Grotesco resplandor - fyolai

Recuerdos, el diablo y caramelos de miel

¡Disculpen si hay algún error, lo chequee solo dos veces!

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Para empezar, me gustaría comentar que no era ningún secreto en los aposentos del palacio el hecho de que la reina había perdido un total de nueve embarazos. Cinco bebes nacieron muertos y fueron enterrados en alguna parte del bosque detrás del palacio. La mujer casi fue decapitada por su marido, que muy enfadado había recibido la noticia de los fallecimientos y fue aún peor cuando los últimos cuatro habían sido niñas, como si la culpa fuera de la joven reina que lloraba mientras su marido le lanzaba cosas por los aires. Le dio una última oportunidad, un último intento en el que todo el pueblo rezo por un varón sano y fue así como nació su único hijo. 

El nacimiento del príncipe Fyodor había sido un milagro para el reino, por eso lo llamaron así, su nombre significa “regalo de dios”. Y aunque fue un alivio para sus padres, sobre todo lo fue para el personal del palacio que ya estaban hartos (en secreto) de ser testigos de los llantos de la reina y las iras del rey que solían manifestarse en golpes a las cosas que terminaban rotas por todo el lugar y debían limpiar de inmediato. 

Durante todo su embarazo, todos fueron extremadamente cuidadosos y amables con la reina. Cuidando tanto su salud que los asuntos políticos tuvieron que ser descuidados por el rey, fue así como nombro a Fukuchi Ouchi como su mano derecha y le dio permiso para que liderara los ejércitos. Esta fue una excelente idea ya que logro expandir el territorio el doble y se ganó el respeto de muchos lideres importantes. 

Ahora, regresando al día del nacimiento de Fyodor, se construyó una habitación especial para que la reina ya no dé a luz en su habitación y se colocó un ventanal enorme para que el bebe saliera más fácil, según sus creencias. También asistieron tres padres para bendecir al niño y bautizarlo apenas saliera. Sin olvidar la cantidad de objetos como rosarios, tapices con imágenes religiosas o simples crucifijos que se colocaron cerca de la cama donde estaba la reina. Grandes amigos de la familia asistieron al parto, pero esperaron afuera, podían verlo todo desde el ventanal o la puerta, en un absoluto silencio por supuesto como si estuviera en un teatro.

Cuando el pequeño Fyodor salió del vientre de su madre y largo su primer llanto con tanta violencia como si presintiera la vida que le venía... un alivio invadió a todos que por los nervios se comían hasta las uñas de los pies, la reina también lloro de alegría y se abrazó con su dama de compañía, Louisa. El niño salió en los brazos de Teruko, que fue recomendada por Fukuchi y enseguida fue tomado por el rey, que lo abrazo y beso su frente. 

El príncipe fue especialmente cuidado durante toda su vida, era un niño muy débil y se enfermaba bastante seguido, probablemente Fyodor vio más doctores que niños de su edad en toda su vida.

Ivan que siempre fue el mayordomo principal del rey, y un gran amigo suyo, paso a serlo también de Fyodor, de hecho, fue el que tuvo que hacer cosas como corregirle su mano, porque Fyodor era zurdo y eso se asociaba a obras malignas. Su madre estaba histérica acusando a sus enemigos de guerra por embrujar a su hijo. Así que desde muy pequeño lo obligaron a escribir al menos durante dos horas diarias con su mano derecha para que se acostumbre. Ivan también fue quien le enseño todos sus modales y algunos idiomas, como griego y escandinavo. Lo siguió hasta que tuvo edad suficiente para tener a su mayordomo y, cuando cumplió doce años, le llevaron a Sigma. 

Desde que el príncipe nació, todos los once de noviembre estaban de fiestas en el reino. Gente de todas partes del mundo presenciaban la celebración con regalos lujosos y era un gran honor ser invitado. 

¿Qué opinaba Fyodor de todo esto? Bueno, de pequeño como a todo niño le encantaba el día de su cumpleaños, lo llenaban de regalos y era el centro de atención, más de lo que ya solía serlo. Mientras fue creciendo el agobio lo fue inundando cuando llegaba el día, porque tenía que estrechar sus manos con interesados en sus tierras y tener una pequeña charla con las mujeres que le presentaran. Ya que todas eran posibles pretendientes, su padre aun no decidió por una.