(Comenten comenten, las leo, el capítulo nueve no tiene tantos comentarios así q si no comentan en ese o en este no actualizo, las amo<3)
El miedo todavía invadía a Juliana por completo, por suerte habían podido escapar a tiempo, se habían ido en lanchas, Romeo había sido el primero en correr hacia la arena apenas llegaron a la orilla. Todos intentaban moverse con cautela, pero el pánico seguía ahí en cada mirada que se daban, en cada respiración entrecortada.
Las manos de Juliana y Rey seguían unidas, el no había soldado su mano y ella no se había esmerado en soltarse.
Las olas les daban empujones, pero ninguno se movió del todo.
—¡Vayan bajando con cuidado! ¡Dejen los chalecos en los botes y bajen con sus pertenencias!
Rey estaba al lado de Juliana, ambos se miraron al instante. El la ayudo a levantarse y a bajarse de la lancha, solo haciendo que la unión de sus manos se vuelva más fuerte porque una vez que pisaron la arena, soltarse no era una opción para ellos.
El pulgar de Rey comenzó a dejar caricias en la mano de Juliana, ella volvió a mirarlo.
Los demás empezaron a bajar de las lanchas, a pasos torpes, un poco perdidos, Juliana seguía sosteniendo a Rey, sintiendo como el dejaba caricias y la apretaba más fuerza.
—Juli. —la llamo Rey al verla tan perdida, el soltó su mano para acercarse más a ella, una vez estuvo frente a ella la agarro de las mejillas para que ella lo viera—estas bien ¿Si?, tranquila, yo estoy acá con vos.—
— pero casi...
Rey nego sin soltarla—No, bonita, no. Pero no pasó, quédate tranquila. —le dijo él—conmigo no te va a pasar nada.
Juliana asintió mirándolo, perdiéndose en esos lindos ojos que el morocho tenía al igual que el se perdía en su mirada. Él la vio tan perdida que no dijo nada, solo actuó, la atrajo hacia su pecho, rodeando el cuello de la morocha con sus brazos. Ella se aferró a la camisa del chico, sintiendo como el calor de su cuerpo le daba un poco de consuelo y hacia que su corazón se acelere demasiado.
El miedo se disipó de tan solo sentir el contacto de Rey, permitiendose por un segundo dejarse querer, rompiendo esa coraza que no la dejaba dejarse amar, estar con Rey era una sensación extraña, sentirse segura con él.
—¡Señor! Señor, ¿sabe dónde estamos?—pregunto Mei
—A 100 millas de Costa Diamante.—contestó el capitán—que es la zona habitada más cercana.
—¿100 millas?
—Bueno, no-no importa.—dijo Margarita—Ey, ey, escuchen. Presten atención. Va a estar todo bien. No sé preocupen. Esto se soluciona, mandan un mensajito al Hangar y nos mandan un crucero all inclusive.—
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MISS FAVELA. Margarita
FanfictionDónde Juliana audiciona para el Hangar Soho y conoce a un chico con el ego igual de alto que ella