Donde Ji-won, después de una traición devastadora, encuentra un nuevo propósito en la justicia y el autodescubrimiento, gracias al apoyo incondicional de Ji-hyuk y la guía emocional de Hye-jin.
O...
Donde Hye-jin es una intermediaria que sin querer...
Hye-jin y Ji-hyuk decidieron dedicar un día entero a comprar las primeras cosas para su bebé, emocionados de comenzar a preparar el espacio para el nuevo integrante de la familia. Desde el principio, ambos estuvieron de acuerdo en evitar los colores tradicionales como rosa o azul, optando en su lugar por tonos neutros y vibrantes que reflejaran su estilo único.
La pareja ingresó a una tienda especializada en productos para bebés que tenía un aire acogedor y organizado, con pasillos llenos de ropa adorable, mantas suaves y accesorios prácticos. Ji-hyuk, siempre curioso, se acercó a los estantes llenos de pequeños atuendos mientras Hye-jin inspeccionaba los materiales y diseños.
—¿Qué te parece este? —preguntó Ji-hyuk, sosteniendo un pequeño body en un color mostaza con un estampado de animalitos.
—¡Es precioso! Además, el algodón orgánico es perfecto para la piel del bebé —respondió Hye-jin, revisando la etiqueta.
Ambos comenzaron a seleccionar prendas con tonos como gris, beige, verde menta y amarillo suave. Encontraron un set de pijamas en blanco y negro con patrones geométricos que les encantó por lo moderno y único.
—Nuestro bebé va a tener más estilo que yo —bromeó Ji-hyuk mientras agregaba otro conjunto al carrito.
—No es difícil, considerando tus camisas del gimnasio —respondió Hye-jin, riendo.
En la sección de mantitas y sábanas, eligieron textiles en colores tierra y patrones sutiles de estrellas y lunas. Hye-jin insistió en tocar cada tela para asegurarse de que fueran suaves y cómodas.
—¿Qué te parece esta manta gris con bordes amarillos? Es súper acogedora —comentó Ji-hyuk, colocándola sobre su hombro como si fuera una capa.
—Perfecta. ¿Qué tal también una en color terracota? Me encanta cómo contrasta con todo lo demás —dijo Hye-jin, colocando la opción en el carrito.
También seleccionaron baberos y gorritos en colores neutros, un móvil para la cuna con figuras de madera en tonos naturales, y un peluche de jirafa en un color crema que Ji-hyuk abrazó de inmediato.
—¿Crees que al bebé le guste? —preguntó, alzando el peluche.
—Creo que tú lo quieres más que el bebé —respondió Hye-jin, divertida.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando se toparon con una sección de zapatitos diminutos. Hye-jin se quedó mirando un par de botitas color beige con cordones marrones.
—¿Qué opinas? —le preguntó a Ji-hyuk, mostrando el par.
Él tomó las botitas y sonrió. —Son perfectas. Pero creo que me estoy imaginando al bebé caminando antes de tiempo.
—Un paso a la vez. Primero, vamos a abrazarlo mucho —dijo Hye-jin, acariciando su vientre.
Al llegar a la caja, el carrito estaba lleno de ropa adorable y accesorios prácticos, todos elegidos con cuidado y amor. Mientras empaquetaban las compras, Ji-hyuk le susurró a Hye-jin:
—Es extraño cómo algo tan pequeño puede significar tanto.
Ella asintió, conmovida. —Nuestro bebé ya tiene todo lo esencial: ropa, mantas y unos papás que lo aman con todo su corazón.
Salieron de la tienda con bolsas en las manos y una mezcla de emoción y tranquilidad en el corazón, listos para los siguientes pasos en su aventura como futuros padres.
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