El paso de los días fluía cual agua en un tsunami. Tendou creía que todo iba a ser más sencillo, pero no, todo iba de mal en peor o al menos desde su pesimista perspectiva, así lo era; el medicamento le daba náusea, le debilitaba e incluso uno de los efectos secundarios hacía que se le cayesen las flores. Era un medicamento altamente agresivo, lo cual hubiese sabido de haber prestado atención a la explicación del doctor aquel día.
No todo era malo, o su padre le quería convencer; Semi había ido a visitarlo un par de ocasiones al lado de Ushijima, al igual que sus demás amigos del club de voleibol, y sin dejar de lado las visitas diarias de Wakatoshi al hospital. La única parte buena del día, su ojiverde de linda sonrisa, siempre ansiaba que diesen las 4 de la tarde para poder verlo un par de horas.
Ese día Wakatoshi Ushijima no llegó.
«5:44 pm Satori 1 mensaje nuevo.» Se reflejó en la pantalla del celular de Wakatoshi. Tendou se sentía algo inquieto por la nula visita de su amigo, pero ¿por qué darle vueltas al asunto? Era su "mejor amigo" o al menos de ese modo se quería autoconvencer por el ligero motivo de que no comprendía sus sentimientos.
Veía atento el celular esperando algún mensaje de vuelta, pero no había nada. Satori estaba triste, le había hecho falta la compañía del más alto.
—¿Quieres cenar? — la voz de su padre le sacó de sus pensamientos, los cuales no eran muy agradables.
—No tengo hambre.— La misma tristeza había hecho que Tendou perdiese el apetito, no era común que el chico negase una comida, por lo que su padre supuso que algo andaba mal, aunque claramente Tendou desde hace unos días estaba muy cerrado a expresarle lo que verdaderamente sentía.
Ushijima, por su parte, no había faltado a su visita diaria por gusto. Su madre había ido a recogerlo después de clase para asegurarse de que no fuese al hospital a "desperdiciar todo su día ahí." Tal cual, la señora ya llevaba varios días pidiéndole que dejase de ir porque necesitaba enfocarse en sus estudios, Wakatoshi, por el afecto a Tendou, obviamente ignoró la petición de su madre. Nada le iba a impedir ver a su dulce pelirrojo, y menos aún por el estado en el que el mismo chico se encontraba: débil, somnoliento y cansado. Era cuanto más necesitaba de la compañía ajena, por lo que sabía que necesitaba ir y estar a su lado a reconfortarle.
No fue hasta muy entrada la noche que el chico de ojos verdes pudo responder el mensaje, ya que su madre parecía muy invasiva con lo que hacía su hijo.
«10:07 pm Waka-chan ♡: 1 mensaje nuevo.» La notificación hizo que el chico de cabellos rojos se alegrase en ese mismo instante y a su vez, parecía que todos los problemas que tenía se habían desvanecido, entrando en ese segundo en la conversación. Anhelaba saber de Wakatoshi.
«Perdón por no poder ir, creo que ya no podré ir a visitarte tan seguido como antes...» en ese instante Tendou dejó de leer, había sido una declaración fuerte para el joven enamorado, ¿qué iba a hacer durante sus días sin Ushijima? «... mi mamá me había estado pidiendo que dejase de ir tan seguido, pero no le hice caso, así que ahora va a trabajar desde casa, por un tiempo para asegurarse, que me quede acá.» La explicación tenía sentido desde la perspectiva de Tendou, pero lo que no sabía es que la señora repudiaba el hecho de que su hijo de algún modo u otro pasara mucho rato con el chico que el mismo Wakatoshi declaraba como uno de sus "mejores amigos." Veía extraño que el único círculo social que conocía de su hijo, fuese aquel pelirrojo desconocido para la señora, ya que Ushijima estaba en la "edad para interesarse en las chicas."
Ahora Satori solo deseaba recuperarse para poder asistir a las clases y ver a Wakatoshi a diario.
Y nuevamente el Señor Tendou, curioso por el bienestar de su hijo, le preguntó el cómo se sentía, su preocupado rostro era un tanto desconcertante para el señor, pero qué podía decir o hacer si claramente el chico no decía todo.
—¿Qué tal te fue con tu amigo?— el señor tenía conocimiento que el chico iba a diario, por lo que parecía un buen tema de conversación para distraer a su hijo. Usualmente, se emocionaba al hablar de Wakatoshi.
—Hoy no vino. — fue difícil de decir, sentía aquel vacío en su corazón de solo pronunciar esas sencillas palabras. ¿Por eso su hijo estaba tan inquieto, por alguna discusión? —Tiene exámenes por lo que está estudiando.— dio aquella falsa explicación antes de que su padre pudiese decir alguna palabra.
[...]
Los días se complicaban más, Tendou tenía aquel vacío solitario. Después de muchos años de no conocer el cariño verdadero, por alguien ajeno a la familia, finalmente sintió un poco esa dulce calidez y le fue arrebatada de golpe de un día a otro. No se centraba leyendo o viendo sus series, su mente solo le daba vueltas y vueltas, haciendo que la ansiedad aunada a sus pensamientos intrusivos le comenzaran a privar del sueño.
La simple idea de que Ushijima no lo quería ver y solo había sido una vaga excusa, le resultaba aterradora, aunque claro, eso solo era motivo de la ansiedad a causa de la incertidumbre.
—¿Te sientes muy mal y no puedes dormir?— el chico, preso de sus oscuros pensamientos, estaba recostado viendo a un punto fijo sin siquiera poder cerrar los ojos, ¿por qué estaba tan mal por alguien que no era relevante en su vida hasta hace unas semanas?
—No tengo sueño.— murmuró Tendou, ya no se molestaba en inventar alguna pobre excusa.
—¿Es por lo del otro chico?— trató de ignorar aquella pregunta y fingir que no sabía a lo que se refería su padre. Pretender que no le preguntaba si a causa de Ushijima estaba tan inquieto.
No importaba que tanto lo ocultase, era muy evidente los días que Wakatoshi no había ido de visita al hospital. La expresión de Satori fue todo para su padre, a lo que se levantó de su asiento, para sentarse en el borde y así estar más cerca del chico.
—Quizá tiene ocupaciones.— removió la cabellera de su hijo hacia atrás.
—Unas cuantas semanas más, y pasarás la recuperación en casa, así lo podrás invitar.— trataba de animar lo más que podía al chico, lo cual funcionaba un poco. Wakatoshi al vivir tan cerca de él, podía irle a visitar más seguido y no solo eso, podían regresar a aquellas pijamadas que tanto disfrutaban.
Odiaba que ahora el único tema de conversación con su padre, fuese de Ushijima, pero de qué más le iba a hablar si parecía que de un día a otro se había reducido a eso sencillamente. No notó en qué momento había pasado, pero simplemente ya no le contaba de las series que veía, películas, o datos aleatorios que leía.
[...]
—¡Tendou! — escuchaba esa familiar voz llamar a su nombre. De inmediato dejó el celular de lado y volteó en dirección a esa dulce voz. Era él, era Wakatoshi.
—Ushi-chan.— esa mirada apagada y sin brillo había desaparecido y sus ojos llenos de luz y esperanza se iluminaban ahora.
Parecía escena de televisión, pues en ese "reencuentro," después de días, Ushijima corría a abrazar al motivo de sus desvelos. Los dos chicos dormían mal por extrañarse y ninguno lo admitía abiertamente.
La fría piel de Satori se encargaba de sentir la calidez de Wakatoshi, sentir ese suave y calor que le llenaba su alma, el aroma del contrario, siempre tenía ese aroma tan cálido y familiar. Ese aroma que solo un floricultor podía percibir.
Debían de ponerse al día, por lo que Tendou, se sentó para hacerle espacio a Ushijima para que estuviese a su lado y así poder charlar, lo cual hicieron. Tendou hablaba y hablaba sin parar; le contaba de lo que había leído, visto, aprendido, lo mucho que le aburría estar en el hospital y muchas cosas más.
—¿Cuándo te van a dar de alta?— "Te extraño," quiso decir Ushijima. Tomó la mano del chico, le hacía falta, necesitaba de Tendou, así como Satori necesitaba de él; simplemente sus almas estaban destinadas a estar juntas y lo sabían en silencio.
PSDT:si desaparezco por días/semanas estoy con cosas de la Universidad. Borren esa cosa
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Mi Cerezo {Ushiten [AU] [Haikyuu] [Gardenverse] }
Hayran KurguHistoria completada. A partir del capítulo 13 "son extras," me niego a terminar mi fanfic que más me ha divertido escribir. Tenía 13 años, cuando los primeros brotes de flor de cerezo crecían en las puntas del rojizo cabello de Satori Tendou. No se...