Amore Man El Villano Invicto Mas Poderoso De Toda La Ficcion y Del Mundo Real

LA SAGA DE JEIGO , EL CLON ASESINO PERFECTO DE AMORE MAN CAPITULO 4

CAPITULO 4

La historia de **Jeigo**, el asesino más letal del multiverso, continuaba expandiéndose a niveles inimaginables. Después de haber sido traído de vuelta al pasado por el poder supremo de **Amore Man**, el dios maligno omnitodo, Jeigo se convirtió en una fuerza imparable. Su sed de venganza y su deseo de erradicar a todos los que lo traicionaron en su vida anterior lo habían transformado en una figura de terror absoluto. Pero ahora, con su nueva esencia cósmica, había superado todos los límites conocidos, y su objetivo se había ampliado más allá de la venganza personal. **El universo entero sería su campo de batalla**.

**Primero, la mafia rusa**. Durante su vida pasada, la mafia rusa había sido una de las organizaciones más poderosas que colaboró en su asesinato. Jeigo, ahora renacido como un ser cósmico, no perdió tiempo. Usando su habilidad de **teletransportación**, se materializó en pleno corazón de Moscú, donde se encontraba la sede central de la organización criminal más temida de Rusia. Miles de matones armados con rifles, explosivos y tecnología avanzada estaban allí, listos para proteger su imperio.

Pero **Jeigo no era el mismo hombre mortal que antes**. Ahora, su cuerpo emanaba una energía oscura y cósmica que lo hacía invulnerable a cualquier ataque físico o energético. Los rusos no tuvieron tiempo ni siquiera de reaccionar. En un abrir y cerrar de ojos, Jeigo lanzó una ráfaga de **energía cósmica negra**, una fuerza que no solo desintegraba cuerpos, sino que también eliminaba sus almas. **Miles de mafiosos cayeron instantáneamente**, sus cuerpos reducidos a cenizas en cuestión de segundos.

Jeigo atravesaba las instalaciones como un espectro invencible, derribando puertas blindadas con solo un gesto de su mano, y acabando con los capos rusos más poderosos sin pestañear. **Uno tras otro, los líderes cayeron**, sus gritos de desesperación resonando en vano mientras eran devorados por la energía oscura. Para Jeigo, la mafia rusa era solo un paso más en su camino de destrucción.

**Luego llegó el turno de la mafia árabe**. Esta organización, que había controlado grandes extensiones de territorio en Oriente Medio, era igualmente responsable de su caída en su vida pasada. Jeigo se transportó a la ciudad de **Dubái**, donde el jefe supremo de la mafia árabe controlaba un imperio construido con tráfico de armas, drogas y esclavitud. Desde sus torres doradas, los líderes observaban el mundo creyendo que eran intocables.

Pero **Jeigo** los convirtió en polvo en cuestión de horas. Volando por los cielos sobre los rascacielos de la ciudad, lanzó ataques de **energía oscura y devastadora** que destruyeron edificios enteros, desintegrando a miles de criminales en el proceso. No dejó un solo rastro de los que alguna vez dominaron el mundo bajo la sombra del terror. **Los capos árabes** trataron de escapar en helicópteros y jets privados, pero Jeigo, con su velocidad cósmica, los alcanzaba y los derribaba con facilidad. **En menos de un día, toda la estructura de la mafia árabe había sido completamente erradicada**.

**Los terroristas internacionales** tampoco escaparon de su venganza. Organizaciones que habían sembrado el caos en todo el mundo, llevando destrucción y muerte a miles de inocentes, fueron el siguiente blanco de Jeigo. En cuestión de minutos, Jeigo se infiltró en los escondites más ocultos de los terroristas, lugares donde ni siquiera las agencias de inteligencia más sofisticadas podían llegar. **Con una simple ola de su mano**, Jeigo desató tormentas de energía cósmica que aniquilaron a estos grupos desde la raíz. Explosiones de energía oscura atravesaban continentes, destruyendo bases subterráneas, campamentos militares y fortalezas escondidas en montañas. **La red del terror internacional se desmoronó en un solo día**, y el nombre de Jeigo se convirtió en un susurro de pesadilla para aquellos que aún quedaban con vida.

Sin embargo, Jeigo no se detuvo allí. **Su sed de venganza y poder había crecido tanto que el propio multiverso era su nuevo campo de caza**. En su camino hacia la dominación total, **Jeigo se enfrentó a mafias de otros mundos, dimensiones y realidades**. Cada universo que visitaba, lo devastaba sin piedad. Había mafias alienígenas que controlaban el comercio interdimensional de armas y tecnología, pero incluso ellos no podían compararse con el poder oscuro de Jeigo. **Sus líderes fueron eliminados, y sus ejércitos, desintegrados por la pura energía cósmica que Jeigo desataba con un simple pensamiento**.**El miedo se propagaba por todo el multiverso**. Jeigo había ganado la reputación de ser **el anti-héroe multiversal** más temido, un ser cósmico que no distinguía entre mafiosos, terroristas o seres divinos. Para él, todo lo que representaba poder corrupto era un objetivo a eliminar. Los imperios del crimen, que alguna vez fueron poderosos en incontables universos, **ahora temblaban ante la sola mención de su nombre**. Sabían que, cuando Jeigo aparecía, no había esperanza. Su lema era claro: "Llego, destruyo y no dejo a nadie con vida".

La **policía multiversal**, al darse cuenta de la magnitud de su amenaza, intentó detenerlo, pero fracasaron miserablemente. **Jeigo no solo acabó con los agentes multiversales**, sino que también destruyó sistemas enteros de justicia, aplastando planetas enteros dedicados a la vigilancia. Su poder era tan abrumador que ni siquiera las armas más avanzadas, ni las tácticas más inteligentes podían detenerlo.

Pero no se quedó allí. **El planeta Tierra fue su siguiente campo de destrucción masiva**. El país más poderoso del mundo, **Estados Unidos**, se convirtió en un objetivo directo. Jeigo, sin ninguna emoción, **acabó con toda la nación en un solo ataque**. Su energía cósmica arrasó ciudades enteras, destruyendo edificios gubernamentales, militares, y todo lo que representaba poder. La **CIA, el FBI**, y todas las agencias de inteligencia y defensa fueron eliminadas en cuestión de segundos. **Jeigo ya no era un ser humano, sino una entidad cósmica invencible**, capaz de destruir naciones enteras sin siquiera pestañear.

**Los gobiernos del mundo cayeron uno por uno**. Ninguno fue capaz de oponerse a la fuerza destructiva que era Jeigo. Él solo había causado la caída de naciones, religiones, sectas y todo tipo de organización que se había erigido sobre la corrupción y la maldad. Para el multiverso, **Jeigo era el dios del asesinato**, una figura invicta que no dejaba ningún sobreviviente a su paso.

Jeigo continuó su masacre, sin descanso, acabando con millones de personas malvadas en todo el cosmos. Para él, todo era un juego, y cada muerte era solo un paso más hacia la consecución de su verdadera venganza final. **Sus antiguos enemigos**, aquellos que lo traicionaron en el pasado, aún estaban por caer. Pero Jeigo sabía que ese momento llegaría pronto.**Ahora, en lo más alto del poder y el terror**, Jeigo observaba el multiverso con una sonrisa fría.

—Ya falta poco —dijo, riendo para sí mismo—. **Pronto, aquellos que me traicionaron caerán**. Y cuando lo hagan, yo seré **el único dios del asesinato multiversal**.El fin estaba cerca, y Jeigo sabía que nadie, ni siquiera los seres más poderosos del multiverso, podrían detenerlo. **Su venganza estaba completa**, y el multiverso mismo temblaba bajo la sombra del asesino cósmico invicto.