—¡¡Cómo te odio!!
—¡Auch! ¡Auch! ¡E-espera mariposita! ¡¡Te lo explico todo..!!
Luego de aquel fantástico beso, mi amada novia me ha dado una lluvia de golpecitos. Normalmente no me dolería pero sentía el cuerpo hecho puré.
—¡¡Tres meses, Ale!! ¡¡TRES!!
—L-Lo se... —agarro sus muñecas para que deje de golpearme.
—¡¡Estaba preocupada!!
—Lo sé.
—¡Y no sabía si estabas vivo o no!
—¡Lo sé!
—¡¡Y solo dices..!! ¡¿HOLA?!
—¡¡LO SE!!
Luego de que se calme. Lo abrazo con todas las fuerzas que me quedan.
—Se que... la cagué. Me he ausentado mucho tiempo y te preocupe. Pero si me dejas explicarte todo.. Solo dame esa oportunidad.. ¿Por favor?
—......
Suspira. Permitiendo que acomode sus mechones detrás de su oreja. Aprovecho y acarició su mejilla.
—Bueno.
Deje escapar una exhalación de alivio. Me acerco y le doy un beso. Disfrutando de sus labios dulces.
La levanté con cuidado, asegurándome de que estuviera bien tras nuestra caída.
Aún tenía la adrenalina a tope, pero la calma comenzó a asentarse en mí al tenerla tan cerca. El mundo podría haberse desmoronado a nuestro alrededor, pero Harika estaba ahí, en mis brazos, y eso era lo único que importaba. Al verla sana, de pie frente a mí, fue como si un peso gigante se hubiera levantado de mis hombros. Cada segundo sin ella me había dolido, cada día sin verla había sido como un vacío en mi pecho, pero ahora, teniéndola frente a mí, podía respirar de nuevo.
Tomé su mano con suavidad y le di un apretón, intentando contener la emoción que me recorría. A veces no me salían bien las palabras, pero esto... esto lo tenía claro.
Caminé hasta guiarla hasta la sorpresa que tenía para ella.
—Tal como prometí. Te llevaré de paseo.
Sus ojos se abren, iluminados como dos galaxias dilantandose en brillo. Contemplando la moticleta de la que tanto le hable por mensajes.
—Y también como prometí... le puse un silenciador al motor. —Me monté en la moto y extendí la mano hacia ella, sin dejar de mirarla—. ¿Me haces el honor de sacarte a pasear después de tanto tiempo sin vernos?
El brillo en sus ojos era casi palpable.
Ella tomó mi mano, aún con esa mezcla de incredulidad y emoción. Me fijé en su expresión, en cómo sus labios temblaban ligeramente, conteniendo una sonrisa, y cómo sus manos estaban un poco más frías de lo normal.
Pero no era nerviosismo, era pura emoción. Harika no era de las que ocultaban lo que sentían, solo que a veces le costaba encontrar las palabras exactas. En ese momento, no necesitaba decir nada, lo veía todo en su mirada.
—Pensé que... no te volvería a ver —murmuró, casi en un susurro.
Había dolor en su voz, pero también algo más, algo que la mantenía firme, algo que hacía que ese reencuentro fuera aún más significativo. Sabía cuánto había sufrido por mi ausencia, y a pesar de que no podía estar físicamente con ella todo ese tiempo, cada día me había recordado que ella era mi hogar.
—Lo sé, mi amor. Lo siento...
Acaricie su mano con el pulgar, queriendo transmitirle que, aunque había estado lejos, siempre la había llevado en mi mente
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Ⲋⲟⲙⲃⲅⲁ⳽ ⳕⲛ𝖽ⲉⳏⲉⲛ𝖽ⳕⲉⲛⲧⲉ⳽ [VOL.1]
Storie d'amoreEl hijo mayor de la mafia más peligrosa de Italia se ha escapado de casa. Alessandro, harto del monstruo de su padre, decide probar suerte en New Day. Una pequeña ciudad donde desea encontrar su Independencia. Y talvez algo más.