Capítulo 16: Besos a escondidas

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Siento unos brazos alrededor de mí cuando me despierto

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Siento unos brazos alrededor de mí cuando me despierto. Los recuerdos del día anterior me llegan a la mente; el beso con Gian, la cena de pizzas con los chicos, la noche de películas, y la pijamada en la casa de Martina. Todos nos quedamos a dormir, ya que hoy no teníamos clases, y la sala se llenó de colchones, frazadas y almohadas. Nicolas se encuentra en la otra punta con cata entre sus brazos, Guada se fue a la cama con Marti, y en el medio de la madrugada, cuando todos dormían, Gian se levantó de su cama y se pasó a la mía. Ahora lo tengo detrás de mí, con sus brazos desnudos abrazándome y su aroma envolviendo las sábanas, poniéndome nerviosa. Es indescriptible lo bien que dormí, cuando llevo días sin poder conciliar el sueño.

Gian parece despertarse, porque ahueca su cara en mi cuello y suspira.

—Tenes que ir a tu cama, nos van a ver. —le murmuro, dándome la vuelta sobre el colchón para quedar frente a frente.

—Me chupa un huevo. —su brazo rodea mi cintura con posesividad y acerca mi cuerpo al suyo para rodéame con sus enormes brazos, bloqueando mi salida— Un ratito más.

Mis mejillas se sonrojan cuando su mano se adentra por mi remera y acaricia la piel de mi cintura. Con un poco más de atrevimiento apoyo mi cabeza en su pecho y mi mano descansa sobre su remera sin mangas.

—¿Cómo dormiste? —me pregunta en un susurro, tratando de no despertar a Nicolas y Cata que duermen en la otra punta.

—Muy bien, creo que fuiste vos y tu paz, porque suelo dormir muy mal. —confieso en un murmuro, estirando mi mano para llegar a su cuello— ¿Y vos?

—Asi que conmigo dormís bien eh. —dice orgulloso, y levanto la vista solamente para verlo sonreír— Yo también dormí bien.

Su mano se desliza por mi espalda, acaricia mi piel, juguetea con mi top deportivo y me provoca tan bien que me encanta. Gian me encanta.

—Y eso que tengo al vegano al lado mío roncando. —añade Gian, mirando de reojo a su mejor amigo— No sé cómo hace Cata para dormir, se lo tengo que preguntar.

Sigo viendo sus facciones, su cabello desprolijo al estar recién despierto, su boca adictiva que es sólo mía, y su apariencia tan sexy por las mañanas. Quiero que reaccione tanto como yo a él con su presencia, por eso quito mi mano de su cuello y la deslizo por su pecho hasta el borde de su remera, para luego meterla por debajo de la misma y acariciar sus abdominales, viendo en todo momento a su rostro para determinar su reacción. Sus ojos se oscurecen y su atención se enfoca solamente en mí.

—No hagas eso. —murmura, tragando saliva.

—¿Por qué? —pregunto, aterrada, esperando que me rechace.

—Porque si seguís no me voy a poder levantar de la cama y me chupará un huevo si toda la casa se despierta. —confiesa en un murmuro, mirándome directamente a los ojos mientras su mano baja de mi espalda a mi culo en cuestión de segundos, solamente para apretarme la nalga— Buen día.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Razones que odio de vos [Giamila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora