Mi inspiración

Capitulo 14: sentimientos encontrados

Elara se encontraba en la biblioteca, inmersa en un libro, cuando vio entrar a Presley y su grupo de amigos. Había pasado mucho tiempo desde su primer encuentro, y la conexión con ellos se había fortalecido rápidamente. Jazmín, Brenda, David y Presley la hacían sentir como en casa, y siempre era divertido compartir historias y risas sobre sus experiencias como latinos.

—¡Elara! —la saludó Presley, acercándose con una gran sonrisa—. Vamos a ir a tomar algo después, ¿te unes?

—Claro, me encantaría —respondió, cerrando su libro y sonriendo. La compañía de ellos le daba un alivio que no había esperado encontrar.

Mientras tanto, Jaxon había notado que Elara pasaba cada vez más tiempo con Presley. Aunque confiaba en ella, no podía evitar sentir una cierta incomodidad. Quería ser el único que la hiciera sonreír de esa manera, pero le costaba admitir que estaba celoso.

Esa tarde, Elara y Jaxon se encontraron en el campus. Jaxon la esperaba cerca de la fuente donde solían charlar. Cuando la vio acercarse, con su risa aún resonando por algo que Presley le había dicho, Jaxon sintió una punzada en el estómago.

—¿Cómo estuvo tu día? —preguntó Jaxon, intentando mantener la conversación ligera.

—Fue genial —respondió Elara, entusiasmada—. Presley y los demás me invitaron a salir después. Deberías venir, seguro te llevarías bien con ellos.

Jaxon esbozó una sonrisa tensa. No estaba seguro de si quería compartir más momentos con Presley. De hecho, la idea de verlos juntos lo hacía sentir incómodo.

—Quizás otro día —dijo con indiferencia, pero algo en su tono lo delató.

Elara lo miró con curiosidad, notando que algo no estaba bien.

—¿Pasa algo, Jaxon? —preguntó suavemente, frunciendo el ceño.

Jaxon vaciló un momento antes de soltar un suspiro.

—No es nada, es solo... parece que estás muy unida a Presley y su grupo últimamente.

Elara lo miró con sorpresa.

—¿Estás celoso?

Jaxon negó rápidamente, pero su expresión lo traicionaba.

—No, no es eso. Es solo que... —Se quedó en silencio por un momento, antes de mirarla directamente a los ojos—. Me preocupo por ti, Elara. Quiero estar seguro de que las personas a tu alrededor te valoran como lo mereces.

Elara suspiró, entendiendo de dónde venía la preocupación, pero también sintiéndose un poco frustrada.

—Jaxon, ellos son solo amigos. No tienes nada de qué preocuparte. Además, tú eres especial para mí.

Esas palabras aliviaron a Jaxon, aunque el sentimiento de incertidumbre aún permanecía. Sonrió, tratando de dejar de lado sus dudas.

—Lo siento, supongo que estoy exagerando —dijo, rodeándola con sus brazos—. Solo quiero que sepas que me importas.

Elara le devolvió la sonrisa, sintiéndose un poco más tranquila, pero en el fondo, ambos sabían que la situación no se había resuelto del todo.

"Sus celos eran lo más tierno que había escuchado en mi vida, una mezcla de protectora ternura y miedo a perderme que me hacía sonreír en medio de la tormenta."