"Mi nombre es lo que decidas que sea.
Y sólo te llamaré mío.
Estoy loca, pero soy tu bebé"
Domingo 28 de mayo de 1944
—Nosotros decidimos qué hacemos mal y que no. Dios nos enseña el bien y nada malo que pase en la tierra es culpa de él. Sus malos actos traen consecuencias malas, así que ustedes deben estar conscientes de todo lo malo que hacen y también de lo bueno. Deben asumir las responsabilidades y no buscar culpables.
JungKook hablaba sobre cómo algunos humanos culpaban a Dios de sus desgracias, en este caso la segunda guerra mundial. Era bastante simple entender que él no tenía la culpa, que más bien eran los mismos hombres los que se encargaban de crear el desastre y con ello afectaban a muchos inocentes.
—La oración es poderosa, sobre todo cuando se hace con Fe, pero si un día tienen la posibilidad de participar y hacer que el milagro suceda, entonces háganlo. Cumplan con su deber. Honren a Dios y al prójimo. Pero que sea de corazón, porque el reino de los cielos es de aquellos que hacen todo desde los buenos sentimientos. No de aquellos que actúan y esperan recibir una gran recompensa—finalizó y bajó del altar para terminar con la misa de hoy—Señor Dios mío, sé que estás aquí presente y sé que nos escuchas. Todos aquí te pedimos que la guerra cese y que les des consuelo a todas esas almas que hayan sido afectadas por las malas decisiones de los humanos. Apiádate de aquellos que aún sufren en medio del caos y concédeles fuerza para afrontar todo lo que esté por venir... amén.
—Amén—dijeron todos al unísono.
Después de eso hizo lo de siempre; pasó personalmente por el pasillo para arrojarles agua bendita. JiMin lo observó de principio a fin, no pudiendo evitar dejar salir un par de suspiros en el proceso que, por fortuna, nadie notó. Hoy se había dado cuenta que podría volverse complicado fingir sus verdaderos sentimientos hacia el sacerdote, sobre todo por lo que sucedió el viernes en su oficina.
Descubrió que existía un mundo de sensaciones y sentimientos que sin duda le encantaron. Pero no pudo evitar sentirse abrumado al darse cuenta de que no sabía absolutamente nada de lo que estaba haciendo. Cuando llegó a su casa se preguntó muchas veces cómo sería tener intimidad con un hombre, pero por más que lo pensó y lo rebuscó no encontró una respuesta.
Se la pasó ruborizado al imaginar en su mente un montón de escenas, sobre todo de cómo hombre y mujer se entregan en la cama. En ese acto había penetración, pero entre hombres no había forma de que eso sucediera. Así que al final no obtuvo nada y quizá se quedó con más dudas en su interior.
Pero tenía curiosidad de saber qué pensaba JungKook al respecto, aunque sentía mucha vergüenza de preguntarle directamente. ¿Y si él no quiere hacerlo? Porque hacer algo carnal entre ambos era también sinónimo de pecado. Eso pensaba él, pero ni así podía evitar imaginarse con el sacerdote, juntos en una cama y completamente desnudos mientras se tocan partes prohibidas.
Se dio cuenta de que estaba pensando en aquello en la iglesia mientras lo observaba arrojar agua bendita, así que tuvo que bajar la mirada para que sus mejillas sonrojadas no quedaran en evidencia.
Sólo tuvo que relajarse y pensar en otras cosas. Para cuando ya estaba mejor, el padre Jeon daba la última bendición para que pudieran volverá a sus casas. Pero como siempre, la familia Park se acercaba a él para hablar y para invitarlo a su casa a comer, como ya era costumbre.
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Don't Blame Me (Kookmin)
FanfictionEl amor entre JiMin y JungKook surge en tiempos de guerra y en donde la religión pesa más que la razón. Donde la homofobia estaba en su máximo esplendor, porque el amor entre personas del mismo género iba en contra de las leyes de Dios. JungKook es...