Mi....Gotica?? [T/N]

...Tengo algo importante que decir...

Capítulo Especial de Halloween

La noche de Halloween era fría y silenciosa, pero la oscuridad estaba llena de risas y murmullos de niños que corrían por el vecindario, todos buscando dulces con bolsas en las manos y disfraces temáticos. T/N caminaba con sus hijos, Kukuri y Alice, quienes iban disfrazados con el estilo que su madre, Luna, siempre había amado. Ambos llevaban maquillaje gótico, con delineador oscuro y un vestuario inspirado en el estilo de Luna, mezclando su toque melancólico y elegante. T/N sentía una calidez especial al verlos, como si una parte de Luna estuviera viva a través de ellos.

Eran ya dos años desde que Luna había partido, y aunque el dolor se había suavizado con el tiempo, su ausencia era una constante. T/N, mientras veía a los niños recoger dulces de casa en casa, no podía evitar recordar cómo Luna solía prepararse para Halloween con un entusiasmo inusual, decorando cada rincón de la casa y asegurándose de que los disfraces estuvieran perfectamente a su gusto.

Cuando por fin regresaron a casa, Kukuri y Alice, agotados de tanto andar, se quedaron dormidos rápidamente después de revisar sus dulces y compartir algunas risas. T/N los arropó con ternura, besándolos en la frente antes de dirigirse a su habitación. El silencio de la casa, envuelto en la atmósfera nocturna de Halloween, le producía una mezcla de calma y tristeza. Era en esos momentos tranquilos cuando más extrañaba a Luna, y Halloween, de algún modo, hacía que esa ausencia fuera más tangible.

Al entrar a su habitación, T/N suspiró, dejando que sus pensamientos divagaran en recuerdos felices. Cerró los ojos un momento, pero al abrirlos, notó una figura en la esquina de la habitación, apenas visible en la penumbra. Sus ojos tardaron un segundo en acostumbrarse, pero pronto fue claro quién estaba allí.

Era ella.

Luna estaba de pie, joven y hermosa, tal como la recordaba la primera vez que la vio. Llevaba su característico maquillaje gótico, sus ojos rodeados de sombras oscuras, y una leve sonrisa misteriosa en sus labios. T/N sintió cómo el aire se le escapaba del pecho, sin poder creer lo que veía.

—"L-Luna..." —murmuró, incrédulo.

Luna simplemente sonrió, con un brillo travieso en los ojos, y levantó una mano en un pequeño saludo. Sin pensar, T/N se lanzó hacia ella, desesperado por tocarla, por sentirla entre sus brazos. Pero al acercarse, su cuerpo simplemente la atravesó, y terminó cayendo hacia adelante, golpeándose con la pared. Luna soltó una risa suave y melodiosa, esa risa que tanto extrañaba y que resonaba en sus sueños.

—"Sigo siendo un espíritu, T/N," —dijo ella, en tono divertido. —"Pero espera..."

Lentamente, levantó las manos y con un leve movimiento, hizo que su piel pareciera tangible, etérea pero sólida, y extendió una mano hacia él.

T/N alzó la suya, dudoso, y con un temblor en sus dedos tocó su mejilla. El contacto fue suave, como la seda, y cálido. Se le llenaron los ojos de lágrimas al sentir su piel nuevamente.

—"No sabes cuánto te he extrañado," —dijo él, con la voz entrecortada. —"Cada día... no ha habido un solo momento en el que no haya deseado verte una vez más."

Luna acarició su rostro con suavidad, mirándolo con esos ojos llenos de amor y serenidad.

—"Lo sé, amor," —respondió. —"He estado aquí todo este tiempo, cuidándolos a ti y a nuestros pequeños. Estoy tan orgullosa de ti... de la manera en que los has cuidado, en que les has dado tanto amor."

T/N no pudo contener las lágrimas mientras la miraba, y sin poder resistirlo más, la abrazó, rodeando su cuerpo entre sus brazos, temeroso de que se desvaneciera. Ella le devolvió el abrazo con ternura, sosteniéndolo como si nunca quisiera dejarlo ir.

—"Es tan real, Luna... puedo sentirte," —susurró él, besando suavemente su mejilla.

Luna asintió, recostando la cabeza en su hombro.

—"Esta noche, por ser Halloween, he podido cruzar entre los mundos para estar contigo. Pero no será para siempre, amor mío. Solo tengo esta noche..."

—"Entonces, quédate conmigo, solo esta noche," —le rogó él, cerrando los ojos y respirando su esencia, grabando ese momento en su memoria como si fuera la última vez.

Pasaron juntos un largo rato, hablando en susurros, riendo y recordando momentos felices. T/N le contó cómo eran los niños, cómo Kukuri había heredado su creatividad y Alice su tenacidad, y Luna escuchaba con los ojos llenos de orgullo y amor. En cada palabra y cada mirada, T/N sentía que podía perderse en ella para siempre, aferrándose a ese instante mágico.

Finalmente, el tiempo comenzó a agotarse. Luna miró a T/N, con sus ojos llenos de lágrimas.

—"T/N, tengo que irme," —dijo suavemente. —"Pero quiero que sepas algo: siempre estaré contigo. Cada vez que me pienses, cada vez que hables de mí con los niños, estaré allí. No me he ido del todo, porque el amor que compartimos es eterno."

T/N la miró desesperado, sin querer soltarla.

—"No quiero que te vayas," —susurró. —"No puedo imaginar este mundo sin ti."

Luna acarició su rostro por última vez, y sus labios se encontraron en un beso suave y profundo, lleno de amor y promesas eternas. T/N cerró los ojos, queriendo grabar ese momento en su memoria para siempre.

—"Te amo, T/N," —dijo ella, susurrando en su oído. —"Nunca lo olvides."

Y, poco a poco, el cuerpo de Luna comenzó a desvanecerse en sus brazos, como una brisa suave, como el eco de una melodía que se desvanece en la noche. Su presencia dejó una calidez en el pecho de T/N, como un último rastro de su amor eterno.

T/N se quedó solo en la habitación, con las manos aún extendidas donde había sostenido a Luna. Las lágrimas caían silenciosamente por su rostro, pero esta vez no eran solo de tristeza. Eran de gratitud, de haber tenido la oportunidad de sentir su amor una última vez, de haber escuchado su risa y de haberla visto sonreír.

Desde esa noche, T/N se sintió más fuerte, sabiendo que Luna siempre estaría con él, en el recuerdo, en el amor de sus hijos y en cada estrella que iluminara el cielo.

Aunque ella ya no estaba físicamente, su espíritu vivía en cada rincón de su vida, y él supo que, de alguna manera, nunca estaría solo...