Pared de soporte
Narrador omnisciente
Altagracia revisaba unos planos extendidos sobre la mesa del comedor cuando José Luis entró con su habitual aire despreocupado. Llevaba una sonrisa como si el mundo estuviera bajo control, pero ella ya sabía que no iba a durar mucho.
— ¿Qué opinas? — preguntó él, señalando el diseño en el que había estado trabajando — Creo que he encontrado la solución perfecta para maximizar el espacio del nuevo complejo de oficinas.
Ella lo miró, arqueando una ceja.
— ¿Perfecta, dices?
José Luis se inclinó sobre la mesa, con esa confianza que siempre le había caracterizado
— Sí. Es simple. Tiramos esta pared aquí... — señaló una pared estructural — y agregamos ventanales en todo este lado para darle más luz natural al área de trabajo.
Altagracia lo observó en silencio durante unos segundos, procesando lo que acababa de decir. Lentamente, se cruzó de brazos, una sonrisa contenida empezando a formarse en sus labios.
— ¿Tirar la pared estructural? — repitió, como si hubiera oído mal.
— Exacto — respondió él, sin captar la tormenta que se avecinaba — Así conseguimos un espacio abierto, moderno, y la luz natural hará que todo se vea más amplio. Además, los ventanales darán una sensación de transparencia que los inversores van a adorar.
Ella dejó escapar una risa sarcástica y lo miró fijamente.
— José Luis, cariño, ¿sabes lo que pasaría si tiras esa pared?
— Claro, el espacio se abriría... — comenzó, pero ella lo interrumpió con una voz calmada, demasiado calmada.
— Se abriría, sí. Y luego el techo se desplomaría sobre tu preciado espacio abierto porque, ¿adivina qué? Esa es una pared de carga, genio.
Él parpadeó, finalmente dándose cuenta de la magnitud de su "genial idea".
— Bueno, pero...
— Pero nada — lo cortó, su voz afilada como un bisturí — ¿Sabes cuántos millones de dólares se irían al drenaje si haces eso? — levantó un dedo antes de que él pudiera contestar — Deja que te lo diga: muchos. No solo arruinarías todo el proyecto, sino que además los inversores nos demandarían por incompetentes.
— Lo estaba considerando como una opción — intentó defenderse, aunque la sonrisa de nerviosismo en su rostro dejaba claro que sabía que había metido la pata.
— ¿Considerando? — ella dejó escapar una carcajada, una mezcla de incredulidad y burla — José Luis, si tiras esa pared, lo único que vas a considerar después es cómo sobrevivir a las demandas.
José Luis se frotó el mentón, claramente incómodo pero tratando de salvar lo poco que quedaba de su orgullo.
— Bueno, lo bueno es que tú siempre estás aquí para evitar que haga alguna tontería.
Altagracia lo miró, sus labios curvándose en una sonrisa sardónica
— No me pagan lo suficiente para esto. Aunque... — se inclinó hacia él, acercándose peligrosamente. — Admito que tiene su entretenimiento verte intentar ser brillante. Se supone que tú eres el experto en esto.
José Luis soltó una risa, aliviado de que no estuviera completamente enfadada.
— Tal vez la brillantez no es mi mejor cualidad... pero compenso con otras cosas.
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Error
Fiksi PenggemarSaul Aguirre, un abogado rico y carismático, es asesinado una apaable mañana en la que sale a ejercer sus labores. Sorprendentemente, la víctima sabía a cenca certa que lba a morir, porque había grabado un video en el que culpaba de su inminente ase...