Con la llegada de la nueva estación, llegaba esa nueva etapa en la vida de Tendou: su primer amor, amor el cual mantenía en secreto de todos a su alrededor, pero claro. La gente no es ciega o tonta, sus compañeros obviamente sabían que algo pasaba entre ellos dos, pero nadie le daba la importancia suficiente como para tratar de indagar más allá. El único con completo conocimiento había sido Semi, quien por la mañana siguiente, Satori emocionado, le envió un mensaje narrando todo lo sucedido.
La calidad de vida de Tendou, había mejorado. Su estado físico era notablemente mejor que hace unas semanas, no solo por haberse curado de aquella enfermedad, había algo que ni el mismo comprendía.
—Waka-chan.— extendía las manos con anhelo el chico. No quería que le ayudase a levantarse, anhelaba que el mencionado se sentase al lado de él y dejase de rondar por la azotea como un desquiciado. Ushijima estaba preocupado por la prueba de matemáticas que iban a presentar después del descanso.
—¿Cómo estás tan tranquilo?— el ojiverde estaba preocupado, porque difícilmente había acreditado el último examen. Necesitaba sus notas sobresalientes para tener ese promedio tan perfecto que necesitaba si su deseo era entrar a aquella universidad.
Satori terminó entrelazando los dedos de ambos, y rendido por ver que su amante no iba a ceder a la ansiedad, decidió levantarse y acompañarle en ese estrés escolar.
—Soy bueno en matemáticas.— Tampoco lo era, solo era promedio en aquella área, pero su mismo gusto y pasión, le hacían parecer alguna clase de genio.
—¿Por qué mi genio en matemáticas no me ayudó a estudiar?
—Olvidé que había examen. — Ushijima a pesar de haberle recordado en repetidas ocasiones, Tendou estaba más interesado en leer manga o ver algo en el celular. Amaba procrastinar de ese modo y era notorio. Ya había dedicado mucho a las clases que en ocasiones se daba semanas de descanso. Era un misterio el cómo mantenía su beca en ocasiones.
—¿Puedo besarte? — Tener tan cerca a su pelirrojo, simplemente le dio ese deseo
—Estamos en la escuela.
—Nadie nos ve en la azotea. — Tendou dudó por unos segundos si debía o no. Estar tan cerca de su novio le era tentador besarlo y abrazarlo todo el tiempo, pero también quería disimular que ambos estaban en una relación.
No lo disimulaba muy bien, ya que en las prácticas el ruidoso chico siempre animaba a su pareja, o simplemente andaba merodeando por sus alrededores; no lo sabía soltar. Y esa pequeña unión de labios e intercambio de saliva duró a penas unos segundos: Tendou amaba besar a Ushijima, su saliva era dulce como la miel. Tenía un sabor que no sabía describir; así como Wakatoshi obtenía nutrientes de las dulces flores de Tendou, el pelirrojo obtenía aquellos mismos nutrientes de la saliva de Ushijima, no solo de la saliva. De cualquier clase de fluido corporal de él.
Nuevamente, se veían de esa manera al tomar una ligera distancia del beso. Tendou era cerezo de Ushijima.
—En universidad prometo que formalizaremos la relación. — murmuró mientras sostenía al pelirrojo contra su pecho en un corto abrazo. El descanso escolar no era eterno y la campana irrumpía en ese íntimo momento.
—Falta mucho.— aquejaba en un leve puchero entre pequeñas risas.
El examen, cuando menos, el único modo en el que podía describirse: difícil. Ambos lamentaban al aire el no comprender los ejercicios, Tendou en especial, de ello dependía su beca. Se había esforzado demasiado durante su época en secundaria que odiaría perder todo ese esfuerzo por una insignificante prueba.
Durante el resto de clases, se mandaban uno que otro mensaje, disimuladamente usando el celular, o simplemente se veían como dos tontos enamorados. No había nada más.
Al sonido de la campana, Satori tomó sus cosas y esperó a Wakatoshi en la entrada del salón, al fin iban a irse a su entrenamiento, y finalmente Tendou iba a poder despejarse y descansar de todo a su alrededor.
—¿Ya nos vamos?— Semi había llegado al aula donde Tendou tomaba sus clases, llevaba rato sin ver a su amigo por estar todo el rato pegado a Wakatoshi.
Ushijima de solo ver a Semi muy cerca de Tendou, claramente se sentía algo celoso, pero su usual expresión estoica y seria no transmitía muchas emociones, Satori no había notado esos celos. Para infortunio de Ushijima, tuvo que ver como su novio y el otro chico estaban muy apegados, riendo y hablando en el camino a los vestidores; quizá era su culpa por ser muy serio, y no abrirse con facilidad a desconocidos.
Semi se había convertido en su rival por la atención de Tendou, era el rival que el destino le había asignado, aunque claramente toda esa conspiración pasaba únicamente por los pensamientos del ojiverde.
Por primera vez en la historia de la carrera de Voleibol que Ushijima estaba formando, sintió un entrenamiento tan eterno y pesado. No era por el hecho de los ejercicios o las actividades que estaban haciendo; ver a Tendou casi todo el rato al lado de Semi, había sido completamente frustrante
[...]
Se despidió de Semi al instante una vez la práctica había terminado, tenía la necesidad de irse con su chico, a quien tomó de la muñeca y jaló a la salida de la escuela. Esa energía vibrante de Tendou en muchas ocasiones le desconcertaba, pero esa misma energía era de lo más llamativa; uno de los motivos por los que había caído enamorado de Satori.
Si Ushijima podía enamorar los motivos por los que amaba profundamente a Tendou, llenaría el infinito del universo con todos y cada uno de los motivos. Se había flechado tan intenso que nada podía deshacer ese enamoramiento.
—Perdón por arrastrarte. — se disculpó y soltó al chico una vez estaban lo suficientemente alejados de la escuela.
—¿Está todo bien?— le veía sumamente confundido, pero toda duda se disipó por ese contacto con los labios ajenos, había sido tan corto. A pesar de haber sido tan corto como el aleteo de una mariposa, sintió al mundo detenerse por escasos milisegundos.
—Extrañaba besarte. — "¿Cómo es que es tan lindo?" Ushijima, no dejaba de ser sorprendido por la dulzura de Tendou.
El camino a casa de Satori había sido completamente tranquilo cual melodía. La nueva costumbre de Ushijima era ducharse en casa de Satori, quien tenía la casa completamente sola todo el tiempo, incluso daba oportunidad a ducharse juntos.
Tendou removía con cuidado la toalla en su cabello con tal de quitar el exceso de agua, solo que prontamente sus manos fueron retiradas y Ushijima le ayudó a ello. No iba a dejar que su dulce novio se lastimase.
—Gracias.— murmuró una vez que quitó la gruesa tela de su cabeza. —¿Me podrías ayudar? — entregó un par de tijeras a Wakatoshi. Eran unas hermosas tijeras doradas.
Ushijima, se sonrojó. Por primera vez era invitado a aquel ritual. Al ritual de podado, no esperaba que fuese tan pronto o repentino, pero el corazón de Tendou le imploraba por ser Ushijima quien hiciese esa tarea ahora.
—Corta las flores más grandes y algunas ramas.
Con delicadez comenzó a hacerlo, ¿se sentiría similar estar en butonnaire? Era una pregunta que ambos iban a tener que descubrir la respuesta con el paso de los años, una vez aquella dulce relación sea formalizada.
Cortaba una flor y la comía. Simplemente, eran dulces, las amaba, amaba ser ahora partícipe de ese dulce acto.
N/A: con qn se shippea al Semi ASDFGHJK?
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Mi Cerezo {Ushiten [AU] [Haikyuu] [Gardenverse] }
FanficHistoria completada. A partir del capítulo 13 "son extras," me niego a terminar mi fanfic que más me ha divertido escribir. Tenía 13 años, cuando los primeros brotes de flor de cerezo crecían en las puntas del rojizo cabello de Satori Tendou. No se...