Chiara encontraba mucha inspiración en el silencio de la madrugada. Bajaban los estímulos externos, aumentaba la concentración. No paraba de escribir en su libreta, sentada en el suelo, apoyada en el sofá y con su guitarra en las manos. Hacía tiempo que no estaba tan inspirada como en esos días, después de dos semanas maravillosas en las que había sentido que, en cualquier momento, su corazón podría salir de su pecho.Era la primera noche que Rus y Chiara pasaban separadas después de Grecia. La ucraniana había ido a pasar el fin de semana con su hermana y su sobrina, además de ir a dejar su maleta a casa. Y aunque la echaba de menos después de doce noches juntas, a Chiara le gustaba la sensación de paz que tenía en esos momentos. De confianza y seguridad. Se había sorprendido de la serenidad que estaba sintiendo con respecto a la naturaleza de la relación que estaba construyendo con Ruslana. No dejaba de ser intensa en cuanto a lo que sentía, pero Chiara podía notar que era otro tipo de amor. No era adolescente, era tranquilo, era orgánico, sin miedos, sin inseguridades. Eso era completamente nuevo para ella y había descubierto que le encantaba.
Los días posteriores a la publicación de Instagram, la menorquina había recibido muchos mensajes alegrándose por ellas. Tanto en redes como por privado. Compañeras y compañeros de la industria, amigas, amigos, fans... Su familia. Emma la había llamado la misma noche, al principio recriminándole en broma que no le hubiera contado nada, para después decirle que se alegraba por ellas, "porque encontrar el amor en una amiga es una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida. Tu padre es mi mejor amigo". Jasmine solo le mandó un mensaje: "Dile a Rus que ahora que es mi cuñada, sí o sí, me tiene que llevar a Tenerife. Btw, LOVE U2".
"Ruski endgame" llevaba días siendo trending topic con edits que Chiara veía una y otra vez. Sobre todo uno, con la canción Invisible string de Taylor Swift, que comenzaba con aquel abrazo incómodo en el casting y, tras un recorrido por imágenes y vídeos de estos seis años, acababa con la foto de sus manos entrelazadas. Se lo había descargado y hasta dado like, igual que Rus, lo cual desencadenó otra nueva locura en redes.
"Voy a verlo otra vez", dijo traviesa, como si alguien pudiera estar escuchándola y le diera vergüenza. Era una especie de placer culpable ver esa línea de tiempo. Sobre todo porque ahora ciertas fotos y vídeos que aparecían cambiaban completamente de significado al saber que, en la época en la que se tomaron, Ruslana ya sentía algo por ella. Y siempre le ocurría lo mismo cuando lo veía: se le dibujaba una sonrisa tan grande, que la cara le terminaba doliendo.
Pero esa noche su sonrisa se congeló cuando una llamada interrumpió el vídeo. En mitad de la pantalla aparecieron tres letras: "Vio". Chiara miró la hora. La una y media de la madrugada.
La relación entre ellas, después de la ruptura, había pasado por varias etapas en aquellos tres años, entre ellas, el rencor y la indiferencia, hasta llegar a la cordialidad. No estaban en sus vidas. Algún mensaje para felicitar los cumpleaños y los éxitos profesionales, algún like en redes (después de que Chiara volviera a seguirla cuando comenzó con Selene), que hacía revivir a las kivistas un par de horas, conversaciones sin profundidad cuando coincidían en eventos, aunque la menorquina prefería evitarla. De hecho, hacía meses que no coincidían. La decepción y rabia de los primeros años se transformaron en un recuerdo (y unas cuantas canciones) que a veces se paseaba por su mente. No iba a negar que alguna vez había pensado cómo sería su vida si las cosas no se hubieran torcido de aquella manera.
¿Le sorprendió la llamada? Muchísimo. Sobre todo a esas horas de la noche. Y por eso mismo, Chiara contestó. "Tal vez le pasa algo", pensó. La extrañeza se convirtió en preocupación. No podía evitarlo. Había sido una persona muy importante en su vida, a pesar de todo. Como había escuchado en alguna parte, "nadie es tan maravilloso como parece al principio, ni tan hijo de puta como al final".
ESTÁS LEYENDO
Que el tiempo se pare // RUSKI
FanficUna historia que relata seis años a través de momentos clave. Esto es ficción. Una utopía. Por diversión y por probarme en la escritura. En twitter: @ficruski (voy avisando de las actualizaciones)