Capítulo 18:

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Esa noche Tendou la había pasado completamente agradable. Su padre le contaba, debido a que al chico le fascinaba escuchar de ello, muchos temas relacionados con su trabajo, incluso le platico sobre uno que otro manga que había estado editando pronto a publicación y que claramente le llevaría una copia. Razón principal por la que el chico tenía una gran cantidad de mangas.

Un momento en aquella conversación, después de haber terminado de comer, el cansancio de Satori era algo evidente, por lo que optaron por regresar a la casa. El camino de regreso era corto, por lo que se regresaron caminando sin problema alguno, el único inconveniente para Tendou era la fría brisa que soplaba dulcemente. Imperceptible para cualquiera, para él, sufrimiento en forma de viento del norte.

—Te dije que agarraras una bufanda.— el señor se quitó la que traía puesta. La había agarrado en caso de que sucediese eso mismo.

Para infortunio de Tendou, solo deseaba que fuese Wakatoshi quien le diese aquella pieza, y no su padre. Su mente solo pensaba en su novio. No había otra cosa y necesitaba comenzar a buscar con qué distraerse si es que no quería seguir sufriendo por ese amor que estaba de viaje.

Al llegar a la casa, su padre le dijo que iba a preparar un poco de chocolate y que mientras diese una ducha de agua tibia para que se le pasara el calor.

Con delicadeza y cuidado, tomó una crema especial para sus flores. Era un tratamiento que se solía utilizar en los fríos inviernos, lo dejaba unos pocos minutos, tiempo suficiente en lo que buscaba su cambio de ropa: el suéter que le había quitado a Ushijima y un pants completamente cómodo. Ese pequeño tarro de crema había sido un regalo que el chico de verdes ojos había hecho.

Ushijima, no solo buscaba cuidar de Tendou, también quería brindarle lo mejor para que estuviese completamente bien, y esa preocupación por el bienestar del chico incrementaba en esa distancia que estaban teniendo. Satori, era alguien sensible que se podía poner triste en ocasiones de manera muy sencilla o repentina, e incluido cosas muy mínimas. Se ponía triste debido a las burlas que había recibido y malos recuerdos que aún rondaban por su mente, no lo iba a olvidar en el momento, era obvio, pero deseaba asegurarse que su mente estuviera en paz para no sufrir alguna enfermedad.

«¿Qué tal tu día?», eran las 9:43 de la noche y ese mensaje se había mostrado en la pantalla, y como el pelirrojo tenía puesta algo de música mientras se duchaba claramente vio ese mensaje, lo que dio paso a que estuviesen hablando por un largo rato.

Al salir de la ducha, el chico aún pegado al celular y en su nueva pijama favorita, bajó por su taza de chocolate con sus nuevos planes nocturnos: mensajear con Wakatoshi toda la noche hasta quedarse completamente dormido.

—¿A dónde vas?— preguntó curioso su padre, pues el señor genuinamente quería pasar el rato con su hijo. Solían verse en ocasiones algún capítulo de una serie mientras tomaban chocolate, por lo que la repentina actitud de Tendou le había confundido un poco.

Satori, no supo qué decir. Había olvidado que era usual tomar chocolate mientras disfrutaban de ver algo, pero el chico estaba más interesado en su amor. Anhelaba más mensajear con Ushijima a lo que simplemente dijo que se iba a leer algo en su habitación, mentira poco creíble debido a que se escuchaban los mensajes del celular, de igual forma no fue cuestionado en lo absoluto.

Esa noche aquellos chicos se la pasaron mensajeando y enviándose notas de voz. A penas habían pasado 1 día lejos el uno del otro y ya se estaban extrañando como si hubiesen sido años, ¿qué les esperaba para el futuro?

Ante la tranquilidad que Ushijima le proporcionaba a Tendou, él fue el primero en caer dormido esa noche.

Los días posteriores, Tendou se estaba viendo día con día más decaído. No fue algo que pudiese pasar desapercibido por su padre. El señor, no sabía qué hacer exactamente, para animarlo.

—Satori.— le habló por su nombre para llamar su atención al chico que lo recibía alegre por su vuelta a casa. —¿Ha pasado algo?— trató de hacer la pregunta no muy invasiva.

—¿Algo?— le vio confundido al separarse.

—Te he notado muy desanimado.— era usual que en vacaciones el chico lo recibiera con alguna comida preparada de una receta de internet, algún postre o algún nuevo pasatiempo, pero esas vacaciones solo lo recibía con aquellos ojos tristes.

—Solo...— se había puesto algo nervioso sin saber qué responder.

Su padre comenzó a preparar la cena para ambos, mientras el dulce pelirrojo solo estaba sin saber qué responder ante la pregunta de su padre. No estaba bien, pero tampoco sabía cómo mencionarle a su padre el motivo.

—Papá.— le llamó nervioso, iba a confesar todo aquello, solo que ¿qué iba a decir exactamente? — Es que no sé cómo decírtelo.— confesó finalmente.

—Pase lo que pase, eres mi hijo y no me enojaré contigo. — le afirmó mientras seguía cortando los vegetales.

—Es que, me gusta alguien...— hizo una pausa antes de seguir hablando. Una, un tanto larga, trataba de formular las palabras correctas, pero ¿había palabras correctas ante esa confesión?

—Te estoy escuchando.— habló su padre al escuchar el silencio del chico, era un poco adorable ver cómo es que iba a confesar su primer amor y los problemas.

—Me gusta Ushijima.— finalmente soltó las palabras, estaba nervioso por haberle dicho. Andaba con otro chico, sabía que no era lo común y que podía experimentar rechazo, tanto familiar como social. —Y andamos desde hace unas semanas.— sus mejillas estaban de un suave tono rojizo como su cabello.

Su padre lo sabía desde hacía tiempo, pero no quería responder con un: Satori, los vi llegar juntos el otro día. Sonaba muy frío, pero se le hacía lindo ese pequeño momento de sinceridad que su hijo había tomado. No solo eso, le alegraba saber que tenía aún esa dulce confianza.

—¿Discutieron y por eso estás triste?

—No, es solo que...— ya había hablado mucho, pero se sentía un tanto aliviado que su padre supiese lo mal que se sentía por esa soledad que tenía que vivir día tras día. —... se fue de viaje familiar y lo extraño.— No solo estaba aliviado, se sentía mejor que no remarcó que su pareja fuese "un chico," y que parecía no molestarle.

—Entiendo que puedas sentirte solo, pero tratar de verlo de una manera positiva.— puso el plato de la cena frente al pelirrojo que estaba sentado en la mesa con una decaída expresión.

—¿Cómo? —la desanimada voz de Tendou era un tanto obvia

—Puedes aprender a tejer y tejer algo sencillo, leer, aprender algo nuevo, cosas que solías hacer antes de conocerlo. Es normal estar triste, lo extrañas.

Pasó el resto de la cena tratando de reconfortar a Tendou. Lo que vagamente sirvió un poco, ya que este mismo seguía sumido en esa tristeza, extrañando al chico y más aún, su padre comprendía lo abrumador que podía ser pasar la soledad del día a día; a lo que simplemente dejó como comentario que también podía buscar un trabajo exclusivo por las vacaciones de invierno, así ganaba dinero y podía comprarse cosas que le gustasen.

Ese pequeño comentario no pasó desapercibido por Tendou.


N/A:perdón me quedé jugando al LOL desde el viernes, jsjsj

Mi Cerezo {Ushiten [AU] [Haikyuu] [Gardenverse] }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora