El ambiente era tranquilo, con el sol entrando por las grandes ventanas del comedor. Audrey y yo nos habíamos acomodado a la mesa, pero el vacío que dejaban nuestros padres se sentía profundo, incluso en medio de la conversación con nuestra abuela.
Audrey, sin embargo, parecía más acostumbrada a la ausencia. Tomó un trozo de carne con su tenedor, y sin perder la compostura, preguntó con ese tono inocente que solo ella podía lograr:
—¿Cuándo volverán papá y mamá?
Aproveché ese momento para tomar un sorbo de mi jugo de naranja. El sabor cítrico llenaba mi boca mientras veía la pequeña bandeja junto a mí con las pastillas para el asma. pero no menos molesta. Me las tomé rápido y volví la mirada a mi abuela, esperando su respuesta.
—Audrey querida, sabes que ellos no podrán estar hoy —respondió ella, su voz suave pero firme, como siempre—. Pero estarán conmigo —añadió, dirigiéndonos una mirada comprensiva.
Audrey y yo intercambiamos sonrisas, aunque la mía se sentía algo forzada.
—Qué bueno, abue —dije, dejando el vaso y mirándola con una sonrisa.
Mi abuela me devolvió la sonrisa, pero pronto noté que su mirada cambió, más seria, cuando dejó los cubiertos sobre la mesa y abordó un tema que no esperaba.
—Audrey y Aurélie—comenzó, cruzando sus manos sobre la mesa—, ¿por qué ambas terminaron sus relaciones? Tú con Ben —señaló a Audrey—y tú con Chad —me dirigió la mirada.
Sentí cómo mi estómago se encogía al oír esas palabras. Audrey, que hasta ahora había estado relajada, dejó de cortar su comida y se enderezó en su silla. Mi corazón latía más rápido. No esperaba que ella mencionara a Ben, y mucho menos que se refiriera a Chad como si fuera algo importante para mí.
—Abuela, Ben y yo decidimos no seguir —dijo Audrey, con la misma tranquilidad con la que siempre hablaba de todo. Parecía que no le afectaba en absoluto.
Yo, por mi parte, me quedé en silencio, esperando que mi abuela pasara al siguiente tema, pero lo que sucedió fue muy diferente. La sonrisa que Leah tenía en su rostro se desvaneció rápidamente.
—¿No seguir? —repitió Leah, su tono repentinamente más agudo, mientras fruncía el ceño. Soltó un pequeño suspiro y sus ojos se clavaron en Audrey primero, luego en mí—. No puedo creerlo. Audrey, ¿cómo es posible que hayas dejado a Ben? Él es un buen muchacho, de una buena familia. Tu padre estaría decepcionado.
Audrey solo la miró sin inmutarse, manteniendo su compostura. Pero sabía que este tipo de comentarios solían incomodarla, aunque lo disimulara.
Luego, Leah dirigió su atención hacia mí. Su mirada se endureció aún más.
—Y tú, Aurélie, con Chad... ¿Qué pasó? No puedo entender por qué decidiste terminar con alguien tan adecuado para ti. Él es perfecto, tal como te lo he dicho siempre. —La furia en su voz iba creciendo—. Es como si no apreciaran las oportunidades que tienen. ¿Qué es lo que les pasa?
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OUR BLOOD LINES // descendants
RomanceComo una bestia bajo un hechizo. Aurélie, aunque tímida, siente una atracción innegable hacia él, un sentimiento que no puede ignorar, aunque su timidez la haga tartamudear cuando está cerca de él. Es como si ambos compartieran un lazo invisible, má...