Oops.

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Recordemos que para éste punto; él tenía novia. Y lo que es peor, ésta novia era la misma chica a la que yo (poco a poco) estaba dejando de considerar "mi mejor amiga". No lo voy a dejar a él como el idiota infiel de la historia, es decir... lo fue, pero no sólo él.
Yo tenía novia; sí, novia.
Era una chica de la cuál me enamoré siendo chico (toda una experiencia catfish). La conocí por fakebook pero para ese entonces ella, decía ser un él. Tres meses estuvimos juntos y luego desapareció dos. En ese par, yo por mi propia investigación descubrí que me mentía: encontré las redes sociales del chico que me decía ser, y después de dos meses y cientos de mensajes que le dejé; apareció de nuevo. Me confesó todo y además, que ella realmente estaba enamorada de mí, entonces dije "¿Qué importa? Me enamoré de tu personalidad no de tu (inexistente) miembro o algo así".
Comenzamos "algo", a distancia claro, y debo admitir que esa chica es increiblemente maravillosa y probablemente la única excepción que tendré en mi heterosexualidad, toda mi vida.

Él estaba con otra, yo igual.

Pero ambos descuidamos esas relaciones, ¿por qué? Porque hablabámos todo el santo día por teléfono.

En fin, aquí viene la parte más interesante de ésto...

Aquella noche las palabras que escuché fueron suficientes para cautivarme por completo: empezó a causar en mí sensaciones que aún ahora no sabría explicar de manera exacta. Simple y sencillamente aquella forma de explicarme lo que me haría; la forma en la que me acariciaría aquí y allá, la manera en la que sus labios se apoderarían de los míos... me excitó. Me volvió loca. Pero no voy a darle todo el crédito; yo no me quedé callada. Empecé a corresponderle de forma explícita diciéndole qué haría, cómo lo haría y hasta qué punto llegaría. Seré honesta. Yo a ese chico lo deseaba con todo mi ser y él me demostró con sus palabras que él sentía lo mismo por mí.

Sé que dije que ésto sería explícito y sin censura, pero veo de más el redactarles con detalle lo que nuestras manos hicieron aquella noche y los sonidos que se escuchaban rompiendo el silencio nocturno.

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Tengo un par de amigas que han tenido relaciones a distancia y siempre hacían énfasis a la increible vida sexual que tenían. Yo jamás entendía a qué carajos se referían (¿A caso engañaban a sus parejas en la vida real o qué?) Y ellas me lo explicaban con dos (exquisitas) palabras: sexo telefónico.
Claro que yo nunca entendí un carajo sobre ésta "actividad" pero omití preguntas por la vergüenza (no quería sonar idiota o algo así). Pero aquella noche con él, lo entendí.

Me deshice de mi vergüenza y hablé de ésto con mis dos amigas, diciéndoles: "CREO que tuve sexo telefónico". Obviamente se rieron y (mejor aún) me confirmaron que eso fue exactamente lo que había tenido con él aquélla noche.

Jamás, ni un sólo instante, pensé en su novia (a.k.a. mi mejor amiga). Yo sólo pensaba en esa increíble noche; la gran sonrisa que había sobre mi rostro al dormir (que permaneció ahí al siguiente día más aún cuando muy temprano él me llamó para decirme "buenos días") y lo (real y gigantescamente) feliz que estaba.

Aquél día hablamos normalmente, quizá un poco más cariñosos. Repetimos aquella magnífica actividad. Y hablamos sobre cualquier tema después.

Charlando sobre cosas que no tenían mucho que ver con lo que había entre nosotros, hablamos cada uno sobre nuestras respectivas parejas. Él seguía en lo suyo, y yo en lo mío y aparentemente así seguiríamos.

Tres días después, nos dimos cuenta de que estábamos enamorándonos (de verdad) el uno del otro...

Diario de una relación a distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora