Las citas e idas a casa de Tendou con el paso de los días se había vuelto habituales y recurrentes. Finalmente, Satori disfrutaba del frío invierno sin estar decaído por lo nublado del clima; tenía a esa persona especial que le brindaba todo lo que necesitaba y nada más.
El pelirrojo solo estaba acurrucado en Ushijima por el frío que tenía, las plantas eran más susceptibles a aquella época a lo que estaba en constante búsqueda de ese calor, e incluso por lo mismo pasaba más horas dormido o se dormía a mitad de alguna película que estuviesen viendo.
—Perdón, me quedé dormido.— el chico estaba recostado en el pecho de Ushijima, quien al momento de abrir los ojos, vio los créditos de esta misma.
—La podemos volver a poner.— se rio suavemente sin dejar de acariciar el cabello del chico. Tampoco había puesto mucha atención, se había quedado embobado jugueteando con el cabello de Tendou y quitando aquellas ramitas y hojas que tenía en exceso. Todo con el debido cuidado y respeto de no despertar o lastimar a su amado.
Satori en respuesta soltó un leve quejido y simplemente se trató de acomodar nuevamente en Wakatoshi para disfrutar del calor que le podía proporcionar, a lo que se escondió en el pecho de su amado y continuó dormido por otros pocos minutos; quería despertarse para preparar un poco de ponche, pues por la mañana habían ido al mercado a comprar los ingredientes, solo que sin notarlo cayó dormido ante los encantos de Wakatoshi.
Para Ushijima, esa compañía y ver a su amado chico dormir, era todo lo que necesitaba, a lo que simplemente la idea de poder vivir juntos cuando estuvieran en la universidad, era un sueño sumamente encantador, pero antes, necesitaban graduarse, ¿cómo iba a ser su futuro? No solo le intrigaba, pero el futuro de ambos iba a ser algo que iban a necesitar resolver juntos: ¿Iban a tener hijos? Y si sí, ¿cuántos? ¿Tendrían los mismos rasgos encantadores de Tendou? ¿Dónde iban a vivir? ¿Cuáles eran las aspiraciones a futuro de Tendou?
Muchas preguntas, y pocas respuestas por la mente de él, pero ¿por qué molestarse por sucesos a muchos años? Ahorita solo quería disfrutar de la compañía y descanso de su amado, por lo que optó por dormirse un poco apegandose más a Tendou.
[...]
Un suave aroma había llamado la atención de Wakatoshi, quien al despertar por completo, notó que el pelirrojo ya no estaba en sus brazos, supuso que el chico rondaba por la cocina, y así era. Estaba viendo aquella olla hervir, olía dulce. Era ese aroma dulce que inspiraba tranquilidad, como las dulces flores que Tendou le otorgaba.
La armonía del momento le daba ese pequeño y dulce toque romántico, lo que hizo que aquellas inquietudes regresaran a su cabeza, pero a su vez, tenía esa certeza que le hacía saber que iban a tener una solución si había alguna clase de inconveniente o problema.
Tomaron un poco de ponche, y como ese día Ushijima había acordado de quedarse a dormir en casa de Satori, comenzaron con sus planes: los cuales consistía en leer manga, videojuegos y ordenar comida a domicilio, pizza.
A pesar de ser pareja, trataban de en ocasiones pasar el rato como si aún fuesen amigos, para impulsar ese intercambio de intereses, gustos, disgustos y conocerse más. Obviamente, ser pareja implicaba esa diferencia como persona e incluso gracias a ello Ushijima había descubierto muchos intereses tan únicos en Tendou, así como el pelirrojo aprendía de él.
Y entre tantas anécdotas que habían compartido a lo largo de sus vacaciones, el chico pelirrojo había contado ese triste pasado que tanto le aquejaba, no solo en lo que trataba de contar esa historia, su dulce voz se había roto un poco. Lo mejor que pudo hacer Wakatoshi fue abrazarse a Satori y no soltarlo, recordarle lo lindo que era. Que él era uno de los chicos más lindos de la vida, era el más dulce, simpático y encantador chico de todos. Palabras tan suaves y dulces que solo habían hecho al chico llorar un poco, se sentía afortunado de tener al novio más amoroso.
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Mi Cerezo {Ushiten [AU] [Haikyuu] [Gardenverse] }
FanfictionHistoria completada. A partir del capítulo 13 "son extras," me niego a terminar mi fanfic que más me ha divertido escribir. Tenía 13 años, cuando los primeros brotes de flor de cerezo crecían en las puntas del rojizo cabello de Satori Tendou. No se...