Las manos de Sergio estaban sudando a causa de los nervios. Lo cual lo envió en un pequeño estado de pánico. No se había sentido de esa manera desde sus primeras carreras en su temporada debut.
Estaba a punto de salir hacia la carrera en su país. Alargaba desde la primera posición, y tenía enfrente suya la mayor posibilidad de su carrera para conseguir lo que tanto había soñado por años. Aunque tener la pole position en México no era del todo óptimo, Sergio se aseguraría de que lo fuera.
La expectativa de la gente, la ilusión de sus fans y la suya propia estaban tomando lugar en la mente de Sergio. Y este luchaba por mantenerlos controlados, sin embargo, le era difícil.
—Chiquito. —Escuchó la voz de Max. Su novio sostenía la puerta y su cabeza se asomaba de ella—. ¿Ya estás listo?
Sergio tomó una bocanada de aire. Max se tomó la libertad de entrar por completo a la recámara y se acercó a Sergio. Colocó sus dos manos en la cintura del mexicano y lo miró, esperó a que este se relajara para hablar.
—¿Nervioso? —preguntó en voz baja. Sergio abrió los ojos.
—Sí. —Lo admitió sin tapujos. Estaba enfrente a la persona en la que más confiaba en el mundo, con la que se sentía seguro y libre de prejuicios.
Si abría su corazón ante Max, él no temía que fuese traicionado. Max nunca le haría eso.
Max le dio un aterciopelado beso en su mejilla.
—Recuerda que sin importar los resultados; ganes o pierdas, siempre voy a estar orgulloso de ti. —Sergio sonrió. Esas fueron sus palabras para Max en Zandvoort—. Todos tus fans allí afuera siempre te van a apoyar sin importar lo que pase ahora.
Sergio seguiría siendo su ídolo. El sol mexicano de la Fórmula Uno.
Sergio alzó sus ojos para ver a Max.
Si él era el sol, Max era la luna. Su hermosa luna.
Max le dio un beso antes de que los dos se colocaran sus balaclavas. Sergio se robó uno más para calmar lo que le quedaba de nervios.
—No lo hagas fácil para mí. —Max lo miró a través de su retrovisor. Los ojos marrones de Sergio desbordaban seriedad.
—¿De qué hablas? —Sergio puso su mano sobre el pecho de Max.
—Quiero que corras conmigo como un competidor, no como mi novio. —Es decir, que lo tratara como a los demás.
Max lo había pensado, ser cuidadoso con Sergio y no atacarlo ferozmente por la primera posición. Quizá defenderlo de Lewis.
Pero, ahora estaba recibiendo una instrucción de parte del mismo Sergio. Así que, no tendría miedo de correr como si fuese otro piloto en la pole.
—Tú lo pediste. —Sergio sonrió.
—Eres el mejor desafío que podría pedir.
Max se quedó mudo. Por fin. Una persona –un compañero de equipo– que no lo veía como una amenaza, como una bestia experta en destruir a sus compañeros.
Sergio lo miraba y veía en él a su mayor inspiración para ser mejor piloto. Max alentaba a Sergio a darlo todo.
Dios. Jamás dejaría ir a ese hombre.
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El wag del campeón [Chestappen]
FanfictionEl retirado piloto Checo Pérez aparece de nuevo en el paddock, solo que ahora como wag del candidato a campeón, Max Verstappen. El caos comienza desde allí. -M-Preg!