Sergio y Max despertaron entre quejidos somnolientos.
Había un celular que estaba sonando de manera insistente desde hacía unos minutos y el ruido los sacó del mundo de los sueños donde habían caído juntos abrazados.
—Creo que es el mío —murmuró Sergio. Restregó su rostro contra el pecho de Max y se forzó a encontrar la voluntad de separarse del cálido cuerpo de su novio para ir en busca de su teléfono. Max se quedó en la cama a seguir durmiendo.
Al revisar la pantalla vio que se trataba de Charles.
—¿Qué pasó? —Seguía tan dormido que se le olvidó hablar en inglés. No se le podía culpar, esos minutos –¿o fueron horas?– que durmió abrazado de Max fueron el mayor descanso que había tenido ese fin de semana.
"Ah, qué aburridos son. Creí que interrumpiría su sexo de reconciliación." Sergio no reaccionó como lo hubiera hecho antes porque seguía batallando por mantener sus ojos abiertos. "Carlos quería saber si viajarás con nosotros, pero tengo la esperanza de que no sea así..."
—No, me voy a ir con Max. —Charles chilló contento. Eso significaba que Max había hecho lo correcto y no había huido de hablar con Sergio antes de que se fueran todos del hotel.
"Me alegra escuchar eso. No creí poder aguantar otro fin de semana con ustedes dos peleados." Charles rió suavecito. "Vaya, me sentí como cuando mi madre enviaba a mi padre a dormir al sofá cuando peleaban."
"Ya, mi amor, deja que el hombre duerma. O que tengan cojones y al fin follen."
—Dios santo, ustedes son un caso. —A Sergio se le escapó una risilla por las ocurrencias de sus amigos.
"¡Asegúrate de hacernos tíos!"
—¡Ya, adiós! —Sergio colgó. Lo último que escuchó fue la risa traviesa de Charles.
Dejó su teléfono en el mismo lugar y se fue a paso adormilado de regreso con su novio. Subió una rodilla a la cama y cuando estuvo a punto de tirarse a su lado, la puerta sonó.
—Me lleva la chingada. —Miró a Max dormir pacíficamente y decidió hacer algo al respecto. Le golpeó con una almohada hasta que Max se despertó alarmado.
—¿Qué pasa? —Sergio abrazó la almohada y se recostó en su lugar.
—Te toca, hay alguien en la puerta. —Max arrugó el entrecejo.
—Pero si era tu teléfono el que sonó, ¿por qué debo...?
Sergio le mal miró y fue suficiente para que Max obedeciera. Se levantó de la cama y caminó refunfuñando por tener un novio caprichoso. Tenía suerte de que fuese adorable.
Abrió la puerta para encontrarse a Lando. Apenas le vio, el rostro de su amigo se oscureció.
—Así que aquí estabas. —Lando se cruzó de brazos.
—¿Me estabas buscando? —Max preguntó extrañado. Juraba que no había escuchado su teléfono—. Ah, maldición. Dejé mi celular en tu habitación.
—Sí, lo vi cuando te llamé y sonó allí. —El tono de voz sugirió algo que hizo sospechar a Max que Lando estaba descontento—. ¿Se puede saber qué estás haciendo en la habitación de Pérez?
Max se quedó estupefacto por unos segundos.
—¿Qué hago en la habitación de mi novio? —Repitió la pregunta, esperando que su tono burlón le hiciera entender a Lando lo absurdo que había sonado—. Tuvimos una discusión, Lando, no es que hayamos terminado. Ya lo hablamos y ahora estamos bien.
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El wag del campeón [Chestappen]
FanfictionEl retirado piloto Checo Pérez aparece de nuevo en el paddock, solo que ahora como wag del candidato a campeón, Max Verstappen. El caos comienza desde allí. -M-Preg!