Malika.
Fue como un respiro puro en la orilla del mar.
Se sintió como la paz anhelada desde que mi familia murió y en desgracia yo sobreviví.
Bastián Friedrich se sintió como todo lo bueno de este mundo. La calma después de la guerra, la caricia después de un mal golpe, el amor tras la decepción.
Y sin más me separaron de él con tanta fuerza que mis pies tropezaron pero no caí al suelo.
Todo fue demasiado rápido, primero los fuegos artificiales me sobresaltaron, después, la manera en la que la guardia roja se abrió paso haciéndome retroceder hasta que quede tras un muro de espaldas de capas rojas y negras.
—¡Bash!—Lo llamé nerviosa por lo que le pudiera pasar.
Todos a mi alrededor comenzaban a volver a lo que minutos atrás estaban haciendo, disfrutando del baile mientras que a mí, un hombre alto y de aspecto peligroso me miró con dureza.
No me dijo nada, en su lugar, me indico que lo siguiera con la guardia tras mis espaldas. Al salir del salón, el ruido de algo quebrándose llamó mi atención. No lo pensé dos veces cuando me levanté el borde del pesado vestido y corrí por el pasillo.
—¡No puede entrar ahí!—La voz del hombre resonó por todo el pasillo, pero ya era demasiado tarde.
Apoye ambas manos en las pesadas puertas en cuando llegue y las avente viendo frente a mí como Dominick tenía a Bastián de rodillas entre las sombras de su poder y como su primo trataba de resistirlo. Sentí el cambio en la atmósfera ante los dos poderes de los hombres frente a mí, mientras que las sombras del vampiro atacaban a su primo, Bash de alguna manera podía resistirlo al menos un poco.
El cosquilleo de mis manos me incomodó tanto que en cuestión de segundos, la magia yacía en la palma de mi mano.
—Suelta Bash—pedí comenzando a acercarme a ellos.
Dominick se giró a verme, con la ira brillando en esos pozos azules que me helaron los huesos.
—Contigo hablaré después, sal de aquí.
—No—me planteé firme a pesar de sentir un poco de miedo a causa de lo peligrosa que salió su voz.
Los ojos de Bastián me miraron casi suplicantes en que saliera de la habitación. Sé que lo que hizo, o hicimos está mal de alguna manera a pesar de que no lo sienta así.
Me interpuse entre ellos recibiendo el golpe de poder de Dominick antes de que, de alguna manera, un escudo brotara de mí y protegiera a Bastián que dejó salir un suspiro cansado y adolorido.
—Quitate, Malika—siseo iracundo el vampiro frente a mí.
—Bash es mi amigo y no voy a permitir que lo lastimes.
Me gire al emperador que ya se había incorporado y erguido siendo más alto que yo por algunos centímetros.
—Ven conmigo—susurro.
—No puedo, Bash—le respondí en el mismo tono de voz—, en verdad, vete ahora antes de que esto se ponga peor.
—Encontraré la manera de volver a verte.
Él se acercó a mí oído para susurrar un: te deje un presente con madame Alani.
Dándome una sonrisa, Bastián chasqueó los dedos rompiendo la protección que había creado en cuestión de segundos antes de encaminarse a la sala.
En cuanto la puerta se cerró, en un parpadeo la mano de Dominick rodeo mi cuello y me arrinconó contra la pared haciendo que soltara un quejido ante la fuerza que empleó en mí.
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DE HIELO Y CENIZAS. | +21 «𝗕𝗢𝗥𝗥𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗦𝗜𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗥»
FantasySINOPSIS COMPLETA DENTRO DEL LIBRO. «Ella era su ofrenda, y el, él monstruo que no dudo en reclamarla.» ________ PORTADA POR: @emsop.desing (user de Instagram)