𝗦𝗢 𝗜𝗧 𝗚𝗢𝗘𝗦 | 𝗙𝗔𝗡𝗙𝗜𝗖 𝗖𝗛𝗥𝗜𝗦𝗖𝗛𝗘𝗟

Capitulo 14. 𓃠

Rachel.

Coloco sobre el plato tres piezas de pollo, al igual que la ración de papas fritas antes de huir a la terraza.

El olor de pollo y papas persiste en el aire, pero a lo mejor se disipa más tarde.

Antes de que llegue Christopher, espero.

Me pongo a comer como si fuera mi última comida de mi vida... Y me suena el teléfono justo cuando me llevo la siguiente pieza de pollo a la boca.

Suelto un suspiro de frustración antes de levantarme a buscarlo. No hace falta. Miranda viene a con él, sonriéndome antes de retirarse.

Esa mujer es muy silenciosa.

Contesto sin ver el identificador... Dándome cuenta del error garrafal cuando es a Harry a quien veo al otro lado de la pantalla.

—Hola, enana.

Suelto un chillido de emoción antes de irme a sentar de nuevo. Intento arreglar el desastre que es mi cabello, por qué me acabo de levantar, pero antes de terminar ya estoy escuchando su risa.

Idiota.

—¿Ni un como estás? —me quejo—. Desde hace como doscientos meses no hablamos y no me preguntas ni un "¿Cómo estás?" —reprocho.

—¿Por qué parece que te acabas de levantar, Rachel?, son, ¿Que hora?, ¿Las 12:30 pm?

Suelto un bufido.

Son las 2:30 pm.

—No. Que grosero. En vez de decirme lo mucho que me extrañas, te...

—¿Cómo estás, Rachel? —me interrumpe.

Me muerdo el labio, tomando una de las papas fritas que tanto amo y que si no le termino para antes de las tres, voy a pasar a ser Rachel la embarazada muerta.

—Excelente —suspiro—. ¿Como en cuanto crees que podremos hacer otra llamada?

—Meses de nuevo —se apoya contra el respaldar de su silla—. Soy una pobre alma explotada.

Frunzo el ceño.

—Eso no me gusta —declaro—. Te tienen incomunicado en quien sabe que lugar y solo me puedes llamar cada seis meses. De haber sabido, te hubiera dicho hace rato un gran acontecimiento.

—Es mi trabajo, Rach —suaviza el tono de voz—. Y está bien, me mantiene muy ocupado.

—Esa misión no tiene ni pies ni cabeza, ¿Saben cuando la van a terminar o...?

—No hay fecha, no le podemos poner fecha —se cruza de brazos—. Pero avanzamos, enana, tranquila.

—Quisiera que estuvieras conmigo aunque sea una semana —suspiro—. Mejor te voy a contar el gran acontecimiento antes de que te griten un: Smith, corta eso.

—Vale, suéltalo. ¿Ya tienes novio?

Muchas cosas de que hablar, si.

—Ujum —asiento—. No vas a creer quien es.

—¿Bratt el que se la pasaba jodiendo? —intenta.

Sacudo la cabeza.

—¿Jugamos a las adivinanzas? —sonrío—. No, yo creo que no tenemos mucho tiempo.

—¿Entonces quien es el desafortunado?

Un ligero sonido. Las llaves...

—Mierda.

Parece divertido.

—¿Así se llama el desafortunado?

—El desafortunado acaba de llegar y me va a matar —susurro, viendo las dos piezas de pollo que ya no me pude comer—. Todo por tu culpa, Harry —mascullo.