Capitulo 11. 𓃠

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Rachel.

Avanzo por los pasillos hasta llegar a la torre de dormitorios femeninos. Partimos en unas dos horas y a mí se me olvidó un collar que aprecio mucho ahí. Uno de Harry.

Bueno no se me olvidó, es que lo deje como excusa para despedirme de mi habitación.

Las veces que lo he visto han sido de minutos, es que no lo dejan descansar ni poquito y él se esta exigiendo demasiado, es como si quisiera demostrar que es digno de su apellido.

Me duele que sienta que no, pero no digo nada por qué se pone evasivo y mi hermano no es eso, él prefiere andar sonriendo y yo no soy quien para juzgarlo, pero siempre con pequeños detalles intento decirle que es más que suficiente. Nunca con palabras, siempre con obsequios.

Sigo sin saber si es suficiente, pero espero que si.

Accedo a la habitación y me muevo al tocador para sacarlo del pequeño compartimiento que hay en el cajón, cuando lo tengo entre mis dedos, me paro en el umbral de la puerta. Ya está vacía, lo único que quedaba aquí mío era este collar.

Ridícula o no, se me resbala una lágrima. Pero la limpio, respiró hondo y me pongo el collar. Listo. Aquí termino todo lo de Londres.

—Rachel...

Cierro los ojos en seguida al reconocer la voz. Joder. Sacudo la cabeza y cierro la puerta con la llave, optó por pasarla derecho, lo último que quiero es ver su cara.

—Rachel...

—No te quiero ver, Luisa. Y tengo prisa —avanzo hacia las escaleras, pero su agarre en mi brazo me detiene—. Suéltame.

—¿Por qué te vas? —susurra—. Se supone que está central es...

—No es de tu incumbencia.

Halo mi brazo, logrando soltarme, pero el que se interponga en mi camino no me deja avanzar.

—Dijiste que querías pasar tu...

—Ya te dije que no es tu incumbencia —siseo—. No te debo explicaciones. Quítate.

—Somos...

—Nada —me cruzo de brazos—. Soy una mojigata, ¿Recuerdas?, la aguafiestas y todo eso —elevo el mentón—. Le dijiste a todas las chicas que te voltee la cara varias veces y que te tire al piso. ¿Que somos después de eso?, nunca dejaste de rebajarme. No quiero hablar con gente como tú.

—Si me golpeaste...

—Pero no les dijiste por qué, ¿O si? —enarco una ceja—. ¿Les dijiste todo lo que me dijiste?, No. Me hiciste la mala, cuando en realidad, esa eras tu.

—Podemos ser amigas de nuevo... Te puedo perdo...

—¿Perdonar?, ¿Me vas a perdonar tu a mi? —suelto una risa—. No, gracias. Eres tóxica, Luisa. Si me voy es para no tener a ese tipo de personas cerca, así que no. No podemos volver a ser amigas. Tu de buena amiga no tienes nada y no hay nada que me interese recuperar por aquí. De hecho, me va muchísimo mejor desde que te deje de hablar.

Su expresión cambia, no sé bien con que intenciones venía, pero ahí está la verdadera Luisa.

—Llevas tiempo saliendo con Christopher y si es que ya follaste, sigues siendo una mojigata, ¿Eh?

Elevó la comisura.

—¿Y que? —me le burlo—. A mí novio le encanta mi fase mojigata —le guiño un ojo.

—Venía por información, no dejan de correr rumores, ya tengo lo que quería.

Se da la vuelta y respiro hondo. Mejor. Que piense lo que quiera, no es como que me dé de comer.

𝗦𝗢 𝗜𝗧 𝗚𝗢𝗘𝗦 | 𝗙𝗔𝗡𝗙𝗜𝗖 𝗖𝗛𝗥𝗜𝗦𝗖𝗛𝗘𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora