¿Por Qué Siempre Candy?

Capítulo 39

Los días pasaban en el hogar de los Steve esos días se convirtieron en dos semanas, en esas dos semanas Melody había perdido su gusto por la comida, comía en pocas cantidades o porque Luna le rogaba incluso el doctor le imploraba que comiera claro que este cambio le fue informado a su tia abuela que preocupada quería que regresara a su hogar ella se negaba a regresar le causaba miedo encontrarse con Archibald sus palabras no dejaban de pasar por su cabeza llegando en conclusión que ella no merecía el cariño de nadie. Pero trataba de lucir lo mas normal posible para evitar mas su preocupación con ella sonriendo cada día y tratando de lucir tranquila pero cuando se presentaba la hora de comer algo ella evitaba tocar el plato.

-Señorita he traído su comida.- Luna entraba a la habitación con una bandeja en sus manos-.

-No tengo apetito, por favor Luna vete.- decía leyendo un libro-.

-Pero señorita el doctor indico que usted debe de comer para sanar mas rápido su brazo, aparte le ha llegado correspondencia de sus amigos del colegio y

-¡¿Qué no oíste Luna?! ¡Dije que te fueras!- gritaba azotando el libro contra la mesa-.

-Si como ordene.

Melody no quería hacer sentir mal a Luna pero ¿Si la del problema era ella? Si ella hacia cosas para que las personas la dejen de querer como decía su primo, era mejor de una vez alejar a todos prefería estar sola para evitar que su corazon de nuevo doliera. Ya era momento de cambiar ya no quería que la hicieran sufrir como lo han hecho.

-¡Andrey!

-Déjame Tom.- pedía mientras fingía leer-.

-No, ya fueron muchos días con tu comportamiento Luna y mi padre están preocupados por ti el día que te traje aquí no estabas así estabas bien.- hablaba desesperado- ¿Qué diablos te pasa?

-Por favor yo estoy bien solo déjame.

-No lo estas si lo estuvieras comerías bien todos lo hemos notado.

-Pero si me alimento muy bien .- fingiría también su sonrisa sin despegar su mirada en el libro-.

-Claro que no tu cuerpo se ve mas delgado que antes y si antes te dije que pesabas como un cordero ahora pesaras como una gallina.- apartaba de forma brusca el libro de su mano-. Mírame, no se que pasa por tu cabeza pero no te evites comer.

-No me pasa nada.- lo miraba tranquila a los ojos-. Solo no he tenido apetito estos días es todo.

-No sigas mintiendo Melody .- tomaba con sus manos la mano fría de Melody-. Esto no es juego Melody.

Melody miraba los ojos de Tom viendo una notable preocupación y lastimas eso le hacia que su estomago se sintiera revuelto ¿Desde cuando la ven con lastima? ¿Por que le desagrada esa mirada?

-¡Luna!

-¿Si señorita?- entraba corriendo Luna a la habitación-.

-Ve y dile al señor Steve que nos iremos esta tarde.- decía apartando su mano de la mano cálida de Tom para levantarse pero al hacerlo un fuerte mareo le hizo perder su equilibrio-.

-Ves no estas nada bien.- la sostenía por la espalda-.

-¿Desde cuando te preocupas por mi Tom?- preguntaba con sarcasmo-.

-Si no me preocupara por ti no te hubiera traído a mi casa, te hubiera permitido quedarte en mi casa y no estaría contigo en este momento.- le hablaba con una voz bastante firme-.

-No te recordaba tan molesto

-Tu ahora eres la molesta, Luna no le informes nada a mi padre se quedaran hasta que la señorita se decida a comer y por favor tráeme su comida.- tomaba a Melody por las piernas para cargarla y llevarla a la cama-.