, yo no puedo con esto Edward, lo siento, yo no iré a su reunión para que me succionen la sangre— el chico carcajeó ante mi comentario por lo que le di una mirada cargada de odio.

—Nosotros somos una especie de... vegetarianos, no ingerimos sangre humana, nos alimentamos de la sangre de los animales del bosque— entre el y Bella trataron de hacerme entender que no estaría en peligro.

Ambos suplicaban que los acompañara, pero no estaba segura de absolutamente nada.

—Está bien, iré, pero no lo hago por ninguno de los dos, lo hago porque no quiero que me persigan a donde sea que vaya— acepte sin muchas ganas, no me hacía nada de gracia tener que ir.

Ya estaba metida en esto, tal vez si iba, podría sacarme de todo eso, tal vez podría darles a Bella de ofrenda, ya que a mi parecer no valora su vida.

Edward se retiró junto a Bella quien lo acompañó a la puerta, yo me quede en mi habitación tratando de digerir la nueva información.

Escuche a papá salir y a Bella saludar a alguien afuera, escuche la voz de Billy e inmediatamente me coloque unos zapatos, baje las escaleras rápidamente llegando a la puerta.

Ahí estaba, y como se le había echo costumbre en estos últimos días, no se despegaba de mi hermana.

—Hola— salude aún junto a la puerta.

—Oh Nix, ¿Que tal todo pequeña?— saludo Billy, le di una sonrisa tímida y caminé hacia Jake.

—Hola— mire aún un poco apartada a ambos chicos.

—Hola Nix— saludo sin mucho ánimo.

—Yo iré adentro— esta vez hablo Bella mientras se retiraba y nos dejaba solos.

—¿Que tal has estado?— pregunté.

—Bien, ya sabes, en el taller haciendo algunos trabajos— asentí comprendiendo.

—¿Tan ocupado como para no mandarme un mensaje?— trate de que mi voz sonara amigable queriendo que viera mi pregunta como una broma, aunque en realidad no lo era.

—Lo siento, sabes que hay veces que no puedo hacerlo— se disculpo mientras me envolvía en sus brazos.

—Esta bien, vamos adentro— lo invite a pasar, caminamos tomados de las manos hasta la casa.

El día paso rápido a su lado, aunque en ocasiones no para de preguntar o hablar de mi hermana.

Por la noche, un intenso dolor de cabeza no paraba de hacerme sufrir, baje a la cocina por una pastilla, la tome y bebí con un poco de agua.