Razones que odio de vos [Giamila]

Capítulo 19: Decisiones

—Entonces le dije que sí y ahora somos novios. —me cuenta Valentina, sentada en el sillón de mi casa, con el pijama puesto y la pintura de uñas en la mano, concentrada en ello— Acabé con la soltería.

—Te lo mereces, hacen una hermosa pareja—admito, mientras plancho el vestido blanco que llevaré a la fiesta de Chivin— Al menos una de nosotras triunfó en el amor.

—¿Estás segura? ¿Qué sucedió con Gian?

La miro con inocencia y me encojo de hombros como si no sucediera nada. Pero Valen me conoce, me mira con las cejas arqueadas y la mirada juzgona que me incita a que confiese.

—¿Sucedió algo entre ustedes?

—Tal vez...

—Lo sabía, te conozco demasiado, te quería preguntar antes, pero supuse que si no lo decías es porque no estabas lista para contarme todo.

Mis labios forman un puchero y mis ojos se cristalizan, apagando la plancha para acercarme a ella. Valentina me recibe en sus brazos y suspira, escuchándome relatarle todos los detalles de la historia, desde el primer beso hasta lo que sucedió ayer. Mi mamá no estaba, se había ido a la casa de mis tías, y mi primer instinto fue llamar a mi mejor amiga para que me ayude a arreglarme para el evento de esta noche.

Cuando termino, tengo las mejillas mojadas de llorar, de desahogar todo el temor que estuve sintiendo estos días.

—¿Entonces Gian te dijo eso? —vuelve a preguntar y yo asiento— Que idiota.

—Lo sé, es un estúpido, pero me gusta mucho y me duele, porque yo esperaba otra cosa, amor, una confesión, una muestra de seguridad de que se quiere comprometer en serio.

—¿Y vos también estabas lista para hacerlo? —me pregunta Val, dejándome muda— Gian sabemos que es frio, pero si vos tampoco le dijiste lo que sentías hasta ayer, es porque a ambos les puede costar afrontar lo que sienten y de pronto ser novios, hasta hace tres días no paraban de pelear y ahora estás enamorada, es mucho para procesar, amiga.

—Lo sé, pero una parte de mí temía que, si le confesaba mis sentimientos y que estoy muy enamorada, su reacción sea huir, terminar todo y que yo quede como ahora. Mírame, estoy con los mocos a mil y la angustia desde anoche.

—No creo que ninguno haya sido suficientemente claro, ni él, ni vos y creo que se parecen más de lo que pensas. —Valen se acomoda sobre el sillón y me mira con seriedad— Decir los sentimientos a medias a alguien no es confesarte, tenes que esperar lo mismo que le das a los demás, si esperas que él sea valiente y se confiese sin esperar algo a cambio, entonces tenes que actuar de la misma manera, porque jamás uno se puede escapar del dolor o un corazón roto, es parte de la vida, yo me confesé a un chico hace dos años atrás, re boluda mal, le dije que lo amaba y salió corriendo. —sonríe ella.

—Pero yo no quiero salir herida, no soy fuerte.

—Claro que lo sos, Camila.

—No, porque con él es diferente, mira como reaccionó cuando le exigí que seamos algo.