Icy -Kv

12

A la mañana siguiente Tae se despierta, y cree que sigue soñando.

Su visión está nublada, casi no puede moverse y le duele la cabeza a horrores.

No recuerda absolutamente nada de lo que pasó después de que Jin le diera permiso de beber un poco.

Oh, sólo bebió dos vasos y ya estaba borracho.

No volvería a beber. No en los próximos meses.

Mira hacia abajo, y su corazón se enternece al ver a Jungkook dormido, con la respiración tranquila y el pelo revuelto.

Era por eso por lo que no se podía mover.

Jungkook le presionaba con fuerza contra su pecho, tenía la cara en su cuello, sus manos en la cintura del castaño, y las piernas de este envolvían las caderas de Jeon.

Mmh, desde luego era la mejor forma de despertarse.

Intenta levantarse sin despertar a Kook, pero le es imposible.

Al intentar separarse de Jeon nota algo duro contra su abdomen.

Oh.

Mira hacia abajo y su cara se pone roja.

Los apretados calzoncillos de Kook no dejan absolutamente nada a su imaginación.

Y al bajar la mirada, algo más llama su atención. Aquella cicatriz que tenía Jungkook en su costado.

Consigue deshacer el abrazo de Jungkook y se escabulle hacia el baño.

Cierra la puerta con pestillo, y se mete en la ducha con rapidez.

El agua caliente cae sobre su cuerpo y eso le ayuda con el dolor de cabeza.

Y con el calor de despertar al lado de Jungkook…

Pero unos golpes en la puerta le asustan.

-¿Quién está dentro?- Alguien Grita desde fuera, y no es Jungkook.

-Uhm, soy yo, Tae, enseguida salgo…- Dice, cerrando el agua de la ducha.

-Ah, ¡Perdona!- Dice, quien cree que es Bogum, y sigue duchándose.

Sale con rapidez, seca su cuerpo como puede, al igual que su pelo.

Agradece haber llevado su ropa al baño.

Se viste y se lava los dientes, y al abrir la puerta salta del susto.

Jungkook está apoyado contra el marco, mirándole desde arriba con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados, recién levantado.

-Buenos días Kookie…- Susurra, y Jungkook suelta algo parecido a un gruñido.

-¿Estás bien?- Pregunta, y Jungkook asiente, dándole un abrazo.

Tae se ríe, acariciando la espalda desnuda de Kook.

-Vístete, te espero, ¿Vale?- Dice, y Jeon asiente.

El resto de sus compañeros están prácticamente igual.

Alrededor de una hora después bajan a desayunar, y Jungkook no ha pronunciado palabra.

En la fila del desayuno Jungkook saca una pastilla de su bolsillo y busca una botella de agua.

-¿Te encuentras bien?- Pregunta Tae, Jungkook, algo más despierto niega.

-Regular. Perdona que no hable mucho, me duele todo.- Dice, y Tae suelta una risita, dándole un beso en la mejilla, poniéndose de puntillas.

-No te preocupes…, ¿Bebiste mucho?- Pregunta, y Jungkook le mira con los ojos abiertos como platos.

¿Acaso Tae le estaba tomando el pelo?

-¿No te acuerdas?- Pregunta Kook, y Tae se ríe.

-Uhm, no sé ni cómo llegué a la cama…- Dice, y le acaricia las mejillas a Jungkook.

-Te llevé yo.-Jungkook rodea su cintura, y apoya su frente contra la contraria.  -Estábamos muy borrachos…-

-Gracias Kookie.-

Desayunan, y los chicos se preparan para el partido de ese día.

Tenían tres partidos por delante.

Los dos primeros fueron victorias fáciles, , Taehyung había visto cada segundo de los partidos desde las gradas, con el corazón en la boca.

La final se acercó con rapidez.

El partido había sido entretenido. Fuertes golpes entre los jugadores, gritos, faltas, el entrenador Kang frustrado desde el banquillo, pero por suerte, sus chicos eran más inteligentes y buenos de lo que parecían.

-¿No pasáis?- pregunta Hoseok.

Habían vuelto al hostal, todos estaban eufóricos por las recientes victorias, con numerosas botellas de alcohol en mano y cigarros.

Había música muy alta, las habitaciones estaban oscuras y la gente lo pasaba bien.

Jungkook y Tae habían pasado a despedirse, no iban a ir a la fiesta esta noche.

Principalmente para evitar la resaca que tuvieron por la última fiesta, pero, también porque Jungkook tenía que Tae se volviera a descontrolar.

-No, vamos a irnos a dormir pronto…- Dice Tae, apoyando su cabeza en el pecho de Kook, quien tenía un brazo en su cintura.

Hoseok sube una ceja, y asiente.

-No quiero ver a nadie desnudo cuando vuelva…- Murmura, Jungkook rueda los ojos.

-Gilipollas…-

Vuelven a su habitación, Jungkook abre la puerta, casi nervioso.

Estaba arrepintiéndose, estar a solas con Tae significaba que podían pasar cosas… que no quería que pasaran.

Taehyung entra, y se tira a la cama en la cual habían dormido los anteriores días.

-Mmh…, qué bien que estemos solos…- Dice, mirando a Kook desde la cama.

Jungkook traga saliva, y asiente, cerrando la puerta.

-Sí…, echaba de menos estar a solas contigo.- Dice el pelinegro, sentándose al lado de Tae.

Tae le mira a los ojos, con el pelo revuelto por la cara, y una sonrisa preciosa.

-No quiero volver a la universidad.- Murmura Tae, Jungkook le rodea con sus brazos, abrazándose.

-Quiero quedarme aquí para siempre, contigo, y olvidarme del resto del mundo.- Continúa, y Kook se ríe.

-Ojalá pudiéramos.- Responde Jungkook, enterrando su nariz en el cuello de Tae.

Olía a miel y vainilla.

Mierda.

Se había empalmado.

-Has estado increíble en el hielo Kookie…- Dice Tae, acariciándole el pelo, Jungkook ronronea.

-No me creo que hayamos ganado la liga.- Dice Kook, con una sonrisa. -Me has dado suerte.-

-¿Tú crees?- Dice Tae, ambos se ríen, y se besan.

Pueden pasar horas, días, incluso años, así.

Jungkook acaricia la espalda de su novio de arriba abajo, Tae tenía sus pechos apretados contra el pecho de Kook.

Sube una pierna a la cadera del pelinegro, Jungkook le acaricia el muslo, y Tae jadea cuando le muerde el labio inferior.

Quizás Taehyung le había dado suerte de verdad.

La suerte de su vida.

Holaaa
¿Qué os ha parecido?
Honeyfu