Donde Ji-won, después de una traición devastadora, encuentra un nuevo propósito en la justicia y el autodescubrimiento, gracias al apoyo incondicional de Ji-hyuk y la guía emocional de Soo-jin.
O
Donde Soo-jin es una intermediaria que sin querer cam...
La puerta de la casa de Soo-jin se abrió, y ella apareció con una expresión sorprendida al ver a Ji-hyuk. Llevaba una pijama completamente blanca, suave y esponjosa, que le daba un aire de dulzura natural. Su cabello estaba suelto y desordenado, como si hubiese estado completamente sumergida en su propio mundo de comodidad. Ji-hyuk apenas pudo reprimir una sonrisa; se veía diferente a cómo la había visto en la oficina: relajada, vulnerable… y, de algún modo, adorablemente navideña.
—Ji-hyuk, ¿qué haces aquí? —preguntó, recuperándose de la sorpresa mientras lo dejaba entrar.
—No podía dejar que pasaras Navidad sola —respondió, mirándola con una mezcla de calidez y resolución—. Pensé que quizás podríamos compartir un rato.
Soo-jin cerró la puerta detrás de él, un tanto nerviosa, pero asintió con una sonrisa. —Bueno, en ese caso… ¿te gustaría una bebida caliente? Justo estaba preparando algo especial para la noche.
—Claro, suena perfecto —dijo Ji-hyuk, acomodándose en el sofá mientras ella se dirigía a la cocina.
Aprovechó el momento para observar el entorno; la decoración navideña era modesta, pero Soo-jin había añadido pequeños toques que le daban a la casa una atmósfera cálida y festiva. Velas con aroma a canela, una manta de lana plegada junto al sofá y, en un rincón, un árbol de Navidad con luces suaves. El ambiente era acogedor, íntimo, como si el espíritu navideño llenara cada rincón.
Desde la cocina, Soo-jin estaba concentrada en la bebida. Preparó un chocolate caliente con cuidado, añadiendo un toque de crema y cubriéndolo con malvaviscos. Encima, espolvoreó un poco de canela y, con una sonrisa, puso una ramita de menta para darle el toque final. Mientras lo preparaba, sus pensamientos volaban, aún sorprendida por la inesperada visita de Ji-hyuk. Aunque había estado dispuesta a pasar la noche sola, su corazón se sentía más ligero sabiendo que tenía compañía.
Cuando regresó a la sala, le ofreció el vaso con una sonrisa dulce. Ji-hyuk tomó la bebida y no pudo evitar observarla detenidamente. Soo-jin, en su pijama blanca, con ese aspecto cálido y natural, le pareció más encantadora que nunca. No tenía nada de maquillaje, y su rostro reflejaba la luz cálida de las velas que había encendido. En ese instante, le pareció como si el tiempo se detuviera.
—Gracias, Soo-jin —dijo finalmente, intentando concentrarse en la bebida, aunque su mirada seguía fija en ella—. Se ve increíble.
Ella se ruborizó un poco y se sentó a su lado, arropándose con la manta. —Espero que te guste. Quería hacer algo especial para Navidad… aunque sea solo para mí misma —comentó, sonriendo tímidamente.
Ji-hyuk la miró con ternura, consciente de lo importante que era para ella no mostrar vulnerabilidad. Sin embargo, en este pequeño momento, Soo-jin había bajado la guardia. Con su bebida caliente entre las manos, juntos en ese ambiente tan acogedor, Ji-hyuk sintió una cercanía que no había sentido nunca antes con ella.
—Me alegra haber venido —dijo él suavemente, observándola con un brillo especial en los ojos—. Me habría perdido de esto… de pasar la noche contigo, en este ambiente.
Ella sonrió, sin saber muy bien qué responder, pero contenta de que él estuviera allí. Mientras hablaban, el sonido de las campanas navideñas en la película que ella había puesto de fondo llenaba el aire, haciendo que la noche se sintiera aún más mágica.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
