XXV: Exámenes Jounin II

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Los exámenes jounin continuan.

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Es la calma antes de la tormenta.

Están en la primera etapa de la segunda prueba.

Se adapta a la travesía en terreno Kiri. No está tan mal, teniendo en cuenta. Ha tenido en cuenta el tiempo. Pronto, al segundo día, habrá niebla espesa y las mareas se volverán un poco feroces. Y pronto, en el segundo día, habrá caos entre los participantes. El primer día se estabilizan, se adaptan al entorno, encuentran su equilibrio y confirman su estrategia.

Es el segundo día cuando todos empiezan a actuar.

Y, por supuesto, sólo entonces se moverá.

La espera no es nada nuevo, y la anticipación y la ira se asientan en sus venas como viejos amigos.

El tanto pesa sobre su espalda, casi como un consuelo.

Sonríe.

«¿En qué estás pensando?» pregunta bruscamente Hikaku, con su voz cortando el tibio ambiente que reina entre los tres.

Obito le devuelve la mirada y convierte su sonrisa en una mueca de falsa bravuconería. Señala hacia la niebla del edificio mientras se mueve entre el infierno y la bola de su pie. «Sólo me estoy acostumbrando al entorno. Hay que prepararse para las emboscadas y todo eso, ¿no?».

La cara de Hikaku se reorganiza en una expresión de desdén, su tercero no responde- manteniendo un ojo alrededor en su lugar.

Obito no clasifica a ninguno de los dos como sus compañeros de equipo. No merecen ese título.

Sólo dos lo merecieron y lo merecerán.

(Kakashi es un genio, Rin es una jinchuuriki.

Ambos han llegado muy lejos).

«Sólo un poco de niebla, ¿de qué hay que preocuparse?» Responde Hikaku, con evidente fastidio. «Tenemos nuestro Sharingan a pesar de... realmente...» Hikaku inhala, harto de malgastar palabras con él. «Basta, no te metas en mi camino».

«Yo sólo...» Obito finge buscar las palabras, y luego abandona la conversación por completo mientras baja la mirada y sigue los pasos de Hikaku. Es fácil hacer que sus rasgos se junten en algo desagradable pero resignado. Es un papel fácil en el que caer. Pero, por supuesto, también será fácil desecharlo pronto.

Pero eso no es ni aquí ni ahora.

El segundo día es cuando empezará. No antes. El segundo día, con la niebla y el caos, sí, será cuando actúe. Sabe cómo aprovecharse de una situación, y sabe que el segundo día le proporcionará la mejor cobertura, si no otra cosa.

El tanto descansa sobre su espalda, su peso, un recordatorio.

Casi quiere sonreír.

Realmente, ya no es tan impaciente, Kakashi.

Se ha vuelto bueno esperando. También se ha vuelto bueno en muchas otras cosas.

Tal vez después de esto, incluso pueda pedir el elogio de Kakashi, sólo por esta vez.

Su corazón late.

Sí, esa sería una buena recompensa.

Pero, bueno, es más probable que Kakashi le llame idiota, ¿no?

Rocks fall; Scene endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora