II

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-¡¿Qué?, Videl, tu... Tu no puedes participar!- Digo furioso.

-¡Olle no me grites, ¿Acaso estás loco?!- Grita ella aún más fuerte que yo.

-No, no estoy loco, ¡Tu te haz vuelto loca!- Digo aún más molesto que ántes.

-¡Participaré y no podrás hacer nada para que no lo haga!- Dice girandose y dándome la espalda.

-Es muy peligroso- Digo calmándome.

-Es un simple torneo, Gohan- Dice sin voltearse hacia mi.

-Habrá gente muy fuerte- Digo tratando de que desista.

-Yo lo soy- Dice necia.

-Por favor no lo hagas, Videl- Digo parandome en frente de ella.

-¡Dije que no!- Grita muy fuerte de nuevo.

-¡Bien! haz lo que quieras, pero yo te lo advertí- Digo saliendo furioso de su abitación y tirando la puerta con mucha fuerza, Mr. Satán contemplaba el escándalo desde el otro lado del extenso pasillo, estaba preocupado y asustado; pues aún cree que soy un mounstruo, pero le aclaré todo.

Bajé las escaleras, y aún desde allí pude escuchar los sollozos de Videl; me sentí horrible, pero se molestaría aún más si regreso a su habitación. Decido irme.

Vuelo a mi casa y en todo el viaje pensé que había sido mi culpa, y debí no ser tan duro con ella, quizá ella deba participar, aúnque se que no podrá salir victoriosa, pero debí permitirle realizar su capricho de niña mal criada. Tal vez, deba dejarla sola por al menos un día.

-¿Por qué llegas tan tarde?- Pregunta mamá al verme llegar.

-Si, lo siento, estaba en casa de Videl- digo quitandome el bolso de mi torso y colocandolo sobre la mesa.

-¿Ella te dijo que participará en el torneo?- Hace otra pregunta muy incómoda.

-Em, si, ya me dió la noticia- Digo sin mencionar que no estoy de acuerdo con eso y que por ese tema ahora quiere asesinarme.

-Estoy muy orgullosa de tí, que apoyas y protegerás a tu mujer en la batalla- Dice y sonríe.

-Si, así es- Río nervioso.

Decído irme a mi habitación ántes de que mi madre decida hacerme más preguntas. Al llegar a ella me quito mi ropa y quedo solo en calzoncillos y me tiro a mi cama, me envuelvo entre las sábanas y cierro mis ojos.

-Oh, no. Olvidé que tengo que bañarme- Me digo a mi mismo después de haber entrado en calor.

-Ham- Bostezo- Puedo ducharme mañana- Digo y vuelvo a cerrar los ojos.

Entraba en sueño cuando derrepente un raro sonido llamó mi atención.

-Oh, es mi estómago. También olvidé cenar-.

Al otro día desperté muy hambriento y también apestoso; entro a la ducha, y tomo un rico baño de agua caliente.

Más tarde tomo mi desayuno con más apetito que nunca y vuelo hacia la ciudad para hacer unas compras, pues mi abuelo vendrá hoy a almorzar.

Voy a un supermercado que queda en el mismo vecindario de la casa de Videl, pero no me acerco a ella. Tomo un carrito y comienzo a recorrer los pasillos buscando las cosas que necesito.

-¡Hola Gohan!- Escucho y ladeo mi cabeza.

-¡Iresa!, que gusto encontrarte aquí- Digo.

-El gusto también es para mí- Responde ellá.

-¡Auch!- Me quejo.

-¿Que te sucede Gohan?- Pregunta ella.

-Me entró un basura en el ojo- Digo con una irritación en mi ojo derecho.

-Ven te ayudo- Dice ella acercándose a mi y, derrepente como en cualquier pelicula de comedia amorosa llega Videl y ve la cara de Iresa sobre la mia.

-¡Ay no!- Gríto.

Salgo corriendo detrás de Videl dejando a Iresa y mi carrito de compras atrás, Videl corre también así que tomo vuelo y me paro en frente de ella.

-Videl...- Digo tratando de hablar con ella.

-¡¿Qué, ahora dirás que todo fue un mal entendido; que te entro un mugre en el ojo y ella te estaba ayudando a sacarlo?!- Dice con lágrimas en los ojos.

-Es, es que eso es exactamente lo que pasó-.

Vete al demonio, Gohan- Dice y sale corriendo a su casa.

El Mejor Recorrido -2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora