Nuevamente, llegaba aquella mañana, esas frescas mañanas de invierno que hacían todo mejor en la vida de Tendou. Sabía que en unas pocas horas iba a verse con aquel chico que le proporcionaba la dulce calidez armoniosa que necesitaba, ¿por qué pedir más? De solo saber que estaba a poco tiempo de verlo, su mente se había tranquilizado.
No podía depender tanto de Ushijima. No solo por el hecho que aquella dependencia no era sana, él mismo había estado muy bien sin esa compañía constante. Satori era alguien que sabía estar solo, reconocía que en aquella tranquila soledad disfrutaba de sí mismo: la lectura, la música, su pequeño emprendimiento que había dejado un poco de lado por enfermedad y ocupaciones escolares. Todo en su vida antes de Wakatoshi funcionaba correctamente.
Trataba de no sobre pensar, o al menos se autoconvencía que él "estaba bien." Tomó un cambio de ropa que consistía de un suéter de color oscuro, una camisa de botones y los cómodos pantalones negros de mezclilla, pero ¿Se iba a ver bien en esas prendas? Y sin notarlo ya había sacado la mayor parte de su vestimenta del closet. No tenía mucha ropa formal o casual, la mayoría consistía en ropa cómoda o algunas playeras con personajes de sus animes favoritos. Ese vago atuendo era el más decente de su armario.
La ropa, de esperarse, le quedaba ligeramente amplia. Era un estilo que adoraba el chico, solo que al verse al espejo, no le gustaba lo que veía. El desanimado pelirrojo creía que se veía mal, nuevamente tenía ese acomplejado sentimiento.
¿Por qué no me puedo ver bien como otros chicos? Era su preocupación del momento, pues al buscar un poco de inspiración en internet, veía que los atuendos, a pesar de ser sencillos, no se veían bien en él, ¿era demasiado delgado? ¿Muy alto? ¿Ojos muy grandes? ¿Cabello muy rojo? No era nada atractivo y no podía vestirse bien para una cita.
El adolescente anhelaba verse diferente, quizá con un cabello menos rojo, ¿y si lo teñía negro? Quizá de ese modo iba a encajar mejor entre todos sus compañeros de oscuros cabellos. No era la primera vez que ese pensamiento cruzaba por su cabeza, pero como aquella primera ocasión la misma preocupación inundaba su cabeza: ¿Cómo iba a hacerle con sus flores? ¿Se iban a marchitar o se iban a teñir también? Amaba el rosa palo de estas mismas.
«Waka-chan ♡ Llamada entrante» Reflejaba aquel mensaje su celular, y el chico despeinado y en pijama, lo atendió al instante.
—Hola, Waka-chan.— trataba de hablar un poco alegre, mientras veía aquel desorden de ropa por toda la habitación y se veía en el espejo que había tenido siempre guardado.
—Ya estoy afuera, Satori.— Ushijima había quedado de pasar por él, para ambos tomar el camión en la parada que estaba a unas pocas cuadras. Desde la ventana veía a su amado chico. No podía dejarlo en el frío y le daba pena confesar toda su travesía para elegir atuendo. Wakatoshi tenía la ilusión de aquella cita, habían tenido pequeñas citas, pero de algún modo sentía aquella un poco más formal.
—Ya, voy.— sin darle tiempo a respuesta, cortó la llamada. Tomó aquel atuendo inicial; jeans negros, camisa blanca, suéter oscuro y una gabardina por el frío del día. Regresando de su encantadora cita, iba a encargarse de ordenar aquel desastre que había dejado en el cuarto, si bien, parecía que un animal salvaje había entrado a la pieza y desordenó todo a su paso.
Y cual torbellino, corrió escaleras abajo con ansias de ver a su amado.
—Perdón por la espera.— habló mientras se abrazaba al contrario.
—¿Nos vamos?— extendió su mano, para tomar la de su novio. Desde aquel día, compartían guantes y entrelazaban sus manos libres para mantener el calor.
Tendou aún estaba nervioso por su horrible apariencia, lo que no sabía es que a ojos de su pareja, Tendou era el chico más lindo, más dulce y tierno de la faz de la tierra. Simplemente, no había nada ni nadie como él, pero eso Satori no lo sabía.
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Mi Cerezo {Ushiten [AU] [Haikyuu] [Gardenverse] }
FanfictionHistoria completada. A partir del capítulo 13 "son extras," me niego a terminar mi fanfic que más me ha divertido escribir. Tenía 13 años, cuando los primeros brotes de flor de cerezo crecían en las puntas del rojizo cabello de Satori Tendou. No se...