Icy -Kv

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-¿Tae?- Jimin abre la puerta de su habitación y su ceño se frunce al ver el rostro lloroso de Taehyung. -¿Qué pasa?-

Tae entra en la habitación y abraza a Jimin, sollozando ligeramente.

-Tae, me estás asustando, ¿Qué-

-Jungkook…- Tae empieza a hablar, Jimin le mira.

-¿Qué ha hecho?- Pregunta, enfadado, Tae se limpia las lágrimas.

-No sé qué le pasa, Jimin…- Tae se sienta al borde de la cama, con la mirada baja. -Últimamente…, está raro, como… distante.-

Jimin se sienta a su lado, escuchándole atentamente.

-Hoy íbamos a vernos…, íbamos a ir a un restaurante a cenar y…, me ha escrito a última hora diciendo que sería mejor otro día.- Murmura Tae, mirándole.

-¿No te ha dicho porqué?- Pregunta Jimin cogiéndole la mano.

Tae niega, suspirando. -No…, pero… algo no va bien, Jimin, lo noto…-

Jimin le abraza, y Tae cierra los ojos, intentando entender qué le pasaba a Kook.

-¿Crees que exagero?- Murmura, y Jimin se ríe.

-Creo que deberías hablar con él…- Jimin le acaricia la espalda. -Quizás te de una explicación…-

-¿Tú crees?- Pregunta Tae, Jimin asiente.

-Jungkook te quiere…, estoy seguro de que hay una razón.- Concluye, y Tae asiente.

-¿Te apetece ir a comprar algo de cena?- Propone el rubio, y Tae ríe, limpiándose las lágrimas.

-Está bien…-

Salen de la habitación, la noche cayó sobre la ciudad como un manto de terciopelo oscuro, envolviéndolo todo en una quietud casi sobrenatural.

El aire era gélido, cortante como una cuchilla, y cada respiración se convertía en pequeñas nubes de vapor que flotaban brevemente antes de desaparecer.

Las calles, normalmente bulliciosas, estaban desiertas. El viento, aunque suave, traía consigo un frío que calaba hasta los huesos, susurrando a través de las ramas desnudas de los árboles y haciendo crujir las hojas secas en el suelo.

Rápidamente salen de la tienda de conveniencia. Taehyung, con un par de dulces en sus manos, algo más animado que antes.

-Eh, Tae…- Escucha la voz de Jimin y le mira. -¿Ese es Jungkook?- Y al decir eso, frunce el ceño.

Levanta la vista, y a lo lejos, en la parada de autobús, uno de los autobuses para, y Jungkook baja de él.

¿Qué?

Jungkook bajaba del autobús con rapidez, como, abrumado, con los ojos llorosos e hinchados.

El tiempo pareció detenerse por un momento mientras sus ojos se enfocaban en su figura, descendiendo lentamente los escalones con el aire frío de la tarde rodeándolo.

No esperaba verlo allí, especialmente después de la frustración y la tristeza de haber sido plantado sin ninguna explicación. Su corazón da un vuelco repentino.

Verlo con la expresión cansada y los hombros caídos le indicó que algo no estaba bien.

Se queda paralizado. ¿Qué debería hacer?

Ve a Jungkook caminar deprisa hacia la universidad, y suspira.

-Estaba llorando, ¿Debería darle espacio?- Pregunta, Jimin le mira.