Chapter 20

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Lisa

Ethan Park es un gran hombre.

Mientras Jonathan es delgado, él es ancho. De acuerdo, no es tan grande como lo recuerdo de cuando era niña pero eso se debe al hecho de que crecí y no de que se volviera más pequeño. En todo caso, su fuerte estructura ósea es tan alta y arrogante como en el pasado, como si no hubiera estado en coma en absoluto.

Se sienta detrás de su escritorio de caoba, mirándome con ojos de halcón.

Su oficina en casa es sosa con sofás y estanterías negras y marrones. Incluso tiene un tablero de ajedrez de vidrio en la mesa de café entre Roseanne y yo.

Si no es una réplica de Jonathan, no sé quién es.

Las piernas de Roseanne se cierran juntas mientras mira su regazo, sus zapatos, su chaqueta. Cualquier cosa menos a mí o su padre. La preocupación irradia de ella en ondas y me pincha la piel.

Me encuentro con la mirada de Ethan con una neutral. Intenta intimidarme con el silencio, así que cuando hable, no tendré más remedio que caer a sus pies.

Jonathan solía hacer eso también, hasta que se dio cuenta de que la táctica no funciona en mí. La manipulación afecta a personas neuro-típicas, no a mí.

—¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?

Va directo al grano. Puedo respetar eso de él. Me gustan los oponentes directos.

—¿Intenciones?—repito para molestarlo.

—Sabes exactamente lo que quiero decir—Deja caer los codos sobre el escritorio y se inclina hacia adelante como un emperador que planea su ataque—Jonathan debe haberte ordenado arruinar su vida.

—Cómo... —Roseanne se aclara la garganta—¿Cómo sabes eso, papá?

—Sé todo sobre ti, princesa—Le sonríe pero su expresión se endurece cuando se enfoca de nuevo en mí.

Si bien Ethan y Jonathan son dos facetas de la misma moneda, hay una diferencia. Ethan mira a Roseanne como si fuera su mundo. Él está haciendo todo para protegerla a ella y a su legado.

Jonathan no lo hace.

Su mundo se ha vuelto sombrío y agudo desde la muerte de Alicia. Todo lo que le importa es venganza y poder. Dudo que pestañeé si Levi o yo caemos en el proceso. Mientras quede un Manoban  para continuar con su legado, estará bien.

—Mis intenciones hacia su hija son simples—digo con la voz más tranquila y decidida que puedo manejar—Ella es mía.

—¡Lisa!—ella sisea.

Levanto un hombro. No le mentiré a Ethan. No se trata de esto. Necesita saber que lucharé por ella. Estoy lista para luchar contra él, Jonathan y todo el puto mundo.

Infiernos. Estoy lista para pelear con ella si no deja su terquedad. Solía ser adorable, ahora me está cabreando.

Esperaba que Ethan se pusiera de pie y me echara de su casa. Con toda honestidad, no me sorprendería si me lanzara sus perros. Sin embargo, solo me mira.

El desprecio en su mirada me habría enfurecido si no hubiera sido educado para manejar este tipo de situaciones. Los encuentros estresantes e intimidantes no hacen nada a aquellos con el apellido Manoban. Nos enseñaron a superarlos antes de aprender a andar en bicicleta.

Roseanne se mueve incómoda en su asiento, alisando su chaqueta ya perfectamente planchada.

La contracción en su nariz cuando está estresada es demasiado linda para las palabras. Ahora, tengo ganas de tocar esa nariz, besarla, lamerla.

Deviant Queen III (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora