24 Oscura Lejanía

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"Hay oscuridad en la lejanía,

por el modo en que he estado viviendo.

Pero sé que no me puedo resistir a ella"

David Kushner – Daylight



Viernes 7 de julio de 1944



Lo único que se ha asomado en esos días en el pueblo de Busan son puras nubes grises. JiMin no puede ver más que oscuridad en la lejanía y eso comienza a desesperarle. No ha salido de su habitación ni por equivocación y su piel ya lo estaba resintiendo. Su piel era clara, pero ahora era pálida. Se podía ver la tristeza a través de sus ojeras y de la mirada perdida que tenía. No había querido comer lo suficiente, ni siquiera el pan y el agua que le llevaban. Todo su día lo reducía a estar sentado frente a su ventana y lo poco que podía ver debido a la reja.

Se vio a sí mismo como un prisionero de la renuencia de un padre y del rencor injustificado que tenía a hacia a él. Antes ya lo había tratado con desdén e incluso lo golpeó, pero esto rebasaba todos los límites. Al menos ya no vino a pegarle ni a gritarle. Simplemente ignora su presencia y en verdad lo agradece.

Hoy despertó después de sólo haber dormido dos horas. Y milagrosamente tenía sed. Caminó hacia donde estaba una mesita a lado de la puerta y se sirvió un vaso de agua de la pequeña jarra que sólo contenía medio litro. Sintió refrescante ese trago y decidió que iba a dejar de lamentarse un poco, porque debe tener Fe. JungKook vendrá por él en algún momento y en verdad espera que pronto, porque si estos días han sido una tortura, no se quiere imaginar cómo serán meses o incluso un año entero.

Tiene que estar fuerte para él, porque lo más probable es que tengan que huir, ya que su amor sigue siendo furtivo e incomprendido. Y tiene la esperanza de que podrán ir a un lindo lugar donde puedan ser felices para toda la vida.

Dios quiera que sí.

—Menos mal te diste un baño—le dijo SeHun en cuanto salió del baño de su habitación.

JiMin lo miró sin ninguna expresión en su rostro y luego caminó débilmente hacia donde estaba su guarda ropa. Hoy no quería lucir elegante ni deslumbrante como siempre le ha gustado. Hoy simplemente quiere existir y sobrevivir a este día.

—No me ignores, maldito pecador.

Escuchó aquellas palabras y lo siguiente que sintió fue una bofetada en su rostro que ya no dolía en lo absoluto. Se quedó quieto y con el rostro hacia un lado, porque estaba reprimiendo el impulso de escupirle en la cara o incluso de devolverle al menos un golpe de los muchos que le ha dado. Enserio quería hacerlo, pero sabe que es más fuerte y que puede acabarlo enseguida.

Lo odia de verdad.

—Es hora de que te confieses y le dirás todo eso al padre Min—ordenó y se alejó de él—Le dirás que eres un irrespetuoso y también le confesarás tus porquerías.

Lentamente JiMin giró el rostro y llevó una mano a su mejilla roja. Después sólo le dedicó una mirada vacía a su padre antes de decir:

—Eso haré.

Pero era más un sentimiento de derrota por el que respondía. Igual ya se había confesado anteriormente, aunque quizá le faltaba ser más específico con el padre Min. Tiene la impresión de que quizá también lo abofeteará por lo que hizo, pero a estas alturas ni siquiera le importa. Sabe que no puede resistirse a las consecuencias de sus actos.

Don't Blame Me (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora