Icy -Kv

17

A Jungkook le gustaban cada vez menos las fiestas.

Había pasado medio mes desde que Taehyung le hizo la mejor paja de su vida en el vestuario.

Eran los primeros días de abril. Los exámenes acababan de terminar y la gente por fin podía salir.

Por eso, habían accedido a ir un rato a la habitación de Yoongi.

Pero era más aburrido de lo que imaginaba.

Había poca gente, la mayoría bebiendo y fumando.
Jungkook estaba sentado en un sillón, Ta en sus rodillas, recostado en su pecho.

A la media hora de llegar ambos deciden marcharse. Jungkook por aburrimiento, Tae porque tenía otros planes en mente.

Desde lo ocurrido en el vestuario, tenía claro que Jungkook quería hacer el amor.

Por eso, había planeado que hoy fuese el día.

-¿Os váis ya?- Pregunta Hoseok, y Jeon asiente.

Se despiden, y Kook acompaña a Tae a su habitación.

Cómo siempre, se dan unos besos en la puerta de Tae, Jungkook le acaricia la cintura, y disfruta del sabor de fresa de los labios de Tae.

Cuando se separan, el castaño le mira con sus ojitos preciosos.

-¿Quieres pasar..?- Pregunta Tae, batiendo sus pestañas, acariciando el brazo de Kook.

-¿Quieres que me quede…?- Jungkook sube las cejas, sospechando sobre la indecente propuesta.

-Sí…- Tae asiente, y le da un besito a Kook en los labios.

Era casi hipnótico, Jungkook asiente, Tae abre la puerta y entran.

Cierra con rapidez y Tae rodea su cuello.

No hace falta aclarar nada más.

Se besan, con desesperación, casi con prisa, Jungkook baja sus manos al culo de Tae y agarra uno de los cachetes, apretándolo.

El corazón de Tae iba a mil por hora, hoy, estaba decidido, se acostarían.

Le coge de las manos y le atrae hasta su cama, sin separarse de su boca.

Jungkook, en sus pensamientos, repetía una y otra vez que no debía cagarla, que fuera cuidadoso y que preguntara en todo momento.

Los labios de Taehyung eran suaves, intensos, embriagadores, sentía que sí se separaba moriría, era su aire, su droga.

Por eso, Jungkook estaba decidido.

Hoy haría el amor con Tae. Todo lo planeado iba a salir bien.

Si bien el beso de ahora era rápido y sucio, tenía en mente que el resto de la noche fuera calmada, suave y sensual.

Había imaginado este momento tantas veces que ahora parecía irreal.

Tae le muerde el labio inferior, y suelta una risita cuando Kook gime de dolor, se sienta en la cama y retrocede hasta el centro, bajo la mirada juguetona de Kook.

El calor sube por el cuerpo de Jungkook, se quita la camiseta, y sube a la cama, yendo hacia Taehyung cual depredador acechando a su presa.

Tae sonríe, y una vez Jungkook está encima de él le rodea la cintura con las piernas y el cuello con los brazos.

Vuelven a juntar sus labios.

La habitación está caliente, hay una leve luz que se cuela por la ventana, y la lámpara de la mesita de noche de Tae ilumina la estancia cálidamente.