¿Confesiones, problemas?
El día estaba hermoso, el sol radiante como siempre, pero eso no duró mucho cuando me topé con Charming.
Intenté hacerme la desorientada, tal vez para dar la impresión de que no lo había visto, pero no sirvió de mucho.
- Au, es un bonito día, ¿no es así? -comenzó a acercarse, con esa sonrisa arrogante que siempre me irritaba.
- Sí -respondí, mirando hacia el piso, con ganas de gritar al mil.
- Bueno, iré al grano. Audrey me dijo que querías salir conmigo.
Mi cara... Dios mío, mi cara mostraba lo que no podía expresar con palabras.
- ¿Qué?
- Estoy dispuesto a salir contigo a una cita -dijo él, su tono lleno de confianza-. Solo quiero un beso al final de la noche, y creo que podrías disfrutarlo.
- ¿Con tal de qué? Mira, no sé lo que mi hermana te dijo, pero lo que te haya dicho no es cierto. No estoy interesada en ti -respondí, sintiendo cómo la vergüenza y la frustración me invadían.
Charming se rió, como si mi rechazo fuera un juego.
- Vamos, no seas así. Solo un beso, ¿quién podría resistirse?
Sus palabras me hicieron sentir aún más molesta. Era tan egoísta, pensando que podía conseguir lo que quisiera sin importar mis sentimientos.
- No soy un trofeo que puedas ganar -dije, dándole la espalda y alejándome.
- Oye, espera -gritó Charming, pero seguí caminando.
En ese momento, escuché una voz familiar detrás de mí.
- ¿Está todo bien? -era Ben, que se acercaba con una expresión preocupada.
No me detuve, y él comenzó a ir detrás de mí.
- ¿Qué pasa? -insistió, acelerando el paso para alcanzarme.
- Solo quiero estar sola -respondí, tratando de contener mi frustración.
- Entiendo, pero si necesitas hablar, estoy aquí -dijo, su tono suave y comprensivo.
Sentí un pequeño alivio al escuchar su voz. Tal vez, solo tal vez, podría distraerme de todo lo que había pasado con Charming.
Me calmé un poco y comenzamos a caminar. Ben me quitó la mochila y se la puso sobre un hombro.
- ¿Crees que los chicos logren, no sé, adaptarse? -preguntó Ben, mirando hacia adelante mientras alzaba mis hombros.
Pasamos por varios árboles y pronto llegamos a una mini montaña donde había dos troncos huecos en forma de asientos, ubicados bajo un árbol de flores.
- Al principio será difícil, pero no imposible -dije, subiendo por la mini montañita. Él me ofreció su mano para ayudarme a subir.
- Eso demuestra que eres un futuro rey que se preocupa por todos, incluso por los que no tienen remedios -añadí, sonriendo mientras nos sentábamos en los troncos.
Él me miró, y de repente sentí que me comenzaba a poner roja bajo su intensa mirada.
- Tú no te quedas atrás -respondió, con esos ojos verdes fijos en mis ojos azules, ambos brillando con algo más que solo amistad. - Eres realmente perfecta para ser reina. Tú serías la rosa más bella convertida en reina para todo Auradon.
Mi sonrisa se volvió evidente, pero esperaba que mi nerviosismo no lo fuera.
- Audrey, mi hermana, será una buena reina -dije, cambiando de tema para desviar la atención de mis sentimientos.
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OUR BLOOD LINES // descendants
RomanceComo una bestia bajo un hechizo. Aurélie, aunque tímida, siente una atracción innegable hacia él, un sentimiento que no puede ignorar, aunque su timidez la haga tartamudear cuando está cerca de él. Es como si ambos compartieran un lazo invisible, má...