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(comenten en todas las partes o las hago llorar posta, las amo<3)

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(comenten en todas las partes o las hago llorar posta, las amo<3)

Juliana salió corriendo, apenas consciente de sus propios pasos, sus sollozos resonando en el silencio de la noche. Sentía un peso indescriptible en el pecho; todo lo que había compartido en confianza con Rey, sus miedos y su verdad, ahora estaba expuesto para el entretenimiento de otros. Apretó los puños mientras las lágrimas seguían cayendo, sintiéndose frágil y desprotegida, como si le hubieran arrancado una parte de su identidad y la hubieran exhibido sin permiso.

De repente, sintió una mano cálida en su hombro. Era Pipe, con el rostro bañado en lágrimas. Su expresión reflejaba una mezcla de empatía y dolor, como si cada palabra que había escuchado antes lo hubiese lastimado también.

—Juli… lo siento tanto.—murmuró con la voz entrecortada, y el dolor en sus ojos hablaba por sí solo. Había visto la humillación de Juliana y sentía la injusticia como si fuera suya.

Juliana se dejó caer a su lado, y ambos se abrazaron, dejando que sus lágrimas se unieran en el silencio de la noche.

—No tenían derecho… a exponerme así —sollozó ella, sintiendo que se rompía un poco más. —No tenía que ser así.

Pipe le acarició el cabello suavemente, sin intentar detener sus lágrimas, solo siendo un apoyo en ese momento que los sobrepasaba a ambos. Estaban heridos, vulnerables, pero juntos, compartiendo un dolor que se hacía más llevadero en compañía.

Pipe se apartó apenas unos centímetros, lo suficiente para que Juliana viera sus ojos, rojos y llenos de lágrimas. Había algo más en su expresión, algo que no solo era tristeza por lo que le habían hecho. Su voz salió temblorosa, y por un instante desvió la mirada, como si lo que estaba a punto de decir fuera más doloroso que cualquier otra cosa.

—Juli… —dijo, tragando con dificultad—, duele tanto verte así. Y si no es justo lo que te hicieron...tendrian que haber respetado tu privacidad.

Juliana soltó un sollozo más alto, estrujando el corazón de Pipe, a quien no le gustaba nada verla asi.

—Pero también duele… porque sé que nunca me vas a mirar como lo mirás a él—dijo Pipe, sabía que ya no podía ocultarlo más y mucho menos después de aquel video.

Juliana lo miro, sabiendo a qué se refería, al principio pensó que Zeki se equivocaba pero ahora se da cuenta que no.

La realidad de esas palabras cayó entre ellos con el peso de algo que siempre había estado presente, aunque nunca dicho. Pipe bajó la vista, como avergonzado de haberse expuesto de esa manera, y trató de esbozar una sonrisa, aunque le resultaba imposible.

—Sé que para vos soy… tu amigo, y nada más. Y está bien, yo… yo entiendo. Pero me duele, porque te quiero de una forma que no puedo ni explicar —continuó él, con la voz quebrada—. Y quiero ser yo el que te haga feliz, el que te cuide… el que te merezca. Pero no soy él. No soy Rey.

MISS FAVELA.     MargaritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora