Finalmente, respiraba ese aire otoñal: olor a hojas, algo de humedad y ese viento fresco que podía a llegar a picar un poco en la nariz, no había nada mejor que la llegada del otoño, pronto iba a llegar el invierno, una de las estaciones favoritas de Tendou. El chico de cabellos rojos amaba usar los suéteres tejidos, y la cómoda ropa de invernal.
Wakatoshi solo veía al chico recargado en el barandal de la azotea, se le veía muy alegre ¿cómo no estarlo? Si después de muchos días de encierro regresaba a la rutina que tanto había extrañado; no solo la rutina, también estar con la persona que había formado parte de esta.
-Tendou...- el ojiverde, estaba decidido, iba a invitar al chico de cabellos rojos a comer algo después de la escuela. Estuvo una semana juntando el valor para invitarle en una cita, oficialmente una, y no solo una simple salida de "amigos," pero esos ojos de un profundo rubí le asustaron. De pronto estaba intimidado de la presencia del chico más bajo por unos pocos centímetros, ¿qué iba a decir ahora que había perdido el valor y Satori esperaba sus palabras?
-¿Wakatoshi?- habló tratando de sacar al chico de sus pensamientos, pero parecía simplemente que el tiempo lo congeló.
Ushijima no era el único nervioso por tratar de dar un paso más adelante, Tendou, quien acaba de comprender en los últimos días su flechazo por Wakatoshi, se ponía en ocasiones nervioso o se sonrojaba por tener la mirada del contrario sobre él. No solo eso, ¿cómo iba a afrontar el temor de que el contrario sintiese atracción por el género opuesto?
"¿Sería más sencillo si fuese una chica?" Fue un pensamiento unánime. Los dos chicos estaban tan sumidos tratando de formular palabras coherentes que ninguno había notado la mirada puesta sobre sí. Tendou, veía con cuidado las facciones de Ushijima, cada pincelada en su rostro, el profundo color de ojos; tan lindo, tan llamativo que podían hipnotizar a quien los viese, así fuera por unos pocos milisegundos; Ushijima, no solo apreciaba su hermoso cabello del cual había sido capaz de dar suaves caricias por más de una vez, o sus lindas mejillas pálidas en las cuales resaltaba un hermoso tono rosa, apreciaba sus grandes ojos, sus finos labios, cada pequeña parte de él.
-Tienes una hoja en el cabello.- supo decir antes de quitarla. Sin notarlo había interrumpido ese intercambio de miradas románticas y llenas de devoción.
El tema y las intenciones de Ushijima habían desaparecido por completo, convirtiendo todo ahora en una charla un tanto casual, y seguido de esa ligereza, se convirtió en una charla escolar por el propio nervio de ambos. Era difícil para ambos, ya que por su nula experiencia, ninguno de ellos captaba las obvias señales.
[...]
Los próximos días de clase fueron completamente extraños para los dos chicos. Tendou, interés amoroso de Wakatoshi, había comenzado a pasar más rato con Semi, ¿se había enterado Tendou de sus sentimientos y por ello se había alejado?
La cabeza de Ushijima además de ser un lío por las prácticas de voleibol, lo era también por los exámenes y trabajos que indicaban el fin de su primer semestre de preparatoria. No solo eso, el temor de ser rechazado sin haberse confesado era sumamente real y no le dejaba de rondar por la cabeza, haciendo que se desconcentra de todas sus actividades y rutina diaria.
Tendou, simplemente, al ser "nuevo" en todo lo relacionado con sus emociones y sentimientos, se sentía completamente confundido, ¿qué era correcto o incorrecto? Y de alguna manera se había enterado de que Semi anteriormente había tenido una pareja, por lo que había corrido a él buscando alguna clase de guía, aunque el chico de cenizos cabellos no podía guiar mucho al pelirrojo, por el simple motivo: su relación había sido en su época de estudiante de secundaria, lo cual, claramente, no había sido algo sumamente serio al tratarse de una corta edad.
Extrañaba ahora esas salidas casi diarias y regresar a casa al lado del pelirrojo, debido a haber estado internado un par de meses, le habían dejado el doble de proyectos y trabajos porque no iba a presentar los exámenes de fin de curso, siendo eso el causante que dejase de ir al club de voleibol Tendou.
[...]
-Hace tiempo no veo a tu amigo.- comentó al aire su padre mientras cocinaba. Satori estaba en el comedor haciendo sus deberes, necesitaba de una amplia mesa para ordenar todo lo pendiente y su pequeño escritorio no tenía el suficiente espacio.
-He estado ocupado...- habló sin mover la vista de los documentos frente a él, ¿se había confesado y había sido rechazado o habían discutido? Difícil de decir, pues el desinterés de Tendou en la conversación no ayudaba mucho.
-Ve a lavarte las manos, para cenar.- su padre se encontraba aún en la casa, pues iba a tomar el turno nocturno ese día, lo que le daba oportunidad de pasar la cena al lado de su hijo. Los horarios de trabajo de su padre cada día eran más y más confusos o revueltos.
Rendido por sus pensamientos, el agotamiento mental a causa de la escuela y por su dolor de cabeza, hizo caso a su padre y quitó todo lo que se encontraba en la mesa para poder cenar tranquilamente por un rato. Estuvo unos minutos charlando con él de cosas aleatorias, nada serio, solo quería despejar su mente, pero en cuanto el señor cruzó la puerta en camino al exterior, los pensamientos de Tendou regresaron. Le dolía haberse alejado de un día a otro de Ushijima, lo extrañaba, ¿qué debía hacer?
Abrió la conversación de ambos «Hey!», escribió, pero de inmediato borró aquello. Era muy simple, y no bastaba, o al menos eso creía Tendou; iba a ser extraño reaparecer en el día (en este caso noche) de Wakatoshi sin previo aviso, del mismo modo que desapareció, agregando que no tenía excusa para hablarle, aunque, ¿necesitaba una excusa? No. Eran amigos, los amigos no inventan excusas para hablarse, ¿cierto?
Suspiró hondo, tomó nuevamente el celular y comenzó a teclear:
«Hola, oye, tienes el último trabajo de historia?» Sí. Había inventado una excusa para escribirle a Ushijima; quien solo vio el mensaje desde las notificaciones. Había desaparecido y ahora le escribía como si nada, ¿con qué derecho? No importaba, eran amigos, los amigos tienen otros amigos. No eran pareja. O al menos eso trataba de recordarse el chico de ojos verdes, pero que Tendou hallase conquistado su corazón sin esfuerzo alguno, solo hacía más difícil todo aquello.
Lo iba a ignorar, pero simplemente se limitó a tomarle una foto a aquel trabajo y enviárselo por el mensaje. Sin palabras extra, sin charla innecesaria. No podía cambiar sus sentimientos, pero al menos podía limitar sus palabras y acciones para no aferrarse a ese primer amor imposible.
Tendou, decepcionado por la respuesta, trató de pensar en cómo iniciar la conversación, pero era "complicado," no sabía qué más decir.
«Y qué tal las practicas? No he podido ir» le escribió después de un par de minutos.
Como ya era tarde por la noche, Wakatoshi decidió usarlo como excusa y simplemente ignorar el mensaje del chico, para así al siguiente día escribirle y decirle que se había quedado dormido, cuando la realidad era que veía al techo de su recámara en búsqueda de respuestas. Quizá si veía suficiente al vacío infinito, iba a encontrar las respuestas escritas en este mismo. No era así, pero no perdía nada en tratar de hacerlo.
Mientras Ushijima sobrepensaba todo, el ansioso pelirrojo solo se lamentaba haber actuado por impulso.
N/A: a mis dos lectores jsjs (creo que ahora 3) ¿quieren ver a Ushi confesándose al niño o Tendou al ushi?, y ¿en algún momento esperan leer lemon? (nse ando dudando si escribir eso o nhe). No más kiero su opin0n (tengo mis ideas al aire) al que me diga "como tú quieras" le pego
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Mi Cerezo {Ushiten [AU] [Haikyuu] [Gardenverse] }
FanfictionHistoria completada. A partir del capítulo 13 "son extras," me niego a terminar mi fanfic que más me ha divertido escribir. Tenía 13 años, cuando los primeros brotes de flor de cerezo crecían en las puntas del rojizo cabello de Satori Tendou. No se...