18: You'll be forever mine

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—¿Y si mañana nos descubren? No dejo de pensar en eso —me dijo Frank entre mis brazos

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—¿Y si mañana nos descubren? No dejo de pensar en eso —me dijo Frank entre mis brazos. Esa noche escapó de su habitación para hablar un momento conmigo, pero terminamos llorando cuando me contó que había escuchado a sus padres hablando sobre su compromiso.

Él y yo nos conocemos desde que tenemos uso de razón. Sus padres han trabajado toda una vida en mi casa por lo que Frank y yo nos criamos juntos. Mi familia y la suya siempre han sido unidas, demasiado unidas... por lo que pensamos que cuando les contáramos que él es mi omega y yo su alfa, estarían más que contentos por la noticia. No creímos que continuarían con la estúpida tradición que ha impuesto la sociedad en la que vivimos. Nunca se nos ocurrió que terminarían vendiéndonos a los mejores postores.

Siendo el hijo mayor de mi familia, sabía que heredaría el trono de mi padre cuando este muriera. No es algo que me emocione, sinceramente... la realeza me parece ridícula en este siglo, pero mientras pueda irme de esta casa, tengo que fingir que estoy de acuerdo a las reglas que me imponen... así que también vivo la misma tortura que Frank, al saber que mis padres se encargaron de arreglar un compromiso con el hijo del rey del pueblo vecino.

Como mencioné antes, sé que él es mi omega y yo su alfa desde la primera vez que supimos lo que eso significaba. Mi corazón late fuerte cuando lo tengo entre mis brazos, cuando besos sus dulces labios y toco su cuerpo desnudo mientras hacemos el amor. Su aroma a miel llenaba mis pulmones cada vez que lo tenía cerca y me volvía tan jodidamente loco. Quería marcarlo, que todo el mundo supiera que Frank era mío y que nadie iba a quitármelo, pero nuevamente pensar en todo lo que pasaría si nos íbamos en contra de lo que nuestros padres ya habían decidido a ambos nos daba mucho miedo.

—No sé... quiero confiar en que Alicia no dirá nada de lo que vio —intenté reconfortarlo y besé su frente. Él ocultó su rostro en mi cuello y se acercó más a mi cuerpo.

—Mis padres no pueden enterarse de esto ahora que hicieron trato con los Green. ¿Sabes el enorme problema que eso desataría en nuestra manada?

—Sí, lo sé.

—Inclusive tu manada estaría envuelta en esto y Gerard, juro por dios que no sé qué vamos a hacer si Alicia decide abrir la boca y decir que nos vio besándonos en el prado. Esa perra siempre ha sido una maldita chismosa y —dijo mientras se alejaba de mí y se sentaba en la cama, su ceño fruncido me daba ternura. Sus ojos avellanas reflejaban su fuego interno y podía sentir su aroma volverse más fuerte que era algo invasivo de percibir.

—Mañana hablaré con ella, si tengo que sobornarla para que no diga una sola palabra lo haré. Nadie va a descubrir nuestro secreto. Solo necesito que te relajes, ¿bien? —besé sus labios y asintió. Confiaba en mí y ahora mi trabajo era que Alicia no diga absolutamente nada.

Dicho esto, a primera hora estuve despierto. Bajé rápido a buscarla, pero me topé con mi padre haciendo su recorrido mañanero junto a sus asistentes. Me pidió que me uniera a él para comentarme ciertas cosas importantes sobre la legislación de nuestro poblado y toda esa mierda que sinceramente no me importa, pero cuando vi a Alicia sentada cerca de la piscina, recién despierta y esperando a que las sirvientas le llevaran su desayuno a la mesa, me disculpé con mi padre y corrí hacia ella.

FRERARDTOBER 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora