Capítulo 47: ¡Mal Comienzo! Morales Sufre en Silencio

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Así fue como todo comenzó, en un instante que prometía ser inolvidable.

Los jugadores del Barcelona, que en un principio parecían estar invadidos por la confianza, se sintieron de repente aplastados por una nube de ansiedad.

Los ojos de algunos de ellos se alzaron hacia las gradas, y en ese preciso momento, su rostro se tornó pálido, como si les hubiera golpeado una ola de realidad. Anfield, conocido por ser un terreno hostil en la Premier League, reverberaba con una energía única.

Ahora, con otro TIFO de una superestrella ondeando majestuosamente, la afición no solo quería demostrar su apoyo; estaban decididos a hacer eco de las audaces palabras sobre una remontada. Morales, junto a ellos, alzó la vista y se encontró con una escena verdaderamente impactante.

El rugido de decenas de miles de voces se entrelazaba en el aire, creando una atmósfera electrizante. ¡Esa escena era el corazón palpitante del fútbol! Aquellos jugadores, que nunca habían experimentado un estadio a reventar, o los jóvenes que disputaban su primer partido, podrían haber caído en un abismo de temor.

"......"

"¡Et......!"

"¡EX......!"

El estruendo del estadio resonaba como un eco de guerra.

Eran los aficionados, fervorosos en su apoyo hacia Morales, y al mismo tiempo, presionando a Messi, quien ahora se encontraba en la mira. Sus voces respondían a las provocaciones de la superestrella argentina a su manera, creando un ambiente que no solo llenaba de esperanza, sino que también encendía una chispa de desafío en el corazón de Morales. No pudo evitar sentirse conmovido ante tal entrega.

¿Por qué vale la pena amar el fútbol? Esta era una de las respuestas.

En ese momento, comprendió que, sin importar cuán duro sea el combate en el campo, siempre hay un rayo de luz proveniente de aquellos que alientan desde las gradas.

Los capitanes de ambos equipos se posicionaron frente al árbitro para el sorteo de la moneda, mientras Morales observaba a su alrededor, sintiendo cómo el tiempo se ralentizaba. La ausencia de Firmino había debilitado considerablemente la delantera de Salah.

Con una determinación palpable, Klopp decidió reforzar el mediocampo, adelantando la posición de Morales para que jugara como mediapunta. Así, no solo podría ayudar a la defensa, sino también maximizar su rol ofensivo, buscando crear sinergias con los laterales que tanto necesitaban.

¡No había otra opción! Con los delanteros gravemente lesionados y los suplentes también fuera de combate, era crucial que Morales tomara las riendas y compensara las ausencias.

"¡Mo! ¡Vamos!"

"¡Te estaré animando desde la banda!"

La pequeña recogepelotas frente a Morales lo miraba con sus grandes ojos brillantes, llenos de esperanza. Morales, contagiado por su entusiasmo, la animó con una sonrisa. Esa mirada, inocente y tierna, tocó su corazón.

"¡Está bien! ¡Haré todo lo posible!"

"¡Puedo marcar un gol para ti!"

Con un gesto cariñoso, Morales levantó la mano y acarició la cabeza de la niña. "Acordemos una celebración especial. ¡Así sabrás que el gol es para ti!"

La emoción iluminó el rostro de la pequeña, que apenas podía contener su incredulidad.

"¿De verdad?"

La confirmación de Morales la llenó de alegría, y su mente comenzó a idear cómo podría ser esa celebración.

"¡Ya sé!"

El Arte de la Defensa:El Rey de los RobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora