Jueves 10 - Junior H

023.

No sé cuánto tiempo pasa, pero no he tomado casi; algo me tiene tenso que no me deja relajarme. Miro el reloj de mi cel y marca las 2:15 am. En eso, mi celular se ilumina con el nombre de Luanne; me está llamando.

El corazón me late con fuerza. Dejo lo que estoy haciendo y contesto.

—¿Hola? —digo, tratando de sonar casual.

—¡Toñitoo! —su voz suena animada, y creo que está borracha—. ¿Estás despierto?

—Sí, claro, ¿qué pasa? —pregunto, sintiendo un cosquilleo de emoción.

—Nada, me acordé de ti y pensé en llamarte —dice, como si le costara hablar y con una risita.

Siento que la tensión en mi cuerpo comienza a aflojarse. —No, aquí ando, vine a una fiesta de un compa.

Ella ríe, y eso me hace sentir un poco más a gusto. —¿Y qué? ¿Ya andas con alguna chica o qué?

Me echo a reír, tratando de sonar despreocupado. —Nah, solo estoy aquí pasando el rato. La verdad es que prefiero platicar contigo.

—¡Ay, qué romántico! —bromea, y me imagino su sonrisa pícara al otro lado de la línea.

—Ya, ya, no te emociones tanto. Solo estoy siendo honesto —le respondo, sintiendo cómo su energía me contagia.

—¿Donde estas, mami?— pregunto al escuchar la musica del otro lado.

—Mmm, en un bar de no se donde, Fer me trajo aquí —me dice gritando por la musica.

—¿En un bar? —repito, un poco alarmado. La música es tan fuerte que apenas puedo escuchar su voz.

—¡Sí! —responde con entusiasmo—. Es un lugar nuevo, ¡muy divertido!

—Mmm, no me gusta la idea de que estés en un bar tan tarde —le digo, tratando de sonar tranquilo, pero no puedo evitar que una sensación de preocupación en mi pecho.

—Ay, Toñito, relájate. Estoy bien —asegura, y puedo escuchar su risa despreocupada—. Fer y Nini se están encargando de mí.

—Pero dime, ¿hay mucha gente?— digo, tratando de no dejar que esos pensamientos me consuman.

—Sí, está lleno —dice, y su voz se pierde entre la música.

—Luanne, ¿Cómo se llama el lugar donde estas?- pregunto mientras me levanto de donde estaba para dirigirme a la salida sin despedirme de nadie.

—Se llama "La Isla", creo —me responde Luanne, y puedo escuchar el ruido de la música de fondo. Su tono es divertido, pero también un poco distante, como si estuviera tratando de concentrarse en la conversación a pesar de la fiesta.

—¿La Isla? —repito, frunciendo el ceño mientras camino hacia la salida.

—No lo sé, solo vine con Fer y Kenia. —responde con un tono juguetón.

—Estoy bien, Te prometo que todo está controlado —asegura.

—¿Toñito? —pregunta Luanne al otro lado de la línea—. ¿Estás ahí?

—Sí, aquí estoy. Escucha, voy a ir a buscarte.

—No es necesario, de verdad. Estoy bien —dice, aunque puedo sentir que su tono se vuelve un poco más serio.

—No es pregunta, Luanne —insisto—. No voy a quedarme tranquilo sabiendo que estás en un lugar así, con tantas personas.

—Está bien—ríe de nuevo, pero esta vez su risa suena un poco nerviosa—. Te espero.