Capítulo 32:La verdad se revela y los directivos del Barcelona están atónitos

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El equipo se disolvió tras el entrenamiento. No había palabras, solo cansancio y una tensión invisible en el aire. Salah, Mané y Morales se dirigieron al lujoso auto de Salah, sumidos en sus pensamientos. A pesar de que vivían a pocos metros unos de otros, el ambiente entre ellos parecía más distante de lo habitual. El cansancio físico era evidente, pero había algo más, algo que estaba creciendo sin que ninguno de ellos lo dijera en voz alta.

Morales miró por la ventana durante todo el trayecto de vuelta, con el rostro apretado en una mueca de frustración. Sentía el peso de la presión, la constante vigilancia de los medios, y esa extraña sensación de que había algo que aún no estaba bien. Llegaron a sus hogares, pero como de costumbre, cenaron juntos, en un silencio inusualmente pesado. Después de la comida, sin pronunciar demasiadas palabras, fueron a practicar al pequeño estadio privado en la casa de Morales. Aquel espacio, que antes había sido su santuario, ahora parecía impregnado por la ansiedad de lo que estaba por venir.

Tras una sesión de entrenamiento intensa, se despidieron brevemente. Morales, ya solo, se dirigió a su casa, donde el calor de la ducha no logró quitarle esa sensación de desasosiego que lo acompañaba desde hacía días.

Cuando por fin se sentó frente a su computadora, abrió el sistema esperando algún tipo de alivio. Sin embargo, lo que encontró fue una nueva decepción.

[Valor de emoción negativa: 4669 puntos]

El contador de emociones negativas no había aumentado mucho después de su partido contra el West Ham United. Morales se quedó mirando la pantalla, perplejo. Había dado lo mejor de sí en cada partido, ¿por qué no lograba más reacciones? Su desempeño estaba siendo tan dominante que los rivales ya no parecían sorprenderse cuando los superaba. Era como si se hubieran resignado a la inevitabilidad de su éxito, lo cual, para Morales, era un nuevo tipo de frustración.

**"Cuanto más alto vuelas, menos reacciones provoca tu caída,"** pensó Morales mientras cerraba el sistema con un suspiro. No podía culpar a nadie más. Sabía que se estaba convirtiendo en una fuerza imparable en el fútbol, pero eso mismo hacía que cada vez fuera más difícil generar las emociones negativas que tanto necesitaba para seguir creciendo. Como en el caso de Ronaldo o Messi, los defensas ya no se sorprendían cuando los pasaban, lo consideraban normal, y esa normalidad era lo que más enfurecía a Morales.

El fastidio lo impulsó a levantarse de la cama y continuar entrenando. **"¡No puedo quedarme quieto esperando! Si el sistema no me da más poder, lo ganaré con trabajo duro."** Incluso si las mejoras eran mínimas, todo avance contaba. Cada pequeño paso lo acercaba más a la perfección, y Morales estaba dispuesto a tomar cada oportunidad, por pequeña que fuera.

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Mientras Morales trabajaba incansablemente en su progreso, en otro lado del mundo, los medios no descansaban. Las noticias sobre el próximo enfrentamiento entre Liverpool y Barcelona en la Champions League estaban en todos los titulares. Cada programa deportivo, cada periódico y cada blog de fútbol discutían el esperado choque entre los dos gigantes del fútbol europeo.

Sin embargo, no era solo el partido lo que capturaba la atención de todos. El morbo alrededor de Coutinho, quien había dejado al Liverpool para unirse al Barcelona, y la tormentosa historia de Morales con el club catalán, alimentaban las expectativas. La prensa, como era de esperarse, no perdía oportunidad de explotar esa narrativa. Pero algo más oscuro comenzaba a gestarse.

Algunos medios, aparentemente guiados por una agenda oculta, comenzaron a publicar detalles sobre la salida forzada de Morales de Barcelona. Se hablaba de la pelea con Dembélé, de cómo Morales se había negado a disculparse y cómo la directiva del club lo había obligado a rescindir su contrato. Incluso aparecieron imágenes borrosas que, supuestamente, mostraban a Morales golpeando a Dembélé. A pesar de la mala calidad de las fotos, comenzaron a generar una ola de condena en las redes sociales.

Pronto, los aficionados del Tottenham y otros rivales de Morales comenzaron a exigir sanciones, pidiendo que se le castigara de la misma manera que a Son Heung-min en su momento. Las críticas se acumulaban rápidamente, y parecía que una tormenta mediática estaba por desatarse.

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Mendes, el astuto agente de Morales, no tardó en detectar el creciente peligro. Su instinto le decía que algo estaba mal, y no se equivocaba. Utilizó todas sus conexiones en la industria para averiguar quién estaba detrás de esta campaña de desprestigio. Sabía que si no actuaba rápido, la reputación de su jugador estrella podría sufrir un golpe irreparable.

Finalmente, los resultados de su investigación llegaron, y la verdad fue revelada. La información fue devastadora, pero no sorprendente.

"¡Jefe! Hemos descubierto la fuente. Los medios que iniciaron la campaña en contra de Morales están siendo financiados por el Barcelona. ¡Sobornamos a algunos contactos en la prensa, y nos dijeron que fue la directiva del club quien les pagó para iniciar el ataque!"

El rostro de Mendes se oscureció mientras escuchaba el reporte. Todo encajaba. Hace meses, Barcelona había intentado recuperar a Morales, pero Mendes, sabiendo bien la postura del jugador, había rechazado la oferta en su nombre. Ahora, la directiva del club catalán, resentida por la negativa, había decidido destruirlo mediante una campaña de desprestigio.

Mendes sabía que Barcelona tenía un historial oscuro en este tipo de tácticas. Lo habían hecho antes. Recordaba cómo manipularon a la prensa para obligar a Ronaldinho a salir del club, y más tarde, cómo incluso Messi no se salvó de su juego sucio. Ahora Morales era su nuevo objetivo.

"Esto no quedará así," pensó Mendes, con una furia fría. **"¡Contraatacaremos!"** Se levantó y ordenó a su equipo moverse de inmediato. Sabían que tenían las pruebas suficientes para voltear la situación.

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A la mañana siguiente, los medios explotaron con una nueva serie de titulares que cambiaron por completo el panorama:

- **"¡Dembele provocó la pelea! La verdad finalmente sale a la luz"**

- **"Los ejecutivos del Barcelona expuestos: la trama detrás del desprestigio de Morales"**

- **"Barcelona deshonra a sus propios canteranos para proteger a una estrella caída"**

- **"¡Revelado! Barcelona pagó a los medios para destruir la reputación de Morales"**

La campaña de Mendes había sido efectiva, y la verdad finalmente estaba en boca de todos. Los que antes atacaban a Morales, ahora apuntaban sus críticas hacia Dembélé y la directiva del Barcelona. Los aficionados del club catalán, que hasta entonces habían estado en la oscuridad, ahora estaban furiosos al descubrir cómo su club había traicionado a uno de los suyos.

Los hinchas se sentían traicionados, no solo por haber expulsado a un canterano que estaba brillando en el Liverpool, sino también por el hecho de que su club había mentido y manipulado a la prensa para proteger a un jugador que había costado más de 100 millones de euros y que apenas podía mantenerse en forma. La indignación creció a tal punto que algunos aficionados se dirigieron al Camp Nou con pancartas exigiendo la renuncia inmediata de la junta directiva.

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En el despacho de los directivos, Daxiong, uno de los principales responsables de la campaña contra Morales, observaba con una mezcla de miedo e ira. Desde su ventana, podía ver a los aficionados manifestándose fuera del estadio, y dentro de la sala, el ambiente era tenso. Con un golpe seco sobre la mesa, rompió el silencio:

"¿Cómo permitieron que se filtrara la información? ¡¿Cómo es posible que hayan expuesto nuestros tratos con los medios?! ¡Ni siquiera pueden manejar algo tan sencillo!"

Los demás directivos intercambiaron miradas nerviosas, sin atreverse a responder. Sabían que Daxiong era el principal culpable, pero también sabían que la situación había llegado a un punto crítico. Si no lograban contener la crisis, no solo perderían sus puestos, sino que algunos podrían enfrentar cargos legales.

El caos que habían desatado estaba fuera de su control, y ahora, solo quedaba esperar las consecuencias.

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"Las mentiras tienen piernas cortas, pero la verdad siempre llega a la meta."—Miguel de Cervantes

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El Arte de la Defensa:El Rey de los RobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora