—¡Esto es un verdadero ataque zombi! —exclamó Xavier, decapitando a tres zombis a la vez con una katana que sostenía en su mano derecha. La katana era blanca y negra, pero aparte de eso, parecía una espada japonesa de alta calidad.
—¡Hicimos bien en volver! —dijo Ajax con una sonrisa, aplastando la cabeza de un zombi asqueroso y feo bajo su pie.
Ambos eran fanáticos de los juegos de zombis y estar en una especie de apocalipsis zombi era uno de sus sueños.
—No estamos aquí para divertirnos, muchachos... —dijo Yoko, suspirando mientras blandía un gran martillo blanco y negro, estrellándolo contra la cabeza de un zombi, que explotó como una sandía por el impacto.
El martillo era cortesía de Xavier, por lo que Yoko no tendría que tocar al repulsivo no-muerto con sus manos. Pesaba más de 30 kilogramos, pero Yoko lo manejaba con una sola mano como si no fuera nada.
—Por aquí —dijo Enid, olfateando el aire y caminando por el terreno de la escuela. El grupo tuvo que abrirse paso entre los zombis. Por suerte, los profesores se encargaron de las hordas más grandes, por lo que no perdieron mucho tiempo.
—¿Puede funcionar tu sentido del olfato con todo este hedor a podrido? —preguntó Divina, tapándose la nariz con una expresión de disgusto.
—El hedor de Hyde es tan fuerte como el de los zombis. No puede engañarme —respondió Enid mientras se apresuraba.
El sentido del olfato de un hombre lobo no podía subestimarse. Enid tuvo mucho tiempo para captar el olor de Hyde cuando luchó contra Luke y Wednesday meses atrás. No lo olvidaría fácilmente.
El grupo continuó su marcha, matando a uno o dos zombis que se cruzaron en su camino.
—Ese es el invernadero... —comentó Ajax, mirando el edificio distante donde solían tener clases de botánica, que habían sido canceladas después de que el profesor se fuera repentinamente.
El invernadero lucía más sombrío de lo habitual debido a la luz rojiza de la luna. La estructura de vidrio y metal reflejaba el brillo carmesí.
"Está ahí. Y no está solo", dijo Enid antes de correr hacia las puertas del invernadero sin dudarlo.
Xavier, Yoko, Ajax y Divina no tuvieron más remedio que correr detrás de Enid y entrar al invernadero, donde presenciaron una extraña escena que se desarrollaba.
Tyler, completamente transformado en su forma de Hyde, les daba la espalda. Estaba en un pozo que parecía haber sido cavado por sus propias manos. Sus enormes y afiladas garras seguían desgarrando la tierra a una velocidad asombrosa, esparciendo trozos de tierra y raíces por todas partes.
Desde su posición, los demás solo podían ver la enorme espalda del monstruo y los pocos mechones de cabello desordenados que se balanceaban con cada movimiento que hacía.
Sentada perezosamente en un escritorio con las piernas cruzadas, Amaranth miraba sus uñas pintadas de rojo oscuro. A unos metros de distancia se encontraba Deacon, apoyado en la pizarra. Era imposible saber hacia dónde miraba, ya que no tenía ojos y su capucha ocultaba su rostro sin rasgos.
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Wednesday: El psíquico más fuerte
FanfictionLuke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media. Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no e...