—Oye, es una hora extraña para que estés desayunando —dijo Luke, sentándose frente a Wednesday, quien levantó la vista de su comida.
—¿Por qué extraño? También estás en la cafetería a esta hora —respondió Wednesday, con una voz tan impasible como su expresión.
Luke sonrió con sorna, un gesto que siempre lo hacía parecer al borde de la burla. —Para mí es diferente. Los fines de semana, normalmente me quedo despierto hasta tarde jugando videojuegos y me despierto tarde. Así que es normal que desayune a esta hora —explicó.
—¿No tengo permitido usar la cafetería a esta hora? —preguntó Wednesday, entrecerrando los ojos ligeramente.
—No me refiero a eso —respondió rápidamente Luke, agitando la mano en un gesto para restarle importancia a la idea—. Es solo que normalmente tienes un horario fijo para desayunar. Es extraño verte aquí ahora.
—¿Sabes todas las veces que he desayunado en mi vida? —dijo Wednesday, con su tono característico y seco.
Ambos se miraron en silencio hasta que Luke respondió: "Tal vez no siempre, pero he notado tu horario de desayuno en Nevermore y lo que comes"
"No tengo trastorno obsesivo-compulsivo. Puedo cambiar mi horario de desayuno si me apetece. Estoy aquí a esta hora porque no hay mucha gente ruidosa y puedo comer en paz. No esperaba compañía", respondió Wednesday, enfatizando las últimas palabras.
"Y, sin embargo, no me has echado", señaló Luke, inclinándose ligeramente hacia delante y mirándola de cerca.
Wednesday dejó escapar un suspiro casi imperceptible y volvió a mirar su plato. "Puedo hacer una excepción contigo", respondió y comenzó a comer con calma.
"Gracias por tu amabilidad", dijo Luke en un tono juguetón, aunque sabía que cualquier otra persona habría sido expulsada de la mesa o ignorada en el mejor de los casos. Luke entendió que estas pequeñas concesiones eran significativas en el lenguaje de Wednesday.
Luke observó en silencio mientras Wednesday comía. Sus movimientos eran calculados y precisos. Ella comió con una gracia que parecía innata en ella.
Luke, que tenía sed, miró el café de Wednesday. Lo agarró y tomó un sorbo, sintiendo la amargura del líquido deslizarse por su lengua y garganta.
A Wednesday no le importaba que Luke bebiera de su café. Ella continuó comiendo en silencio, lanzándole miradas ocasionales en su dirección.
"Amargo como la vida", dijo Luke, dejando el café sobre la mesa con una expresión ligeramente disgustada.
"La amargura es relativa", dijo Wednesday. "Yo la considero un gusto adquirido", añadió.
"Supongo que es cuestión de acostumbrarse", dijo Luke, amando el azúcar. Su cuerpo era mejor que el de un normie; podía consumir grandes cantidades de azúcar y nunca tener problemas como la diabetes. Tenía que aprovechar esa ventaja.
ESTÁS LEYENDO
Wednesday: El psíquico más fuerte
FanfictionLuke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media. Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no e...