06 Corazones Inquietos

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"La inquietud del mañana es tan dolorosa

como la certeza de la cruda realidad"

Aletiz León



Viernes 14 de abril de 1944



Se sentía bien después de haber tenido ese tiempo compartido a lado del Sacerdote Jeon. Descubrió que es muy bueno cocinando, incluso mucho más que cualquier mujer de la que haya degustado su comida. Ahora no se siente tan mal pensando que quizá es un rarito, porque hoy vio a otro hombre usando un mandil de cocina y sirviendo platos en la mesa, uno que era un sacerdote y uno que... era bastante atractivo. ¿Para qué negarlo?

De forma casual, el padre Jeon se veía muy bien... demasiado bien a la vista de JiMin. Ahora parecía que la incomodidad se había disipado y fue reemplazada por la calidez que la sonrisa del sacerdote le brindaba. Ahora contaba de manera inconsciente las horas para volver a la iglesia, porque sabía que ahí, a lado del padre Jeon, tenía la oportunidad de mostrarse tal cual es y sin miedo a que exista una crítica que pueda destruirlo.

Su corazón se sentía bien. Se sentía contento, cálido y comprendido. El padre Jeon resultó ser un hombre excepcional que no se rige por completo de la religión y que abre su mente a las nuevas posibilidades, por más extrañas que parezcan.

JiMin había encontrado un lugar seguro a lado de él.

Disfrutó de la comida y, desafortunadamente, tenía que volver para continuar enfrentando la realidad. Su realidad. Pero al menos volvía con una sonrisa a su casa y sentía que ahora nada podría arrebatarle el lindo sentimiento que había en su interior.

— ¡Oppa!

Cantó victoria demasiado pronto porque, al abrir la puerta de su casa, ChaeWon venía corriendo en su dirección y chillando el honorífico una y otra vez. Sus oídos se sintieron irritados por eso y dio unos cuantos pasos hacia atrás creyendo que eso detendría a la señorita, pero no fue así.

La menor se lanzó hacia él y lo abrazó con fuerza, provocando que se sintiera asfixiado e invadido casi al instante. JiMin nunca ha sido mucho de contacto físico, sólo con personas que sean muy cercanas a su círculo. A ChaeWon no la consideraba de ese modo aunque fuese su prometida.

Había rechazo, ni siquiera disimulaba. Sus brazos estaban estáticos mientras ella seguía colgada de su cuello y dando brinquitos llenos de emoción. No importaba que su madre lo estuviese juzgando desde las escaleras y prácticamente advirtiéndole que no se quedara como una estatua, pero él hacía como si no se diera cuenta de ello. Sólo tenía los ojos caídos tratando de soportar a la señorita que no tenía intenciones de soltarlo.

Lo salvó una de las mucamas que llamó a Sana y, entonces sí, alejó el cuerpo de ChaeWon con un poco de fuerza y tomándola completamente por sorpresa.

—Pero ¿qué haces, Oppa? ¿No te alegras de verme? —le hizo un puchero manipulador.

Kim ChaeWon era linda, muy adorable y demasiado tierna, lo suficiente como para conmoverte, pero JiMin no podía verla de otra manera, sólo como la señorita que le causa desgracias por haber aceptado este compromiso. A veces le caía mal porque sabía que también era motivada por el dinero. Ella no estaba siendo obligada, estaba aquí por su mera voluntad y detestaba que ChanYeol dejara que hiciera todo lo que se le plazca. Lo más seguro es que ella vino por su cuenta y, definitivamente, no la quería cerca.

Don't Blame Me (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora