Sergio miró hacia Max. Entrecerró sus ojos para tratar de analizar sus micro-expresiones. Max era fácil de leer, no sabía mentir.
—Verde —dijo finalmente.
—Joder. —Maldijo riéndose y estiró su mano para tomar una carta de la baraja hasta que le saliera una verde.
Tuvo suerte y a la segunda carta salió una verde.
—Ah~ Así que no tiene verdes. —Charles se acomodó en su asiento y vio sus cartas.
Charles, Carlos, Max y Sergio estaban en la habitación de Carlos jugando UNO. Habían terminado con la clasificación de ese día y decidieron pasar la tarde en completa relajación. Sin planes en concreto, solo pasar el tiempo juntos como amigos.
—Tampoco tiene azules —comentó Carlos, dejó su carta a jugar ya que era su turno.
—Bueno, ¿ustedes son un equipo en mi contra? —Max se quejó del complot que los demás habían hecho.
—Únicamente porque eres el que menos cartas tiene. —Charles le explicó y encogió sus hombros—. Lo mismo me hicieron hace rato.
—Aunque yo veo más peligroso a Chequito, eh. —Carlos señaló a Sergio de forma acusatoria y bromista—. Ha estado muy callado. Seguro tiene una buena mano.
—Tú concéntrate en lo tuyo, Sainz. Que bien sé que no tienes rojas ni amarillas.
La puerta sonó con un par de toques.
—Servicio a la habitación. —Carlos se levantó para ir a buscar la comida que habían ordenado. Se llevó su juego de cartas porque no confiaba en ninguno de esos tramposos.
—Checo, ¿me invitas de las alitas que pediste? —Le preguntó Charles y le hizo ojitos de súplica.
Sergio se rió suavemente.
—Si le robas un pedazo al sushi de Carlos y me lo das.
—¡Hecho! —El monegasco esperó con ansias a que su novio regresara. En cambio, vio que la camarera entró a la habitación con un carrito donde tenía una gran bandeja de comida.
Ellos se dieron prisa en despejar la mesa para que la mujer pudiera servirles sus platillos.
—Muchas gracias. —Todos le agradecieron cuando terminó. Carlos la acompañó hasta la puerta de nuevo para darle su propina.
Allí fue cuando Charles aprovechó para destapar el plato de Carlos y le dio dos pedazos de sushi a Sergio. Max se aguantó la risa cuando, en medio de las prisas, Charles dejó caer un pedazo justo cuando Carlos cerró la puerta.
Sergio se desesperó por el temor de ser descubiertos, así que, tomó el pedazo caído en la mesa y lo metió rápidamente a su boca.
—Huele bien, ¿no? —Carlos regresó completamente inadvertido del asalto de su comida.
—Sí, todo luce bien. —Max vio de soslayo a Sergio masticar la comida dentro de su boca con disimulación—. ¿Quieres de mis papas fritas, amor?
—Sí, pero ahora que comience a comer.
Sin duda a sus entrenadores les daría un infarto si vieran lo que estaban a punto de comerse, sin embargo, a ellos poco les importó. Querían disfrutar de esa tarde juntos sin remordimientos ni restricciones. Llevaban todo el año a dieta, un par de veces no los haría subir muchos kilos.
Sergio cumplió con lo prometido y le dio de sus alitas a su amigo. Carlos no cuestionó en lo absoluto cuando Charles tomó de su comida y se la dio a Sergio, él dejaría a su novio hacer lo que quisiera sin preguntar.
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El wag del campeón [Chestappen]
FanfictionEl retirado piloto Checo Pérez aparece de nuevo en el paddock, solo que ahora como wag del candidato a campeón, Max Verstappen. El caos comienza desde allí. -M-Preg!