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La alta dirección del Barcelona reaccionó rápidamente.
El departamento de relaciones públicas del club emitió un anuncio casi de inmediato.
El comunicado terminaba con la destitución del director deportivo.
Sin embargo, la opinión pública no se calmó.
Muchos comprendieron lo que estaba ocurriendo.
El director deportivo despedido no era más que el chivo expiatorio que la directiva había lanzado para aplacar a la gente.
Los socios enojados del Barcelona no se dieron por vencidos y continuaron organizando la destitución de Daxiong.
Daxiong estaba exhausto.
Hizo todo lo posible por estabilizar a esos socios descontentos.
Prometió muchas cosas.
Por ejemplo, que al finalizar la temporada comprarían de nuevo a Morales desde el Liverpool, y que al mismo tiempo se desharían de Dembélé.
De alguna manera, logró calmar la insatisfacción de los miembros.
Pero antes de que el Barcelona pudiera tomar alguna medida, llegó una noticia que alteraría los planes.
Mendes, el agente de Morales, viajó a Liverpool.
Se reunió con el director deportivo Edwards.
Ambos comenzaron las negociaciones para la renovación del contrato de Morales.
La razón era clara: había rumores de que varios clubes grandes como el Atlético de Madrid, Real Madrid, Chelsea, Manchester United, Manchester City, Bayern de Múnich y el París Saint-Germain, todos querían llevarse a Morales en la ventana de verano.
Algunos de estos clubes ya habían presentado ofertas.
Las ofertas habían superado los 100 millones de libras.
El grupo Fenway, propietario del Liverpool, no podía quedarse de brazos cruzados.
Así que iniciaron negociaciones de renovación de contrato con Mendes.
Mendes, que entendía bien las ideas de Morales, apoyaba su plan de carrera.
Expresó su visión a Edwards durante las negociaciones para la renovación del contrato.
Sin embargo, ambas partes no lograron ponerse de acuerdo sobre el salario en un primer momento.
Mendes quería asegurar el salario más alto de la Premier League para Morales.
Pero Edwards no podía ofrecer un salario semanal de 230,000 libras.
El Liverpool no era como el Manchester City.
No tenían un "papá petróleo" detrás.
Dar un salario tan elevado destruiría la estructura salarial del equipo.
Edwards solo podía intentar reducir la cantidad.
Estaba dispuesto a ofrecer un salario máximo de 200,000 libras por semana, el más alto dentro del equipo.
Pero para compensar, propuso bonificaciones por goles, victorias y campeonatos.
Además, Mendes exigió que el contrato incluyera una cláusula de rescisión clara.
En La Liga, cada jugador tiene una cláusula de rescisión explícita.
Pero la Premier League no lo requiere.
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El Arte de la Defensa:El Rey de los Robos
Fanfiction--- Renacido en el invierno de 2018. Fue despedido por el Barcelona justo cuando comenzaba a brillar, y tras negarse a aceptar los sobornos del capitán del equipo de fútbol masculino, fue completamente vetado por el equipo. Su carrera empezó con una...