Este capítulo tiene unas 5139 palabras wow ¡Espero que les guste y lo disfruten! Gracias por la paciencia y perdón por los errores<3
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Cuatro días antes de la boda
Como quien reposa en las alas de un demonio, Fyodor dormía muy plácidamente en los brazos de Nikolai, que volvió a quedarse en su cama ¡No pudieron evitarlo! Sin darse cuenta los dos cayeron dormidos como en el cuento de "La bella durmiente" los habitantes caen uno por uno en el ensueño gracias a un hechizo: ellos estaban bajo el hechizo del amor.
Ambos dormían muy pegados; arropados bajo su propio manto de dulce inconsciencia. En el suave colchón, el príncipe se encontraba con el torso ligeramente inclinado encima del bufón, había colocado la pierna lastimada sobre la cintura ajena –estaba muy cómodo- y sus manos estaban detrás de la cabeza de su amante, como si lo estuviera acunando; sus antebrazos estaban delicadamente posicionados sobre el cuello de Nikolai, que gustoso lo abrazaba por la cintura sujetando su ropa entre sus puños.
Los dos muchachos se sostenían como si tuvieran miedo de que alguno se perdiese en la oscuridad de la noche. La serenidad en sus rostros delataba la tranquilidad que se transmitían, incluso sus corazones latían de forma sincronizada, como si fueran uno. Ellos eran uno, sus almas que salieron de la fuente se dividieron por accidente y acabaron en cuerpos distintos, por lo que ahora solo podían encontrar la paz juntas. Rozando sus auras y mezclando sus alientos.
¡O algo así se dice que ellos sentían!
Nikolai soltaba pequeños ronquidos, jamás había dormido de esta forma y no me refiero a que nunca se había acostado en un colchón tan suave, es algo más; había algo en la seguridad con la que lo abrazaba Fyodor que le hacía saber que todo estaba bien, incluso en sus sueños.
Pero no duró mucho, porque como si dios no los quisiera juntos, la puerta de entrada empezó a moverse desesperada, haciendo el molesto ruido de la madera siendo golpeada cuando la empujaban con brutalidad. Los amantes se despertaron sobresaltados, se sentaron en la cama con los dedos de sus manos entrelazados. Nikolai frunció el ceño mirando la ventana, unos destellos captaron su atención, venían desde afuera, se veían en el horizonte como largas agujas que se mezclaban con manto azul oscuro, no tan lejos. Extendió el cuello para ver mejor desde su lugar.
— ¿Cerraste con llave? — murmuró aún sin mirar al príncipe, que un poco desconcertado se fregaba un ojo. Fyodor intentaba salir de la embriaguez que le causaba Nikolai. La paz le había generado un sueño tan pesado que estaba muy enojado por levantarse, quería hundirse en el colchón junto con el bufón eternamente.
— Sí...
El sonido del forcejeo en la puerta se volvió a escuchar, cada vez más desesperado.
— ¡Fyodor, abre rápido! —era Sigma. — ¡Dos aldeas cercanas se están incendiando!
Fyodor ni siquiera miró a Nikolai, con una expresión completamente trastornada se bajó de la cama lanzando las sábanas hacia atrás y corrió a abrir la puerta, tropezando en el camino con uno de sus zapatos. Jadeo de dolor cuando sintió un tirón en su pierna lastimada por lo que recibió a Sigma con una expresión de dolor.
Sigma entró en la habitación con un solo paso. Visualizó el panorama del príncipe en ropa de dormir y el bufón con el pelo suelto adormilado en la cama, quien apenas vio al mayordomo se bajó con la esperanza de no haber sido visto. Se quedó muy rígido parado en su lugar como un soldadito.
— ¡Ay dios! No voy a opinar nada porque está pasando algo peor. — soltó señalando a los dos. — hay que hacer algo rápido o va a llegar hasta aquí, nos agarraría primero la cocina y debemos auxiliar a los afectados, Ivan envió a unos doscientos hombres para ayudar mientras lo llamábamos, su excelencia.
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Grotesco resplandor - fyolai
RomantizmTiempos oscuros comienzan cuando Nikolai Gogol, el bufón de la corte rusa, se enamora de Fyodor Dostoyevski, el príncipe heredero al trono. Esta historia que hace tanto sucedió, fue transmitida de voz en voz hasta el día de hoy. Y sigue fascinando a...