Como una bestia bajo un hechizo. Aurélie, aunque tímida, siente una atracción innegable hacia él, un sentimiento que no puede ignorar, aunque su timidez la haga tartamudear cuando está cerca de él.
Es como si ambos compartieran un lazo invisible, má...
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El día está precioso; el castigo de Ben terminará la próxima semana, y todo ha ido muy bien con sus padres.
Me encuentro dibujando, sentada en las gradas junto a Zelenne, Carlos y Lonnie. Desde aquí, vemos a Ben entrenando con Jay en el campus.
—Odio la clase de matemáticas —dice Zelenne con un suspiro—. Miren este examen… mis padres me van a matar.
En la hoja, un gran "F" en rojo resaltaba a la vista.
—Bueno, si estudiaras más, tendrías una calificación sobresaliente —comenta Lonnie, mostrándole su hoja con una "A+" en verde y una carita feliz que decía “¡Perfecto!”.
Mi examen estaba escondido bajo mi mochila; también soy mala en matemáticas. Es una materia complicada, y casi nunca logro prestarle mucha atención.
—Bueno, yo tampoco soy tan bueno —comenta Carlos, mostrando su hoja, en la que tenía un “C+” y una nota que decía “¡Practica y mejorarás!”.
—Al menos tienes una “C” con un plus —respondo, riendo un poco—. Yo solo logré una “D” sin más… pero, oye, al menos no es una “F”.
Zelenne suspira y se encoge de hombros.
—Por lo menos tú estudiaste. Yo me fui con el “de tin marín” —bromea, dándole un codazo amistoso a Carlos.
Lonnie suelta una risa mientras revisa de nuevo su hoja impecable.
—¡Bueno, ya sabemos quién nos dará clases! —dice, levantando su hoja con la “A+” en verde.
—Ay, no, ¡serías muy estricta! —protesta Zelenne, riendo.
Yo sonrío y sigo dibujando, escuchando sus risas de fondo, disfrutando de la ligera distracción de las matemáticas.
—Bueno, si hubieras estudiado, no tendrías que estar en mis clases —dice Lonnie, alzando una ceja con una sonrisa traviesa.
—¿Puedo estar en tus clases? —pregunta Carlos, haciéndose el interesado, mientras le guiña un ojo.
Lonnie se ríe y le da un ligero empujón en el hombro.
—Primero tendrás que ganarte una “B” —responde Lonnie con una sonrisa divertida—. Solo acepto alumnos de alto nivel.
—¿Qué tan alto? —bromea Carlos, inclinándose hacia ella con una sonrisa.
Zelenne y yo nos miramos y compartimos una risa silenciosa, disfrutando de la pequeña competencia entre ellos.
Mi dibujo está casi terminado; es de Jay y Ben entrenando, capturando su energía y movimiento. Justo entonces, veo cómo Lonnie toma mi hoja de prueba y la examina con atención.
—De verdad no mentías cuando dijiste que sacaste una “D” —comenta, mirándome con una sonrisa comprensiva.
Me vuelvo hacia ella, algo avergonzada, pero antes de que pueda decir algo, escucho la voz de Ben acercándose junto a Jay.
