Donde Ji-won, después de una traición devastadora, encuentra un nuevo propósito en la justicia y el autodescubrimiento, gracias al apoyo incondicional de Ji-hyuk y la guía emocional de Hye-jin.
O...
Donde Hye-jin es una intermediaria que sin querer...
En una noche fría, Hye-jin tropezaba por la calle desierta, cada paso tambaleante y errático mientras su mente volvía una y otra vez a lo mismo. "Ya no más." Las palabras de su ex novio aún resonaban como un eco que intentaba ahogar con la cerveza que había bebido. Sus pensamientos la envolvían tanto que no notó cómo tres muchachos la observaban desde el otro lado de la calle.
—¿Crees que esté sola? —murmuró uno, esbozando una sonrisa que reflejaba de todo menos buenas intenciones.
—A esta hora... claro que sí. No parece que haya nadie con ella —respondió otro, sin dejar de mirarla con una mezcla de interés y malicia.
—Deberíamos llevarla a un lugar más seguro. No podemos dejarla así —añadió el tercero con una voz fingidamente caballerosa, pero sus ojos lo delataban.
Sin embargo, antes de que esos tres pudieran acercarse, un joven que estaba por ahí, Ji-hyuk, escuchó los comentarios. Sin dudarlo, se adelantó, cruzando rápidamente la calle y poniéndose en el camino de Hye-jin, quien no lo vio y, de repente, chocó de frente con su pecho.
—¡Ay! —exclamó, frunciendo el ceño confundida y levantando la vista. Luego murmuró—: ¿Quién puso este poste aquí?
Ji-hyuk reprimió una sonrisa ante su comentario y dio un paso hacia atrás, asegurándose de que ella estuviera bien.
—¿Estás bien? —preguntó en voz baja, siguiéndola con la mirada mientras ella retomaba su marcha tambaleante.
Hye-jin asintió, aunque no estaba muy consciente de a quién respondía. Pero al notar que el muchacho caminaba a su lado, frenó y se dio vuelta tan rápido que, de inmediato, una ola de mareo la hizo tambalearse más.
—¿Tú... qué quieres? —dijo con voz pastosa, mientras su mirada se fijaba en él con algo de confusión y la sombra de lágrimas no derramadas en sus ojos.
—Solo quiero asegurarme de que estás bien —replicó Ji-hyuk con una sonrisa tranquila—. Estás sola, ¿o tienes a alguien?
Apenas escuchó eso, la expresión de Hye-jin cambió. Sus labios temblaron un poco mientras trataba de esbozar una sonrisa que se rompió rápidamente.
—Estoy sola porque... mi novio me terminó —contestó, haciendo un gesto como si fuera a llorar, aunque parecía luchar para mantener la compostura.
Ji-hyuk la miró con suavidad y le preguntó con voz tranquila:
—¿No tienes ninguna amiga con quien pasar el rato?
Hye-jin soltó una pequeña risa, sacudiendo la cabeza. Luego, lo miró fijamente, con una sonrisa irónica.
—A mí no me gustan las mujeres —respondió—, pero admito que hay unas muy bonitas.
Ji-hyuk rio suavemente, sin apartar la mirada de ella.
—¿Quieres que te presente alguna? —bromeó ella.
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