Capítulo 3: Voluntariado

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—¿Entonces cómo te va con el trabajo?

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—¿Entonces cómo te va con el trabajo?

—¿Vos qué crees?

—Supongo que muy mal. —dice Valen, dejando su mochila sobre la silla del aula del taller de drama— Con Guada ya avanzamos un montón en nuestro proyecto, me cae muy bien.

—Estoy muy celosa ahora mismo, ojalá mi trabajo fuera así de fácil.

Dejo mi mochila al lado de la de Valen, y observo el aula vacía, salvo por nosotras dos, el resto de alumnos todavía no llegaron. Pienso en Gian, estuvimos escribiéndonos estos días, respuestas con monosílabos y emojis que representan su estado de ánimo, se me hace muy difícil mantener una conversación con él porque me contesta cada media hora. Tengo que tener mucha paciencia, y hasta ahora no tenemos nada. El trabajo se entrega mañana.

—Boluda, pero tenes la suerte de estar con Gian, a la mitad de las chicas de este colegio les llama la atención. —sonríe Valen— Tiene su encanto, ¿no?

—Si es así todavía no lo descubrí, es tan insoportable que no le veo lo lindo, además, me gusta otra persona —me encojo de hombros— Hablando de roma, me encontré con Max el otro día y hablamos.

—¿Me estás cargando? —Valen deja de lado su almuerzo y se acerca hasta mí para saber todo el chisme— ¿Cómo sucedió? Espera, ¿le hablaste realmente o estabas soñando?

—Obvio boluda, esta vez no fue un sueño, le hablé, charlamos, me sonrió.

—Quiero todos los detalles calientes, habla.

—Bueno, estábamos con Gian en la biblioteca...

—¿Por qué siempre Gian está en todos lados?

—Bueno me enteré que son amigos, ¿lo podes creer amiga? Alguien tan perfecto como Max siendo amigo del gato de Gian.

—Ahora que lo pienso tiene sentido, creo que sus familias se conocen y me parece que viven en el mismo barrio.

—¿Y por qué esta información la sé recién, boluda?

—Que se yo tarada, yo no pienso todo el día en esos dos varones. Bueno, seguí contando.

—Bueno, Gian me presentó con él, me saludó, y se fue.

—¿Eso es todo?

—Bueno si, no hay tantos detalles, pero lo importante es que ahora me conoce —sonrío y Valentina niega con la cabeza— Necesito averiguar qué signo es, yo creo que es piscis.

—Creo que puedo averiguarte eso, conozco a Sabrina Chávez, es su amiga y está en mi clase de yoga acá en la escuela.

—Pero, ¿no será medio raro que le preguntes eso a la amiga?

—Le inventaré una excusa, algo se me ocurrirá.

Valen le resta importancia con un movimiento de su mano y yo me quedo mirándola con seriedad.

Razones que odio de vos [Giamila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora